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La cuenta atrás para la recuperación de la antigua sede de la Autoritat Portuària de Tarragona (APT) está en marcha. El próximo mes de abril está previsto que se iniciarán los trabajos, que se prolongarán por espacio de dieciocho meses, por lo que, si no hay ningún contratiempo, la intervención de obras debe finalizar en otoño de 2020.
El inicio de este proceso está en marcha, después de que ya se ha adjudicado el contrato de obras por valor de 4,7 millones de euros. La Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las sociedades Comsa, Sau y Gestión Ingeniería y Construcción de la Costa Dorada (GICSA) llevará a cabo los trabajos que consistirán en una rehabilitación integral del edificio, que se destinará a uso administrativo y de servicios portuarios.
El proyecto mantendrá la estética y la esencia arquitectónica del edificio construido entre finales de los setenta y principios de los ochenta por Josep Maria Garreta Cusidó, que se ha convertido en un icono del skyline marítimo por sus prismas hexagonales. Lo que cambiará será el interior que se reformará completamente. Los 4.828 metros cuadrados de superficie construida se distribuyen en cinco plantas. En la superior se ubicarán los servicios técnicos y administrativos de Salvamento Marítimo, le área de señales marítimas de la APT y el área administrativa de la Corporación de Prácticas. También habrá salas operativas para Capitanía Marítima y la Dirección de Operaciones Portuarias, así como una sala de crisis. Son servicios que en parte estaban en Port Control y que ahora, con las nuevas instalaciones, se centralizarán.
Abierto al público
Otras dos plantas se habilitarán para acoger oficinas por terceras empresas que estén interesadas en esta ubicación. En cuanto a las otras dos, se destinarán para usos de la misma Autoritat Portuària.
Por último, la planta baja estará abierta a la ciudadanía, con servicios de carácter público como una sala de actos y un centro de interpretación del puerto, que dará a conocer a la sociedad la historia y evolución de esta infraestructura portuaria. El inmueble sirvió como antigua sede de la APT hasta junio de 2010, cuando se trasladaron las oficinas al edificio actual.
