La integración se cocina a fuego lento

Xavier Veciana, del Restaurant Balandra, compartió recetas y secretos con los alumnos de educación especial del Sant Rafael

15 noviembre 2018 08:47 | Actualizado a 15 noviembre 2018 08:49
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Esta reluciente cocina podría pasar por la de cualquier casa, pero lo cierto es que está ubicada dentro de una escuela, el Col·legi d’Educació Especial Sant Rafael de la Diputació de Tarragona.

Aquí reciben clases a diario los alumnos del Taller de Auxliar en establiments Hotelers i Restauració,  un programa de iniciación profesional en el que se están formando jóvenes con necesidades educativas especiales de entre 16 y 21 años. 
Ayer era un día especial, de esos de clase magistral, porque venía a cocinar con ellos Xavier Veciana, chef del Restaurant Balandra del Serrallo. Lo hacía en el marco de las jornadas gastronómicas que organizan los profesores y alumnos y que este año llegan a su segunda edición.

Esto no es un ‘reality’
Desde el primer momento queda claro que esto es la vida real y aquí toca hacer las cosas desde cero, siguiendo todo el proceso. Nada que ver con lo que muestran los programas de cocina de la televisión en que todo aparece como por arte de magia.

Veciana comienza a sacar una buena variedad de pescados de esos que no son muy apreciados por su gran cantidad de espinas pero que son perfectos para un buen caldo. Algunos no los habían visto jamás y menos limpiado las tripas... Pero hoy toca. 

La receta del día son unos fideus rossos y los chicos acaban cortando y removiendo mano a mano con el chef. Cuentan, además, con la ayuda de otros alumnos de la ESO adaptada de la escuela, que descubrieron cosas como la forma de distinguir un cangrejo hembra de uno macho.

Las risas llegan con la tinta de un calamar que se rompe y algún que otro imprevisto, pero los chicos no se desconcentran. Abril, de 19 años, no para de hacer preguntas al chef. Cuenta que en el futuro le encantaría verse trabajando en una cocina. De momento también practica en su casa y uno de sus platos estrella son las magdalenas de espelta. El resultado final de la receta de ayer fueron unos fideos de campeonato que esparcían su buen olor en la distancia y que terminaron comiendo todos juntos. 

Y las visitas de expertos no acabarán aquí. El 28 de noviembre les acompañará Carles Domingo, del Forn Domingo de Riudoms y el 5 de diciembre Leo Vidal, del Restaurante Frida de Tarragona.

Una receta de éxito
Pero no hay que engañarse, esta limpísima cocina tiene un uso intensivo, no sólo sirve para dar las clases del programa que tiene una duración de dos años, sino que funciona como un bar para los miembros del colegio. Aquí los chicos no sólo cocinan «todos están hablando de las empanadillas que hicieron ayer», sino que se sirven cafés, se cobra, se tira la basura... Todo lo que se hace en un establecimiento de restauración. De hecho, su proyecto de bar consiguió llegar a la final de dos prestigiosos concursos de emprendimiento para jóvenes.

Albert Guinart, jefe de estudios de la escuela, explica que en los dos años que dura la formación los jóvenes deben realizar 180 horas de prácticas en empresas. Es un aprendizaje integral, porque los chicos deben aprender incluso cómo tomar el transporte para llegar al sitio o adaptarse a los horarios de la empresa.
De estas prácticas ha salido más de un contrato. Ahora hay cinco exalumnos trabajando en el McDonalds y uno en el Viena. Lo dicho, una receta de éxito.

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