La mitad de ingresos de Covid en Tarragona han sido en la UCI

La cuarta ola generó desde inicios de abril en la provincia 72 hospitalizaciones, 37 de ellas en intensivos. Ha sido el envite con un porcentaje más alto de casos graves respecto al total

30 mayo 2021 10:47 | Actualizado a 01 junio 2021 10:20
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La cuarta ola remite en Tarragona pero lo hace con patrones intrigantes y preocupantes, que han generado aspectos no vistos en los otros envites de virus. Los científicos responsables del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos de la Universitat Politècnica (BIOCOM-SC), que monitorizan al detalle la evolución del SARS-CoV-2, apuntaron hace unas semanas que «la nueva variante causa más hospitalizaciones por cada caso», lo que remite a una mayor gravedad y no solo al aumento de la transmisibilidad que constató la ciencia desde el principio. 

Tarragona por fin parece que empieza a desalojar las camas de intensivos, pero lo hace con un hecho impactante: la elevada proporción que hay de enfermos graves en relación con el total de ingresados. O, dicho de otro modo, para los contagios que se han producido y las hospitalizaciones, el número de personas graves ha sido inusualmente elevado. 

Más de la mitad de los actuales hospitalizados por Covid-19 están en la UCI en la provincia. En concreto, se trata de un 51%. De los 74 pacientes en hospitales, 38 están en intensivos. Es un porcentaje muy superior al de la tercera ola. A pesar de que esa acometida postnavideña del virus tuvo un impacto mucho mayor, mortalidad incluida, en el pico de esa ola solo el 25% de los ingresados estaban en la UCI: 94 de un total de 368. 

¿Qué ha ocurrido con la cuarta ola en la provincia? El 5 de mayo se llegó al pico. En el Camp había 91 ingresados en total y 42 de ellos en la UCI, el 46% del total. En el Ebre el 11 de mayo se alcanzaron los 33 ingresados, de los que 15 estaban en intensivos, un 45%. Actualmente el porcentaje es aún mayor, puesto que las hospitalizaciones en planta van bajando más rápidamente que las de intensivos, supeditadas a una más costosa rehabilitación de los pacientes. Desde inicios de abril, la cuarta ola provocó 72 hospitalizaciones en la provincia; de ellas, 37, prácticamente la mitad, fueron en las UCI. Es una prueba más de la gravedad de un virus que sigue siendo impredecible. 

Más de la mitad de los actuales hospitalizados por Covid-19 están en la UCI en la provincia. En concreto, se trata de un 51%.

La proporción se reproduce de forma parecida en las dos regiones sanitarias. En el Camp de Tarragona el incremento ha sido de 42 hospitalizados totales por Covid al inicio de la oleada a 91 en el pico, 49 más. En las UCI se pasó de 20 a 44, un incremento de 24. En las Terres de l’Ebre, el dato creció de 10 ingresados a 33 (23 más), y en el caso de las UCI evolucionó de 3 a 16 (13 más). 

La dinámica coincide con la generalización de la mutación británica, que desde hace semanas aglutina el 90% de los contagios en la provincia. El secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, presentó unos datos que demostraban cómo el porcentaje de contagios que acaban en ingresos en la cuidados intensivos había crecido del 1,4% de la primera semana del año hasta el 2,4%, nueve semanas más tarde. 

Los hospitales viven, por fin, semanas de alivio. «Está mejorando la situación en toda la demarcación. En Tarragona ha mejorado más lentamente que en otros lugares de Catalunya. Nuestra oleada partió de unos niveles de afectación más bajos y ahora retrocedemos más a poco a poco», afirma la doctora Carme Boqué, jefa del servicio de Urgencias del Hospital Joan XXIII y vicepresidenta del Col·legi de Metges de Tarragona (COMT). La provincia ha padecido un incremento de las UCI mientras otras regiones ya estaban desocupando esas camas. 

Boqué cree que «está costando mucho vaciar las UCI» y confirma que «hemos tenido más pacientes críticos respecto al total que en otras olas»: «Es algo que nos ha llamado mucho la atención. Los graves han estado más graves. No nos consta que la variante británica haya sido más virulenta pero es lo que hemos visto nosotros», indica Boqué. Las UCI han estado más tensionadas a pesar del perfil más joven de afectado. «Hemos visto a personas de base más sana, en la que la posibilidad de recuperación es más importante. Igualmente, también hay mortalidad incluso en sanos y en personas sin antecedentes y no es despreciable», dice Boqué, que ubica la estancia en UCI de media en entre tres y cuatro semanas, «aunque a veces es mayor». Boqué, como el resto de sanitarios, emplaza a «seguir alerta», puesto que «a estas alturas del año pasado teníamos menos pacientes ingresados». 

Los datos históricos así lo corroboran: a finales de mayo de 2020 había seis pacientes en las UCI de la provincia, seis veces menos que en la actualidad. Pese a todo, la dinámica es positiva. «En la última semana hemos notado una cierta mejoría, hay más enfermos que salen que que entran. Entra un paciente cada dos o tres días pero damos un alta cada día», reconoce el doctor Ferran Roche-Campo, de la Societat Catalana de Medicina Intensiva i Crítica de la Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya, además de ntensivista en el Verge de la Cinta de Tortosa. 

A finales de mayo de 2020 había seis pacientes en las UCI de la provincia, seis veces menos que en la actualidad

Hasta hace unos días, el hospital tenía en intensivos a tres veces más pacientes de lo que les correspondería. Roche-Campo admite que la situación sigue siendo complicada. «Aún tenemos una ocupación alta porque arrastramos a enfermos de la última ola que aún costará desalojar, y tenemos a ingresados por otras enfermedades. Hay que tener en cuenta que ya hemos recuperado toda la actividad y también eso repercute en más accidentes, por ejemplo». También en Tortosa ha habido porcentajes más altos de ingresos graves y Roche-Campo llama a la calma: «No sabemos si la variante británica ha tenido nada que ver. Lo que está claro es que estamos un poco mejor pero seguimos teniendo casos y la situación es difícil, así que prudencia». 

En intensivos ya se ha dado el vuelco hace unos días, síntoma de que el coronavirus está remitiendo. En el Camp de Tarragona vuelve a haber más hospitalizados por otras patologías que por Covid-19, 35 casos frente a 29, mientras que en el Ebre prácticamente hay equilibrio: con solo un enfermo más de Covid que el resto de dolencias. Los 38 pacientes actuales contrastan con los 57 que había hace unas semanas. 

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