La primera Trans Miss Universo España se corona en Tarragona

Ángela Ponce, la ganadora, opta a ganar Miss Universe 2018 y un sueldo de 250.000 dólares

30 junio 2018 07:33 | Actualizado a 30 junio 2018 07:39
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«Ha sido un año único, que me ha brindado innumerables alegrías y sobre todo me ha permitido crecer enormemente en mi carrera».

Con estas palabras terminaba ayer su reinado Sofía del Prado, Miss Universe Spain 2017. Un reinado que esta jugadora de baloncesto albaceteña de 22 años ha dedicado a dar visibilidad al bullying, una lacra que sufrió de manera intermitente hasta segundo de Bachillerato, tal y como ha explicado en varias entrevistas.

Ángela Ponce, la primera candidata transexual en esta categoría, ha sido la elegida para sucederla de entre una veintena de candidatas procedentes de Madrid, Zaragoza, Cantabria, Sevilla, Valencia, Salamanca, las Islas Canarias y Tarragona, representada por la salouense Ariadna Suárez (21).

Para Ponce el título representa «un sueño cumplido y años de sacrificios, preparación y disciplina. Asimismo una gran posibilidad para desarrollarse como modelo y la oportunidad de conseguir el ansiado título de Miss Universe». Estar a las puertas de ‘reinar el universo’, sin embargo, no ha sido un camino fácil. 

Para llegar hasta aquí ha superado con paso decidido y fiera sensualidad distintas pruebas eliminatorias, como desfiles de moda, pruebas fotográficas, y hasta tests de conocimiento y valores.

Todo ello organizado por Be Miss bajo el lema ‘Somos más de lo que ves’, con el fin de encontrar a la «mujer integral» que mejor representará a España en la final internacional, que todavía no tiene fecha.

Esa mujer, según la portavoz de Be Miss Alejandra Sasano, es «aquella mujer empoderada que sabe la importancia que tiene en la sociedad, que vive inspirada en sí misma, y que es coherente en cómo piensa y cómo actúa».

De ello fue testigo directo anoche Tarragona. El Palau Firal i de Congressos acogió la última instancia antes de entregar la corona nacional.

A lo largo de la velada, y durante casi dos horas, las jóvenes demostraron todo lo que han aprendido en su carrera como misses frente a una platea llena de familiares, amigos, seguidores y profesionales de los equipos que trabajan con ellas.

Ponce, la primera transexual

Pero este público no fue el más temido, sino el jurado internacional. Formado por Mariló Sánchez, empresaria y emprendedora; John Miranda, diseñador de Nueva York;  Lucho Ortega, exdirector de Miss Panamá; entre otros, las candidatas demostraron su valía dentro de una gala 2.0.

Por un lado, porque fue retransmitida online a través de las redes. Por el otro, por la pluralidad presente, ya que por primera vez en la historia del certamen fue candidata una chica transexual, la ganadora Ángela Ponce. 

Natural de Pilas (Sevilla), nació hace 26 años y se coronó como Miss Cádiz en el 2015. Ahora se propuso dar un paso más en su carrera desafiando a la historia del concurso y optando a enfrentar a bellezas internacionales.

Ahora la corona no solo la llevará a un escalón más arriba en su carrera, sino que ayudará a dar visibilidad a un colectivo tan discriminado como el de las personas trans.

Finalmente, el arte y la cultura también desempeñaron un papel fundamental, pues a lo largo del concurso fueron intercalándose distintas actuaciones musicales y coreográficas. Las tablas del Palau dieron luz a un completo programa que dio todavía más tensión a la decisión final.

Una vez Ponce coronada, llegó el momento de celebrarlo. Tras las felicitaciones de sus compañeras y el gran aplauso, la joven pileña empezó ayer su reinado como Miss Universe Spain 2017.

Consecuentemente también inicia su preparación para encarar el mayor reto de su carrera, a la vez que representa a nuestro país a nivel mundial.
La recompensa

El premio no es pequeño, pues como promete Be Miss, «la ganadora del premio internacional conseguirá una infinidad de distinciones, premios, viajes, lujos y otras excentricidades propias de un título de belleza.

Asimismo, se llevaría un salario de unos 250.000 dólares anuales y, durante su «reinado», una vivienda y la manutención en Nueva York».

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