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La mujer de 91 años cuyo cadáver fue encontrado la noche del pasado miércoles en su piso de la calle Pin i Soler de Tarragona murió asfixiada con un cojín. Así se desprende de la investigación que se está llevando a cabo. El cuerpo de la víctima fue descubierto después de que un familiar muy lejano se presentase en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Sant Andreu. Allí confesó el crimen y se procedió a su detención.
El hombre, de 70 años y vecino de Barcelona, es el suegro de la sobrina de la fallecida. Explicó a los agentes que había matado a la mujer aunque, al parecer, no señaló el motivo. Tras esta confesión, agentes de los Mossos d’Esquadra de Tarragona se trasladaron al domicilio de la víctima, situado en el número 11 de la céntrica calle Pin i Soler. Allí encontraron el cadáver de la mujer, que vivía sola.
Los agentes de la Divisió d’Investigació Criminal (DIC) del Camp de Tarragona se hicieron cargo de la investigación. La Policía Científica también estuvo en el piso analizando cada rincón así como determinando el arma del crimen. A la vivienda también acudió una comisión judicial. Sobre las diez y media de la noche se procedió al levantamiento del cadáver.
Trasladado a Tarragona
El detenido fue trasladado ayer, desde Barcelona, a las dependencias de los Mossos d’Esquadra de Campclar, donde por la tarde prestó declaración ante los investigadores. Por el momento no ha trascendido el móvil del crimen. Una de las hipótesis con las que se trabajaría sería el tema económico. También, los médicos forenses tendrán que examinar el estado mental del detenido, que hoy o mañana pasará a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Tarragona, que está de guardia y que ha decretado el secreto de las actuaciones.
A pesar de su avanzada edad, posiblemente la fiscal de guardia solicitará prisión provisional y sin fianza por un delito de homicidio o asesinato. En el futuro se le podría apreciar la atenuante de confesión ya que, posiblemente, si no se hubiera entregado, se habrían tardado días o semanas en hallar el cuerpo.
Ayer por la tarde, familiares de la mujer fallecida estaban retirando enseres del piso. Y al mediodía, en la Plaça de la Font, se guardó un minuto de silencio en memoria de la víctima.
El primero del año
Este es el primer crimen que tiene lugar este año en la demarcación de Tarragona. El año pasado fueron tres. El primero fue cometido en un lugar no determinado pero el cuerpo apareció el 8 de febrero flotando en el río Ebre, a la altura de Campredó (Tortosa), con dos disparos y las manos mutiladas, posiblemente para dificultar su identificación a los investigadores.
El 26 de agosto, en Vila-seca, un hombre mató presuntamente a la pareja de su exmujer. Y dos días después, en Flix, fue encontrado el cadáver de un hombre cerca de una plantación de marihuana.
