La sustracción del móvil está detrás de la mitad de los robos violentos

Los Mossos d’Esquadra descartan que en la comarca haya bandas organizadas que se dediquen a este delito

24 agosto 2017 08:22 | Actualizado a 24 agosto 2017 08:37
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Un total de 980 robos con violencia o intimidación –tienen la misma pena, según el Código Penal– se produjeron el año 2015 en la demarcación de Tarragona, según los datos que constan en el anuario de la Fiscalía de Tarragona. Y ahora el botín principal es el teléfono móvil. Así lo asegura al Diari el subinspector de la Unitat d’Investigació del Tarragona de los Mossos d’Esquadra, quien asegura que en la mitad de los robos violentos se consigue este preciado objeto. En la mayoría de los casos se utiliza la violencia física y sólo en contadas ocasiones, la verbal. Los autores suelen ser jóvenes y el destino final de los aparatos son países del Este de Europa.

Los teléfonos móviles se han convertido en los últimos años en una herramienta de trabajo y también de ocio. Si los primeros aparatos que salieron, posiblemente por sus pocas prestaciones y su gran volumen, no eran muy apreciados entre el mundo de los delincuentes, con la llegada de los nuevos, con unas amplias prestaciones, se ha convertido en el objetivo de los ladrones.

Normalmente, los robos con violencia que se cometen en la zona del Tarragonès son con violencia física, «aunque cuando la víctima es menor de edad –12 o 13 años- se usa mucho la verbal», recalca el subinspector de los Mossos d’Esquadra. Cuando el objetivo es ya más mayor, lo tiran al suelo y le sustraen el móvil. Muchas veces las heridas no se producen en la agresión propiamente dicha sino en el contacto con el suelo.

La mayoría de los aparatos que son sustraídos van a parar a países extranjeros

El fenómeno de la sustracción de móviles comienza en el momento en que se trata de un bien caro y cuando los menores son conscientes de que aquello que llevan en el bolsillo tiene mucho valor.

Las poblaciones de la comarca del Tarragonès donde se dan más este tipo de delito son las de la costa y zonas de ocio, una circunstancia que se repite en otras localidades importantes de la demarcación. 

Multirreincidencia

Los autores de los robos con violencia suelen ser jóvenes, la mayoría multirreincidentes. «Los menores de edad realizan este tipo de robos con violencia hasta cuando alcanzan la mayoría de edad. Entonces cometen dos y se dan cuenta de que pueden ingresar en prisión. Y dejan de hacerlo», recalca el subinspector de los Mossos d’Esquadra. Añade que es «relativamente fácil» resolver un caso de este tipo porque la víctima suele ver al autor.

Otra cosa es que después la víctima pueda identificar al autor. Por ello, el mosso asegura que este tipo de delitos tiene una «alta resolución», siempre y cuando la víctima aporte datos suficientes que permitan la localización y detención del autor. Se ha dado algún caso de que la víctima, al cabo de un tiempo, ha visto y reconocido a su asaltante por la calle.

Sí que descarta totalmente el subinspector es que los autores de estos robos sean bandas organizadas, «son grupos de amigos».

El verano es la época más problemática porque es cuando se comenten más estos delitos, en cualquier día de la semana, pero preferentemente en la tarde-noche. 

Las lesiones

En la mayoría de asaltos, las víctimas no sufren ni lesiones ni erosiones. Pero cuando se trata de personas de edad avanzada, la cosa cambia. Muchas se resisten y caen al suelo, sufriendo graves heridas e incluso la muerte.

La mayoría de los móviles que se sustraen, como las víctimas son jóvenes, suelen tener un precio de entre 300 y 400 euros. «La mayoría de los jóvenes delincuente roba los móviles para conseguir dinero». Pero cuando los venden –legal o ilegalmente– consiguen sólo entre 20 y 25 euros, dice el subinspector.

«Quizás algún joven se queda alguno, pero los suelen vender a los locutorios, no van a tiendas de segunda mano». Y sólo una muy pequeña parte los cambia por droga. Por ello, recalca, «en todas las operaciones antidroga que hacemos, durante los registros siempre encontramos móviles robados». 

18 meses de internamiento

Dieciocho meses de internamiento es la medida impuesta por el juez de Menores a dos adolescentes que a las cuatro y media de la madrugada del 21 de mayo del año pasado abordaron a dos jóvenes en la calle Pons d’Icart de Tarragona. Los acusados asaltaron a las víctimas por la espalda. Cogieron a uno de los jóvenes por el cuello y le dieron puñetazos y patadas hasta que consiguieron cogerle el teléfono móvil Galaxy A5.6, valorado en 310 euros. La víctima sufrió lesiones en la pierna. Las lesiones tardaron dos días en curarse, según la sentencia.

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