La nueva UCI del Joan XXIII se retrasa hasta abril

Estaba previsto que la ampliación de la unidad de críticos se pusiera en marcha este mes. La causa de la demora es la llegada inesperada de esta sexta ola de la pandemia

11 enero 2022 19:30 | Actualizado a 13 enero 2022 06:56
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El calendario de la nueva UCI del Hospital Joan XXIII de Tarragona se retrasa por la llegada inesperada de la sexta ola, protagonizada por la variante Ómicron. Todo estaba preparado para que las nuevas instalaciones se pudieran poner en marcha durante este mes de enero. Pero la Covid vuelve a pisar fuerte y, según el mismo hospital, la llegada de esta variante y el aumento de los contagios no permiten poder acabar con los trabajos. La nueva UCI ampliará la capacidad del servicio en 12 boxes más, que se suman a las 36 camas de pacientes críticos que hay en la actualidad y que, algunas de ellas se irán perdiendo a medida que avancen las obras del nuevo hospital.

Los timings han cambiado y ahora la previsión es que las obras finalicen entre finales de marzo y principios de abril, cuando también se espera que llegue todo el material necesario para dotar el renovado servicio. Será en abril cuando podrá comenzar la actividad en la nueva Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), ubicada en la primera planta del edificio C –conocido como el de Urgencias–.

El motivo del retraso es la irrupción de la sexta ola y sus consecuencias. Así lo explican fuentes oficiales del mismo hospital: «La situación epidemiológica actual no permite realizar las últimas intervenciones de conexión entre la UCI vieja y la nueva». Pese a la demora, el centro sanitario asegura que antes del verano, la nueva unidad será una realidad.

Los trabajos que se están llevando a cabo ahora corresponden a la primera fase de lo que debe ser la Unidad de Cuidados Intensivos del nuevo Hospital Joan XXIII, previsto para el 2026. Las obras no han impedido en ningún momento el funcionamiento habitual del hospital. En esta primera fase de los trabajos se han habilitado 12 boxes nuevos en la primera planta del edificio C. Lo que por el momento no se ha podido llevar a cabo es la mejora de la UCI ya existente –construida en 1991–, condición sinequanon para poder poner en marcha la nueva unidad de críticos, ya que deben conectarse una con la otra.

La fase 1.2. tiene como objetivo convertir parte de la UCI actual en una especie de centralita de control para enfermería y, a la vez, habilitar la otra parte con diez boxes. Esta actuación se realizará a lo largo de este año.

Actualmente, el hospital cuenta con dos unidades más de críticos. Una es la que se encarga de tratar a pacientes coronarios, que se creó en 2020 y que cuenta con ocho boxes. La otra es la conocida como UCI 2, que tiene 14 camas y que antiguamente se conocía como Intermedios. Esta última, tal como prevé el plan director del nuevo Hospital Joan XXIII, desaparecerá porque está ubicada en el edificio principal del complejo –conocido como B–, que irá perdiendo capacidad asistencial y que acabará derruyéndose.

La ampliación de la UCI significa una de las inversiones más importantes en los últimos años. Solo la obra civil de la nueva unidad tiene un coste de 3,4 millones de euros, además del equipamiento médico que asciende a 2,8 millones. Por otro lado, la reforma de la UCI ya existente costará 3,1 millones de euros, entre obra y tecnología.

La Covid, punto de inflexión

La necesidad de ampliar la UCI viene desde antes de la pandemia, pero la llegada de la Covid-19 la ha hecho más evidente si cabe. De hecho, tanto en el momento más duro de la pandemia como en la actualidad, el Joan XXIII se ha visto obligado a habilitar nuevos espacios como UCI improvisadas, para poder atender enfermos críticos de Covid y de otras patologías ordinarias.

El nuevo servicio estará preparad para combatir otra pandemia como la que estamos viviendo. Según los profesionales, la Covid ha dado una serie de lecciones que servirán de por vida, como por ejemplo, que los servicios tengan espacios independientes para evitar los contagios. Es por eso que la renovada UCI contará con las últimas prestaciones tecnológicas del momento. En las instalaciones habrá paneles que harán más fácil la transmisión de información, y que apostará por lo que se conoce como el Internet de las cosas. Por ejemplo, si hay una emergencia, las puertas del box se abrirán de manera automática. La nueva UCI de Joan XXIII encara, ahora sí, la recta final para su puesta en marcha.

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