Las calles del miedo en Tarragona

Reportaje. Las jóvenes admiten que Tarragona es una ciudad «bastante segura», pero hay calles por las que nunca pasarían solas de noche. «Por algunas, tampoco de día» 

05 febrero 2019 16:38 | Actualizado a 05 febrero 2019 16:43
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«Yo no caminaría nunca sola de noche por algunas calles de la Part Baixa de Tarragona. Hablo de la Calle Reial, la calle Lleó, la plaza dels Infants... Pero es que ni de noche ni casi tampoco de día». Quien habla así es Inés, una joven de 17 años que añade que el Barri del Port «genera una sensación de inseguridad porque hay oscuridad, porque se trata de una parte de la ciudad con viviendas degradadas y porque hay una notable presencia de jóvenes en la calle que se dedican a consumir y a trapichear con drogas».

La percepción de Inés no es, ni mucho menos, única. Numerosas chicas jóvenes como ella –incluso otras no tan jóvenes– citan esta parte de la ciudad como una de las que mayor sensación de inseguridad da. De hecho, de todas las chicas con las que hemos hablado ninguna está dispuesta a caminar de noche por esta zona. «Ni sola ni con amigas», dicen. «Es más –interviene Isabel–, a mí mis padres me han recomendado encarecidamente que no camine por esta parte de la ciudad».

«Yo no caminaría nunca sola por algunas calles de la Part Baixa. Están oscuras, degradadas y hay drogadictos»
Inés, 17 años

De entrada, adolescentes y mujeres de Tarragona coinciden en apuntar que no es esta una ciudad especialmente peligrosa, aunque a renglón seguido añaden que «hay zonas que no invitan precisamente a pasear tranquilamente por la noche por ellas». Y aclaran que en todo caso se basan en sensaciones, en percepciones, más allá de lo que puedan recoger los datos estadísticos de delitos en esas zonas. «Quizá nunca suceda nada por allí, pero la verdad es que yo paso con miedo por determinadas calles de la ciudad», dice Ane. 

Falta de iluminación
La Part Baixa sale en todas las quinielas. Pero también citan otras partes de la ciudad por donde caminar de noche no les inspira demasiada confianza. Así, hablan de «buena parte de la Part Alta, donde hay calles tan oscuras que parecen la boca del lobo. Sales de un local y de repente te encuentras con toda esa negritud», dice Isabel.

Y ese, la mala iluminación, es el argumento que más repiten a la hora de valorar la peligrosidad de una calle. «Tarragona en general esta muy mal iluminada. Si te alejas un poco de la Rambla Nova, el resto de la ciudad tiene muchas zonas oscuras o en penumbra que quizá son muy seguras, pero que la sensación cuando pasas por allí es de inseguridad», aporta Núria. 

«La falta de luz en la Part Alta no aporta seguridad. Hay calles allí que parecen la boca del lobo»
Isabel, 17 años

Tampoco se sienten seguras por las calles aledañas al Mercat Central. «La calle Gasómetre, la calle Reding y algunas de las calles más pequeñas que confluyen con éstas tampoco resultan tranquilizadoras». Preguntadas sobre las razones de esta sensación, las jóvenes citan que son zonas «poco transitadas, feas, mal iluminadas y proclives al consumo y trapicheo de droga».    

Evitar los parques
Las zonas verdes de la ciudad tampoco son percibidas por las jóvenes como refugios seguros. De hecho, ninguna de ellas se atreve a correr o pasear por el Parc del Francolí una vez ha oscurecido. «Es que en ese parque se han dado varios casos de violaciones. A menudo hay muchos chicos haciendo botellón que no inspiran mucha confianza porque se pueden meter contigo y, por otra parte, la vigilancia es nula. Eso explica la cantidad de veces que se han metido en el colegio Cèsar August para hacer destrozos. Es una pena, porque es un sitio muy bonito, pero no se puede caminar de noche por allí», se lamenta Isabel. «Y el Parc de la Ciutat, porque han tenido que vallarlo y cerrarlo por la noche, porque aquello sí que era inseguro», añade Lucía. 

«Los parques son peligrosos. El de la Ciutat han tenido que vallarlo y cerrarlo porque era inseguro»
Lucía, 18 años

Otra de las ‘zonas rojas’ de la ciudad que señalan estas jóvenes es la calle Vidal i Barraquer, «pero en la acera que da a la Tabacalera, mucho más que la acera en la que se hallan algunos negocios y donde hay casas». Las chicas argumentan que la parte donde está el jardín vertical está a menudo muy oscura y a veces allí se juntan indigentes y drogadictos que no invitan precisamente a pasar por esa acera.

Las jóvenes ven en la Rambla Nova la parte más segura de la ciudad. «Al menos, mientras hay gente en la calle», añaden. «Es que es la zona mejor iluminada», sostienen. De todas formas, concluyen, «Tarragona no es una ciudad en la que te sientas especialmente vulnerable. Hay zonas chungas que debes evitar, pero en general de día una va tranquila».  

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