La proeza de salvar a una veintena de mastines abandonados

La pequeña perra mastín de la foto todavía no tiene nombre, acaba de cumplir un mes y es la única que sobrevivió de una camada de seis cachorros. Es afortunada, ya tiene casa y desde bien pronto ha conocido el contacto humano. 

Pero la suerte de la cachorra dista mucho de la de su extensa familia, una veintena de mastines que quedaron vagando por los bosques entre Botarell y Riudecols, presuntamente después de que el dueño de una finca les abandonara y comenzaran a cruzarse entre ellos mismos. 

Jordi Almagro, vecino de Riudecols, se ha encargado de ir rescatándolos, alimentándolos y esterilizando, en la medida de sus posibilidades, durante los últimos tres años. Ahora una asociación que está en proceso de constituirse: Mastines sin hogar Tarragona, espera ayudar a mantener a los animales y a darlos en adopción. 

La entidad se presentó este sábado durante una jornada en el local de la Colla Jove que cedió sus espacios. También hubo venta de artesanías y creps. 

Hasta ahora, explica Marta Reynals, presidenta de la Associació d’Advocats en Defensa Animal Tarragona, ADAT, (que también colabora con la asociación) les han asesorado en el proceso de adopción de cuatro animales, los más pequeños. 

Silvia Méndez, adiestradora canina que se ha ofrecido como voluntaria, explica que actualmente están socializando a los perros para poder darlos en adopción. Muchos apenas han tenido contacto con humanos y sólo confían en Almagro. 

De todas maneras ahora la prioridad es esterilizar a los ocho animales que no lo están y buscarles familia teniendo en cuenta que adquieren una tamaño importante. Un animal adulto comer alredor de un kilo de pienso al día. 

En la página de Facebook Asociación Mastines sin Hogar se puede contactar con ellos y saber como donar pienso a través de internet.