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La Associació Empresarial Química de Tarragona (AEQT) presentó ayer su ‘Informe Público 2020’, el documento que recoge los datos, indicadores y parámetros del sector petroquímico correspondientes al pasado ejercicio. El documento pone de manifiesto que, en un contexto tan complicado como lo fue el de 2020, la química resistió mejor que la mayoría de sectores a los efectos de la crisis. Ello le permitió ejercer como motor del territorio, aportando solidez y resiliencia a su economía. Al mismo tiempo puso de manifiesto su condición de sector esencial, pues garantizó a la sociedad el suministro de productos imprescindibles en la lucha contra la pandemia.
Según datos del ‘Informe Público 2020’, la industria petroquímica tarraconense alcanzó en 2020 una producción total de 17,05 millones de toneladas, un 12,6% menos que en el año anterior (la producción del 2019 había sido de 19,5 millones de toneladas). Este descenso está vinculado a la pandemia, y en particular a la caída de la demanda en la movilidad. Pese a esta caída global, las empresas de la AEQT mantuvieron su actividad y operativa. Incluso los puestos de trabajo se incrementaron. De los 5.162 del año 2019, se pasó a 5.200 empleos directos en 2020, un 0,74% más. Un incremento leve, pero que se caracterizó además por ser de alta calidad, con unas condiciones, salarios y porcentaje de contratos indefinidos muy por encima de la media. Durante todo el ejercicio el sector mantuvo su protagonismo como líder en exportaciones en la provincia, y como generador del 66% de los movimientos del Port de Tarragona.
El ‘Informe Público’ recoge también indicadores del sector en ámbitos como la seguridad o el medio ambiente. Destaca, en este sentido, que el uso de agua regenerada por parte de las empresas de la AEQT volvió a marcar un máximo histórico, y se situó en un 17,09% respecto al total de agua consumida.
En cuanto a la seguridad, como no podía ser de otra manera, el dato lamentablemente más destacado en 2020 fue el trágico accidente que tuvo lugar en Iqoxe el 14 de enero, en el que murieron tres personas. El objetivo del sector, según recoge el Informe Público 2020 es «extraer un aprendizaje de este accidente, para poder implementar todas las mejoras que sean necesarias».
La pandemia marcó el año de todos los grupos de trabajo de la asociación, que abordaron sus efectos desde sus respectivos ámbitos, desde la comisión de seguridad hasta la de actividades logísticas y portuarias, pasando por la sociolaboral o la de comunicación. En todo caso, como resalta la AEQT, «en ningún momento se dejó de trabajar en los numerosos proyectos que estaban en marcha». El informe de 2020 recoge los avances en el diseño de las formaciones en factor humano o en el proyecto OCS-Zero Pellet Loss, el camino hacia el hidrógeno renovable, la elaboración del nuevo informe de la encuesta sociolaboral, la colaboración con las administraciones en el desarrollo de planes urbanísticos e infraestructuras, la revisión de los sistemas de calificación de empresas de servicios, o la promoción del transporte intermodal, entre otros.
También se recoge la labor de diálogo y transparencia con la sociedad que, a raíz del mencionado accidente del mes de enero, se puso en marcha desde la AEQT.
En 2020, finalmente, la AEQT también fue capaz de conducir el proceso de elaboración de un nuevo plan estratégico, en vigor en 2021. El presidente de la AEQT, Rubén Folgado, manifestó que los datos del informe reflejan que «la industria petroquímica siguió siendo un gran motor económico para el territorio y aportó solidez a la economía en unos momentos de grave crisis».
