La pyme de Tarragona paga la electricidad más cara de Europa

Un informe de la Pimec revela que las pequeñas empresas abonan un 24% más que la media continental en el tramo de menor consumo, que es el inferior a los 20 MWh anuales

11 julio 2018 11:11 | Actualizado a 11 julio 2018 11:15
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La micro, pequeña y mediana empresa de la provincia de Tarragona sufre, como en el resto de Catalunya y de España, el precio de la electricidad más elevado de toda la Unión Europea.

Así lo revela un informe elaborado por parte  de la patronal Pimec, que indica que los empresarios de menor tamaño de la demarcación deben abonar un 24% más que el promedio de los otros 25 países de la Unión Europea por el tramo de menor consumo, que es el inferior a los 20MWh al año. 

El trabajo se ha realizado en base a los datos ofrecidos por parte del Eurostat, y deja claro que «en España las empresas menos consumidoras de electricidad son las que la pagan más cara de toda Europa». 

En concreto, la pequeña y mediana empresa española debe afrontar una tarifa de 0,2325 euros al KWh por un consumo anual inferior a los 20MWh, una cifra muy superior a lo que se abona en el resto de Europa.

De hecho, Francia y los países nórdicos son los que tienen los precios más competitivos de toda Europa, mientras que entre los estados de mayor tamaño y capacidad económica, el promedio que se paga es de 0,1870 euros, siendo Italia el estado con la electricidad más cara, con una tarifa de 0,2218 euros, seguida de Alemania, con 0,2206 euros por KWh.

Asimismo, entre el segundo grupo de países con mayor productividad y dimensión, el promedio que se abona por el mínimo uso de electricidad es de 0,1528 euros. Entre este grupo, Bélgica es el país con un coste más elevado en el tramo de menor consumo, con una factura de 0,2098 euros por 20MWh al año.

Entre el grupo de los países menos desarrollados, Rumanía es el que cuenta con una tarifa menos costosa, que es de 0,0962 euros, una cifra que en España es un 140% más elevada. Hungría, con un coste de 0,1080, es el segundo país más económico para las pequeñas empresas.

En general, las pequeñas compañías pagan un 24% más que el promedio de las economías grandes y un 52% más que la media de las economías avanzadas. Asimismo, el coste de la electricidad en el Estado español es un 63% más elevado que la media de compañías menos desarrolladas.  

Tendencia a la baja

En el informe se afirma que «los datos demuestran el gran diferencial de precios que pagan las empresas españolas que consumen menos electricidad con las que utilizan más». En esta línea, el estudio resalta «los 23,45 céntimos que han pagado en 2017 los consumidores de menos de 20MWh con los 7,79 céntimos por KWh de las compañías con un consumo que oscila entre los 20.000 y los 70.000 MWh».

Asimismo, el informe de la patronal especifica que, en el estado español, «la distancia de precios que existe entre el consumidor de electricidad más pequeño y el consumidor más grande es la más alta de Europa». 

Por lo que se refiere a la evolución de los precios, los técnicos de Pimec resaltan que la variación «muestra una ligera tendencia a la baja entre 2014 y 2017, tanto en España como en el resto de los países estudiados, en todos los niveles de consumo». Sobre ello, mientras que el precio de un consumo de menos de 20MWh al año era en 2014 de 0,2834 euros por KWh, esta cifra se ha ido rebajando desde los 0,2713 KWH de 2015 a los 0,2476 de 2016 y, finalmente, a los 0,2325 de 2017. 

El peaje del déficit tarifario

El economista de la Pimec Moisés Bonal indica que lo más sorprendente del informe «es que da continuidad a otro que se hizo en 2014, y que iba en la misma línea. No se ha hecho nada para cambiar la situación», resalta el representante de la patronal del pequeño comercio. 

Sobre las causas que llevan a que los pequeños negocios de Tarragona tengan que pagar la factura de electricidad más alta de Europa, Bonal cita al «sistema general» que calcula el precio, en el que se incluyen factores como «los peajes que deben pagarse, el déficit tarifario y la diferencia entre la distribución de potencia y el consumo energético real». 

Lo peor, sin embargo, es que «no hay visos de que esto pueda cambiar, ya que para abonar el déficit tarifario se han vendido bonos avalados con deuda pública», según afirma Bonal, lo que hace prever que, a corto plazo, la situación no cambiará y que las pymes seguirán abonando una elevada factura por la electricidad que consumen. 

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