La única obra de Gaudí en la provincia de Tarragona corre peligro

La iglesia donde se encuentra el legado, en la calle Méndez Núñez, es víctima de filtraciones de agua y humedad. La causa podría ser el mal estado de una tubería que pasa por debajo

21 junio 2020 00:50 | Actualizado a 21 junio 2020 00:59
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La única obra de Gaudí en Tarragona se encuentra en el interior de una iglesia de la calle Méndez Núñez. El legado del arquitecto modernista corre peligro, ya que el santuario sufre humedades importantes desde hace más de cinco años. El agua se está comiendo el suelo de mármol y está filtrando a través de las paredes. Pero no solo del templo religioso. Las tiendas y edificios colindantes también se ven afectados en días de lluvia. La causa no está clara, aunque la primera hipótesis habla de una tubería en mal estado, procedente de la Escola Pau Delclòs, ubicada en la misma calle.

La iglesia de Jesús-Maria es una capilla de Tarragona protegida como Bé Cultural d’Interès Local. Destaca la fachada creada por Ignasi Jordà, y el interior realizado por el arquitecto Antoni Gaudí, quien diseñó el santuario, sin apenas acabar los estudios, porque quiso agradecer la generosidad de las monjas que vivían allí después de acoger a su sobrina huérfana durante unos años.

Gaudí se encontró con un gran espacio diáfano. Solo había puertas y ventanas. Actuó como arquitecto ornamentista en un santuario de estilo neogótico. Destacan el altar, las estilizadas columnas de hierro, el suelo de mármol y la sillería, que fue destruida en el año 1936. La capilla se inauguró en 1879, cuando se abrió con lo más elemental para que las monjas pudieran utilizarla. No fue hasta el 1899, cuando la obra quedó completa y terminada.

Se trata de una joya histórica y artística que, hoy en día, está en peligro. Todo empezó hace unos cinco años, cuando el cura responsable de la iglesia, mosén Antoni Martínez Subías, empezó a detectar unas humedades alarmantes. Al llover, una parte del santuario quedaba inundada. Nadie sabía de dónde venía, solo que el agua estaba deshaciendo parte del suelo de mármol.

En los últimos dos años, la situación ha empeorado y el escenario es preocupante. El agua ha filtrado por capilaridad y las humedades llegan hasta las paredes y las columnas. También en los despachos. El equipo de gobierno anterior, liderado por Ballesteros, era conocedor de la situación que vivía la obra de Gaudí. Nadie hizo nada para salvarla. «Si no ponemos solución al problema, perderemos una pieza muy importante de nuestra historia. Tenemos que empezar por saber de dónde proviene el agua», apunta mosén Antoni Martínez Subías.

Y los de al lado también

Las filtraciones no solo afectan a la iglesia. Los edificios, parkings y comercios colindantes sufren las consecuencias del problema. El restaurante El Terrat ha sido uno de los más damnificados. Cuando llueve, el agua sale a chorros por las cámaras, por los enchufes y por los lavabos. «Nunca hemos visto una cosa igual», dice Mohamed Quach, propietario de El Terrat, quien explica que han instalado unos desagües en el suelo del local para que, cuando vuelva a ocurrir, el agua tenga por donde salir. Quach contrató a profesionales para que investigasen cuál era el problema. «La avería no es nuestra. No sabemos de dónde proviene, pero lo que podemos decir es que estamos dispuestos a colaborar para encontrar la causa», explica Quach.

La solución para este empresario es levantar el suelo en su totalidad e impermeabilizarlo todo. «Esto es un dineral, no lo podemos asumir. Es más lógico buscar el origen del problema», añade Quach, quien se ha visto obligado a cambiar unas cuantas veces el suelo de las cámaras.

La causa: una tubería rota

Hartos de esta situación, la comunidad de vecinos del número 16 de la calle Méndez Núñez contrató un arquitecto técnico para esclarecer los hechos. Se trata de Ferran Ferré, quien cree que el origen del problema está en una tubería rota que sale del sumidero del patio de la Escola Pau Delclòs y que pasa por debajo de la iglesia de Jesús-Maria.

En el restaurante El Terrat, el agua sale a chorros por los enchufes y las cámaras

«El patio del colegio tiene una extensión importante y, hace pendiente dirección a la iglesia. En el mismo patio, hay un sumidero donde va a parar el agua, tanto de la escuela como del tejado del santuario», explica Ferré, quien sigue: «Toda esta agua corre por una tubería que pasa por debajo de la iglesia. Deduzco que es en ese punto donde hay alguna rotura que hace brotar el agua». Ferré alerta de que esta humedad que filtra por capilaridad ataca gravemente a los fundamentos de los edificios.

Ferré ha redactado un informe con sus primeras conclusiones, que ha entregado al Ayuntamiento. También ha solicitado que se inspeccione esta red por parte de Ematsa y ha pedido los planos de la distribución del alcantarillado de la zona, para saber a quién corresponde la tubería dañada.

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