'La revolución en Catalunya no ha empezado porque no ha habido muertos'

Eudald Carbonell (Ribes de Freser, 1953) es doctor en Geología del Cuaternario, en Historia y catedrático de Prehistoria. Desde 1999 es investigador principal del Grup d’Autoecologia Humana del Quaternari de la URV e investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES). Dirige junto a Juan Luis Arsuaga y José María Bermúdez de Castro el proyecto Atapuerca. Publica un libro coincidiendo con el 40 aniversario del inicio de la excavación en este yacimiento burgalés.

¿Qué es lo primero que le pasa por la cabeza cuando escucha Atapuerca?
Me pasa todo por la cabeza. Es como cuando a uno le dicen que va a morir y el cerebro empieza a rebobinar y a recordar lo que ha vivido. Siento esta sensación tan potente, recordando cosas que me había imaginado, otras que no, en lo que he contribuido en hacer...

¿Sigue siendo aquel ‘tesoro desconocido’ del que siempre se ha hablado?
Atapuerca es una gran desconocida. Tan solo hace cuarenta años que estamos trabajando. Queda excavación para dos o tres mil años.

¿Cómo?
Como mínimo. Queda todo por hacer. Lo que hemos hecho es un peritaje.

¿Qué saben hasta el momento?
Sabemos muy poco. Hace 1,5 ó 1,2 millones de años fue ocupado por los humanos, y todas las especies que han habitado Europa han pasado por allí. No pasa en ninguna otra parte.

"Lo que hemos hecho tras 40 años de excavaciones en Atapuerca es un peritaje, quedan dos o tres mil años de trabajo"

¿Es el kilómetro cero que lo explica todo?
De Europa todo. A partir de 1,3 millones de años tenemos el homo erectus, a 800.000 el antecesor, a 600.000 el homo heidelbergensis, a 50.000 los neandertales. Solo con Atapuerca puedes explicar la historia humana de Europa. Los romanos, por supuesto, el bronce, el neolítico, la edad media... Todo.

¿Qué interrogantes le gustaría responder?
En estos cinco años que nos quedan me gustaría encontrar el homo sapiens antiguo. Los objetivos que teníamos los hemos cumplido de sobra con el hallazgo de los neandertales. Hemos descubierto el funeral más antiguo de la historia, pruebas de canibalismo, la secuendia de ADN mitocondriado más antigua... Tenemos un supermercado de información.

¿Cómo vivían?
Depende de la especie. Hace 400.000 hablaban, vestían y cuidaban los enfermos. Hace 1,3 millones de años la violencia era una cosa intrínseca, eran caníbales.

¿Por qué se convirtió en este punto de confluencia?
Porque Atapuerca se ha conservado. Es un caso senil, que se ha fosilizado. Además estamos hablando de un entorno con una montaña baja, varios ecosistemas, con el río y la sabana, y que está situado en el norte, entre la Sierra Cantábrica y la Meseta. Probablemente hay más Atapuercas, pero no se han conservado.

¿Los veranos de Eudald Carbonell siempre han sido en este yacimiento?
Desde el año 1978 cuando empecé. He participado en otras excavaciones, en otros países, pero en ésta no he fallado nunca. Hasta dentro de cinco años, cuando vamos a cumplir los setenta y daremos paso a la nueva generación.
Alrededor de ésta ha desarrollado prácticamente toda su trayectoria. 
Es que empecé allí a los 24 años. Habré pasado 45 años de mi vida excavando todos los veranos allí. 

¿Somos conscientes de lo que atesora?
No, pero es que como sociedad no somos conscientes prácticamente de nada. La falta de consciencia forma parte de la etología animal humana. 

Es un gran conocedor del pasado más lejano pero está muy preocupado por el futuro de la sociedad.
El pasado, el presente y el futuro es lo mismo. Nuestro trabajo consiste en crear continuidad para entender el mundo. 

"La revolución en Catalunya no ha empezado porque no ha habido muertos. No hay ninguna insurrección que triunfe sin víctimas"

¿Qué verán los arqueólogos del futuro cuando hallen nuestros restos?
Como nosotros hemos encontrado fábricas de cerveza de hace tres mil años, ellos se encontrarán campos de fútbol soterrados, baños, viviendas... Pero también se encontrarán un montón de información en forma de anuncios, pen drives. Será una arqueología muy diferente, supongo que más sencilla que la nuestra, porque estará todo escrito.

¿Vamos hacia el abismo?
Vamos hacia una catarsis y una rotura de la continuidad. Estamos llegando al colapso de la especie, a la tercera guerra mundial.

¿Con armas?
Sí, claro, de destrucción masiva.

¿Qué la provocará?
Los humanos somos como somos. Cuando crecemos demográficamente y nos desarrollamos, conseguimos el equilibrio a través de las guerras. 

¿Hemos nacido para matar?
No. Hemos nacido para vivir, pero para vivir hay que matar.

¿Y ya está? ¿hay que aceptarlo de esta forma?
Es que es así. La primera y la segunda guerras mundiales se hicieron para que las mercancías pudieran recorrer todo el mundo sin ningún problema. Los humanos no, pero las mercancías sí porque el capitalismo las necesita. La revolución científico-técnica nos costará millones de muertes.

¿Será la causa de este nuevo conflicto?
Claro, toda revolución cuesta muertos.

Hay quien compara lo que está pasando en Catalunya con una revolución.
Sí, pero aún no ha empezado porque no ha habido muertos. No conozco ninguna insurrección que haya triunfado sin víctimas. La historia es cíclica. Estamos en la misma situación que a principios del siglo XX. En aquellos momentos se socializaba la revolución industrial y ahora la científico-técnica. 

¿Puede evitarse?
No. La historia no puede evitarse. En todo caso puede modificarse, pero no puede evitarse lo inevitable. 

Entonces, ¿en qué hemos evolucionado?
En la forma de pensar, la tecnología, el pensamiento y el conocimiento. Pero en lo que se refiere a nuestro comportamiento, muy poco. Es la historia. Debemos dar información a la gente para que piense y pueda evitarse esta destrucción masiva que viene, que al menos la próxima no siga el mismo proceso.

¿A dónde empezará a romperse?
Ya ha empezado. Ahora debe pasar la parte más violenta del proceso.

¿Cree que esta caída de la sociedad puede originarse en Estados Unidos?
Probablemente la caída de las Torres Gemelas fue el inicio de esta guerra. Por ello, considero que es tan importante tener esta visión de la vida tan amplia y extensa, en la que vemos desde Atapuerca qué hemos aprendido y cómo ha avanzado la ciencia. Es importante tener un sustrato para poder pensar. El pasado no tiene ningún sentido si no sabemos lo qué queremos del futuro.