Las carreteras hacia el Valle, obra de dos tarraconenses

Los hermanos Banús, de La Masó, fueron contratistas. Edificaron los accesos y un viaducto. Amasaron fortunas bajo el manto del régimen

24 agosto 2018 17:53 | Actualizado a 11 septiembre 2018 12:37
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Dos tarraconenses fueron fundamentales a la hora de levantar el Valle de los Caídos, la monumental basílica católica construida en el Valle de Cuelgamuros, a poco más de 50 kilómetros de Madrid. Se trata de los hermanos José y Juan Banús, naturales de La Masó (Alt Camp). Ambos amasaron una fortuna con sus obras en una España en plena posguerra. 

Los dos hermanos contratistas fueron responsables de edificar un viaducto y las complicadas carreteras de acceso al conjunto monumental, ubicado en el término de  San Lorenzo de El Escorial. José era la cara más visible y comenzó a ser conocido por entonces como ‘el rey de la grava’. Mientras, Juan, más discreto, dirigía las obras. Varias constructoras se encargaron de levantar el complejo y emplearon como mano de obra a prisioneros de guerra. 

Pero la historia de los Banús como exponentes del ladrillo fue mucho más allá. Tras la construcción de los accesos a la basílica, los dos hermanos siguieron caminos diferentes, siempre bajo el amparo del gobierno franquista. José Banús, conocido como el constructor del régimen, es el artífice de barrios emblemáticos de Madrid como el de la Concepción o el Barrio del Pilar, donde urbanizó enormes extensiones de terreno. De hecho, la edificación del Valle de los Caídos tuvo que ver con esos dos proyectos, como sostiene Alberto Vargas en un artículo publicado en La Razón: «Uno de los colaboradores más estrechos de Banús tras la guerra asegura que fue precisamente en el Valle de los Caídos, durante una comida al aire libre, cuando el constructor sugirió a Franco la posibilidad de construir dos barrios para la clase media de Madrid».

De Madrid saltó a la Costa del Sol donde, en el verano de 1970, inauguró su proyecto más ambicioso y el que ha sido la joya de la corona en su legado: Puerto Banús, en Marbella.  El constructor tarraconense, emigrado de La Masó a Madrid cuando cumplió la mayoría de edad junto a su familia, recibió del Régimen –muchas veces de la mano del propio dictador– varias distinciones, como la medalla al Mérito en el Trabajo, la gran cruz del Mérito Civil y la medalla de oro al Mérito Turístico.

Poco rastro en La Masó

Por otro lado, su hermano Juan Banús se quedó en Madrid y en su currículum figura la construcción de la lujosa ciudad satélite de Mirasierra, viviendas rodeadas de comercios y zonas de ocio y esparcimiento. Sus hijos Juan y Antonio Banús Ferré tomaron el testigo inmobiliario de su padre y de su tío, especializándose cada uno en diferentes proyectos.

Apenas queda rastro directo de los hermanos Banús en La Masó, un pueblo de 281 habitantes muy cercano a Valls, más allá de la abundancia de ese apellido entre los vecinos del municipio. Allí pasaron su infancia los dos hermanos, que pronto dejaron de estudiar y se incorporaron al negocio familiar, que no era otro que el del ladrillo: el padre y el abuelo fueron albañiles y también constructores en los entornos de Reus y Tarragona, si bien es verdad que a escala mucho más modesta. José Banús murió en Madrid sin descendencia en 1984, a los 78 años. Juan, con dos hijos, falleció en 1980, a los 80 años. 

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