«La universidad catalana está estancada por la falta de recursos»

Cuando han empezado las obras de la Facultat d’Educació la mejora de las infraestructuras y el relevo generacional constituyen los grandes retos pendientes de la URV

13 marzo 2018 11:57 | Actualizado a 14 marzo 2018 12:17
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Josep Antón Ferré (Vila-seca, 1958) es doctor en Ciències Químiques por la UB y catedrático de Mecànica de Fluids. Fue elegido rector de la URV el 13 de mayo de 2014 y volverá a presentarse en las elecciones previstas para el día 15 de mayo, con el objetivo de seguir otros cuatro años.

¿Qué le ha quedado por hacer para que quiera seguir otros cuatro años?
Más cosas de las que me habría gustado porque hemos conseguido superar la crisis pero no hemos tenido la ayuda definitiva por parte de la Generalitat. La princesa se ha salvado sola, pero tanto en materia de infraestructuras como a nivel de relevo generacional han quedado cosas pendientes. 

¿Infraestructuras y relevo generacional serán sus prioridades?
Sí. Hemos podido desencallar el tema de las promociones de cátedra y estamos convirtiendo en agregados a los lectores que cuando empezó la crisis acababan de entrar, pero nos han quedado cosas pendientes.

Acaban de empezar las obras de la nueva Facultat d’Educació.
Sí, pero nosotros podemos empezar una parte de las obras de un proyecto que hace diez años que quedó colgado. Y si en aquellos momentos la única inversión que nos faltaba era la Facultat d’Educació, ahora tanto Medicina como completar Belissens están llamando a la puerta.

¿Tienen el compromiso de la Generalitat para la segunda fase?
Es que casi hace un año que no tenemos interlocutor. Nos reunimos para las cosas ordinarias, pero hasta que no haya un nuevo Govern no recuperarás el plan de inversiones.

¿Qué consecuencias tiene para la universidad esta situación?
Principalmente de cara a las infraestructuras y, en menor medida, también en cuanto a personal, ya que tenemos capacidad de cubrir las vacantes, pero hay ámbitos en los que necesitamos crecer –ya sea en PDI o en PAS– y no podemos.

«Debemos recuperar el nivel de matrículas de los estudiantes y de financiación de antes de la crisis. Se soluciona con tres saltos del 10%»

Tampoco disponen de más recursos.
Debemos recuperar el nivel de matrículas de los estudiantes y de financiación de antes de la crisis. Y esto se soluciona con tres saltos del 10%. Un 10% menos cada año en las matrículas y un 10% más de subvención, para afrontar los problemas de forma razonable.

Antes de verano se anunció el inicio del debate para el Pacte Nacional per a la Universitat, ¿se ha avanzado?
Está congelado. La dinámica de reuniones no se ha recuperado.  

En varias ocasiones los rectores han protagonizado actos de reivindicación, ¿descartan que pueda haber otro?
No, los rectores catalanes nos estamos entrevistando con todos los grupos parlamentarios para que no tengan duda de que las universidades catalanas estamos funcionando muy bien, pero debemos poder hablar de planes de futuro.

En su mandato como rector han celebrado los 25 años como URV, ¿qué retos tienen a partir de ahora?
Se ha hecho un recorrido excepcional, situándonos como una universidad de ámbito mundial. Ahora falta poder consolidarlo. Cuando hablo de relevo generacional no es porque sí. En los próximos diez años se jubilará la generación fundadora y esto implica un relevo en el conjunto de las facultades que debemos poder hacer con tranquilidad.  

¿Piensa en tener más estudiantes?
Tenemos un tamaño de alrededor de los 15.000 estudiantes, muy normal en Europa. En cambio, veo la posiblidad de seguir creciendo en cuanto a jóvenes internacionales. Casi el 36% de los estudiantes de doctorado son extranjeros, el 26% de los de másters y en cuanto a la oferta de grado falta crecer en el ámbito local.

¿Que un barcelonés o un gerundense venga a Tarragona a estudiar?
Quizás de Girona es más difícil porque tienen Barcelona, pero por qué no del País Valencià o de Aragó. Debemos insistir en el modelo docente y los estudiantes de la URV tienen unas características singulares.

¿Cuál es el ADN del estudiante URV?
El perfil digital, la capacidad de innovación, el compromiso cívico y social, con vocación de internacionalización y capacidad para trabajar en equipo. Son aspectos que ya tenemos, pero a los que debemos dar más valor para generar una marca URV.

