Las amistades peligrosas del expresidente del Port de Tarragona

La Udef asegura que el primogénito del expresident de la Generalitat recibió 9 millones de pesetas en 1998 a cambio de una concesión portuaria

19 mayo 2017 17:47 | Actualizado a 21 mayo 2017 15:27
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El expresidente del Port de Tarragona Lluís Badia aseguró ayer al Diari tener «la conciencia tranquila» después de las últimas informaciones que le relacionan de nuevo con los supuestos negocios turbios de Jordi Pujol jr, primogénito del expresident de la Generalitat Jordi Pujol.

Según publicó ayer el diario ‘El Mundo’, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (Udef) sostiene que Jordi Pujol Ferrusola «intermedió con su influencia» para que Lluís Badia concediese en 1998 el almacenaje de combustible del Port a la empresa Euroenergo.

El organismo del Cuerpo Nacional de la Policía dedicado a la lucha contra la corrupción, cree que Euroenergo habría pagado nueve millones de pesetas de la época (54.000 euros) a la familia Pujol pocos días después de la mencionada adjudicación. «La Policía enlaza así por primera vez la fortuna de los Pujol en Andorra con la adjudicación de contratos públicos por parte de administraciones controladas por los nacionalistas», dice ‘El Mundo’.

Badia niega haber presionado para que Euroenergo se llevase la concesión. «La decisión de adjudicar una concesión a una empresa la toma de forma colegiada el Consejo de Administración del Port, donde también está representado Puertos del Estado. Yo no podía interceder de ningún modo». A la pregunta de si el presidente puede ‘sugerir’ cuál es la mejor oferta, Badia responde que «es una decisión técnica. Además hay auditorías. Es imposible que yo pudiese mediar» en favor de la empresa supuestamente preferida por Jordi Pujol hijo.

El informe de la Udef es, sin embargo, contundente: «Examinando la resolución encontramos que uno de los párrafos contiene una referencia a la intervención directa de Badia i Chancho, que realiza la propuesta definitiva de adjudicación».

«Merced a esta concesión, Euroenergo España dispone de unas instalaciones en el Puerto de Tarragona, donde es titular de un parque de almacenamiento con capacidad para 331.000 metros cúbicos distribuidos en 18 depósitos, disponiendo de dos atraques concedidos», sigue el informe policial.

La Udef apunta además que Badia y Pujol junior compartían «múltiples intereses económicos conjuntos», en alusión a la polémica inversión impulsada desde el Port de Tarragona en Puerto Rosario (Argentina).

El propio Jordi Pujol Ferrusola reconoció sus vínculos con Lluís Badia en su comparecencia del 23 de febrero del año pasado en la comisión de investigación del Parlament sobre el ‘caso Pujol’. Pujol junior dijo entonces que «Luis, que es muy amigo mío, me dijo: ‘Puerto Rosario es un buen negocio y hay unos empresarios tarraconenses del sector’. Yo fui a ver el puerto, pero ya estaban los tarraconenses. No pude invertir hasta que se fueron».

Un terminal fluvial

Pujol Ferrusola se refería a la concesión de una terminal fluvial en el puerto argentino. Un consorcio de ocho empresas tarraconenses la obtuvo gracias al hermanamiento entre el Port de Tarragona –cuando lo presidía Badia– y el puerto argentino: «Luigi –explicó Pujol jr. en alusión a Badia– se coló y logró arrebatar el negocio al Port de Barcelona».

Tras una tormentosa relación entre los empresarios tarraconenses y sus socios argentinos, Jordi Pujol jr. compró la participación a los primeros y luego la revendió con cuantiosos beneficios. Tras la polémica comparecencia dePujol jr., Badia reconoció que había aconsejado el negocio al primogénito de los Pujol, pero que lo hizo tras dejar el Port.

Badia presidió el puerto entre 1996 y 2004, fue senador por CiU entre 2004 y 2008 y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Tarragona entre 1987 y 1991 y entre 1995 y 1996. Se da la coincidencia de que la polémica terminal de Puerto Rosario fue inaugurada en 2003 por el entonces conseller en cap Artur Mas y que el propio Mas prologó en 2010 un libro de Badia titulado ‘La gran mentida’, poco antes de que fuera escogido president.

Lluís Badia admite sin problemas que en su día fue amigo de Jordi Pujol Ferrusola pero asegura que «nunca me pidió nada» y que «hace mucho tiempo que no hablo con esta persona». Cuando se le pregunta si se «arrepiente» de sus vínculos con el clan Pujol responde conciso: «No hablaré de eso».

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