El propietario de un turismo aparcado en la calle Vint-i-quatre de Bonavista comprobó ayer cómo una persiana desprendida de un tercer piso le había caído encima del vehículo, pero los inquilinos del piso le hicieron caso omiso. Una patrulla de la Guàrdia Urbana acudió al lugar y se entrevistó con el morador.
Se trata de un piso embargado y que está ocupado.