Ahora ya nadie habla de que en Catalunya hay demasiadas universidades.
En todo caso lo que hay son universidades mal financiadas. Es un debate que se abrió cuando se pensó que así habría más recursos para las que quedaran, pero también tendríamos a menos universitarios. Estamos en la misma cifra de universidades que en Europa, lo que pasa que si nos comparamos con las que están en un mismo nivel en los rankings, ellos tienen el doble de los recursos. 

«En los próximos diez años se jubilará la generación fundadora y esto implica un relevo en el conjunto de las facultades»

¿Qué considera que sería una buena financiación?
La que nos permita proporcionar a los estudiantes medios materiales y recursos humanos. No tan solo unas mejores infraestructuras, sino poder ofrecer contratos más atractivos a más personas o más del 30% de estudiantes de doctorado becados, como tenemos ahora. 

¿Se está quedando gente fuera de la universidad por culpa del precio de las matrículas?
No lo sabemos, pero las becas que ofrecemos las cubrimos todas cada año, el 35% de los alumnos que entra a la universidad está trabajando y tenemos el porcentaje más alto de becas del Ministerio en Catalunya, y como éstas se dan por control de renta, significa que servimos a una comunidad que no es la más rica. Más que bajar las matrículas, los estudiantes deberían tener la oportunidad de tener becas-salario. Un país que invierte en los jóvenes lo hace en su futuro. La educación superior es la que crea la riqueza de los países.

Sin olvidar la investigación.
Cuando solicitamos más recursos para que el profesorado esté mejor pagado es porque queremos que todos sean docentes e investigadores. Que generen conocimiento para poder transmitirlo. Y aquí sí que el crecimiento que hemos tenido es espectacular.

¿Cómo se nota la reducción de los presupuestos de investigación en los laboratorios?
El crecimiento es lento y la bajada de resultados no es inmediata, lo que nos preocupa es que si no recuperamos y reinvertimos no podremos recuperarlo fácilmente. Ahora se están leyendo las tesis de hace tres años.

Pero hace tres años ya venían alertando de esta situación.
Los resultados que ahora vemos son de la inercia y el perfeccionamiento intentando multiplicar los recursos, pero esto tiene un límite. Un ejemplo, el año pasado, cuando cerramos el presupuesto, dejamos 500.000 euros destinados a cofinanciar una convocatoria que el Gobierno debía sacar para renovar los equipamientos científicos grandes; un año más tarde, la convocatoria no ha salido. Los equipamientos de muchos de los departamentos necesitan una renovación. Tenemos muchos de los aparatos de antes de la crisis que el día que se estropeen no sé si podremos reemplazar porque son viejos. 

Auténticos equilibrios.
Optimizamos los recursos que tenemos y esto es lo que nos ha permitido aguantar la crisis, pero esta situación tiene un límite. No podemos seguir trabajando como ahora.

«Tenemos una masa crítica para comportarnos como un todo. Más que liderazgos lo que nos falta es tener un proyecto común»

¿Está estancada la universidad catalana por la falta de recursos?
Sí. La universidad catalana necesita urgentemente recuperar el nivel de inversión de antes de la crisis si no queremos tener que empezar de cero.  

¿Cómo ve el debate territorial que se ha abierto en el Camp de Tarragona?
Es un tema sobre el que siempre hemos creído. Hemos visto la capacidad transformadora de la universidad sobre la vida de las personas y del territorio, fijando y atrayendo al talento, por lo que vemos que es imprescindible que, como territorio, tengamos la misma ambición que tuvimos como universidad. Podemos tener centros en varios sitios, pero somos una sola universidad. Tenemos una masa crítica para comportarnos como un todo. Más que liderazgos lo que nos falta es tener un proyecto común.   

¿Y esto pasa por crear un área metropolitana?
Pasa porque los ayuntamientos grandes se pongan de acuerdo con estrategias comunes. El desmantelamiento de la vía no es un problema de Cambrils o de Salou, es de todos, como también lo es la conectividad de la estación del Camp de Tarragona. Porque si no no seremos nada en un mundo que está creciendo en polos de ciudades. O eres uno de estos o desapareces, y aquí tenemos capacidad suficiente. Pensar que lo que nos pasa es culpa del vecino es una fuente de mediocridad inagotable. 

¿Cómo afecta a una universidad repartida por el territorio esta falta de visión conjunta?
La movilidad interurbana es un auténtico drama.

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