La urbanización de las Parcel·les Iborra, de Tarragona, en suspenso

URBANISMO. El Ayuntamiento quiere mejorar la movilidad
y accesibilidad de uno de los viales previstos

28 octubre 2019 08:20 | Actualizado a 28 octubre 2019 11:37
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El proyecto definitivo para la urbanización de las Parcel·les Iborra debía aprobarse en noviembre del año pasado. No obstante, las obras aún no se han iniciado y, de hecho, este último trámite está suspendido por parte del Ayuntamiento. Así lo acordó la última reunión de la Junta de Govern local, celebrada el pasado viernes, en la que se consideró que hay defectos «enmendables» en el proyecto.

El PA-102 comprende los terrenos al norte de la Vall de l’Arrabassada, hasta la ermita de la Salut. Se trata de una zona de viviendas consolidada en la que debe hacerse la urbanización y reparcelación de los terrenos. El motivo que ha llevado a la suspensión hace referencia a una mejora de las conexiones con la Vall de l’Arrabassada. Así lo explicó el concejal de Territori, Xavier Puig, quien asegura que «con un coste económico muy pequeño, la mejora para el barrio será muy importante, si en lugar de un vial con escaleras se hace en pendiente».

El responsable en materia de urbanismo manifestó que, tras las conversaciones con los técnicos municipales, se ha considerado que «este cambio supondrá más accesibilidad y mejorará la movilidad y la seguridad de esta zona, porque no dependerá de una sola entrada sino que habrá dos». Asimismo, se apunta que, con esta solución, se desvincula del desarrollo del plan de mejora 13b, que es el que está justo al lado –que afecta al bar Camp Nou así como a las viviendas que lo rodean–.

La urbanización de las Parcel·les Iborra es una vieja reivindicación del vecindario, que lleva años de negociaciones con el Ayuntamiento para adecuar todo este entorno. Esto supondrá la construcción de entre 50 y 75 nuevas viviendas, así como la adecuación de 8.000 metros cuadrados de calles nuevas, con todos sus servicios.

La urbanización cuenta con red eléctrica y servicio de telefonía, ambos de forma aérea. Las viviendas también tienen suministro de agua potable, aunque no forma parte de la red municipal ni cumple con las características necesarias, de forma que debe hacerse completamente nueva. Por otro lado, no hay alcantarillado, alumbrado público ni gas.

Más de tres millones

El proyecto contempla un total de nueve calles, de las cuales cuatro ya existen. Cuando la Junta de Cooperació tenga luz verde definitiva para iniciar los trabajos, la ejecución de las obras se prolongará por espacio de unos diez meses, según incluye el plan de trabajo que consta en el proyecto redactado por los servicios técnicos municipales.

El presupuesto de ejecución de las obras asciende a 3.160.726,56 euros de los cuales 211.173,81 deberá asumirlos la administración local.

El edil republicano defiende que este entorno es un emplazamiento de «máxima prioridad» y argumenta que «priorizar que los nuevos sectores estén debidamente conectados con la ciudad del entorno es hacer un urbanismo de calidad».

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