Las donaciones de órganos crecen en el primer cuatrimestre de 2015

Durante los primeros cuatro meses de este año se han registrado 10 donantes válidos, cuando en todo el año pasado fueron 14

19 mayo 2017 22:39 | Actualizado a 22 mayo 2017 17:55
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El año pasado se efectuaron 89 trasplantes a pacientes de la demarcación de Tarragona. En concreto, 59 de riñón –20 de ellos de donantes vivos–, 16 de hígado –con un caso de donante vivo–, 10 de pulmón, 3 de corazón y 1 de páncreas. A finales de año, 135 pacientes esperaban algún trasplante, según destacó ayer la coordinadora de trasplantes, Maria Bodí, con motivo del Día del Donante de Órganos y Tejidos.

Los hospitales de la demarcación extrajeron órganos de 14 donantes válidos y registraron cinco negativas a la donación. Por el contrario, entre enero y abril, la cifra de donantes ya ha llegado a los 10 casos, por los 6 del mismo periodo de 2014. Además, este año sólo ha habido una negativa a la donación.

El aumento de la tasa de donaciones que se ha registrado durante el primer cuatrimestre de este año se atribuye a la disminución de las negativas a la donación, al aumento de los donantes vivos y, también, al despliegue del programa de donación en asistolia controlada, que permite la extracción de órganos en pacientes que han sufrido un paro cardiaco. Hasta ahora, en los cuatro hospitales autorizados de la demarcación –Joan XXIII y Santa Tecla de Tarragona, Sant Joan de Reus y Verge de la Cinta de Tortosa– las extracciones se efectuaban en pacientes que sufrían una muerte cerebral.

Según explicó Maria Bodí, la donación en asistolia a corazón parado ha permitido ampliar el número de donantes y de órganos a disposición. El motivo hay que buscarlo en el hecho de que los donantes que sufren muerte encefálica suelen ser, actualmente, pacientes con edad avanzada por la disminución de los accidentes laborales y de tráfico. Esto hace que se puedan extraer menos órganos viables y que, principalmente, se aprovechen órganos más resistentes como por ejemplo el hígado o los riñones.

De los 10 donantes tarraconenses que han resultado válidos entre enero y abril de 2015, ocho han sufrido una muerte encefálica –cerebral– y los otros dos, una muerte por paro cardiaco. Durante este periodo, además, se ha registrado una negativa a la donación –un índice del 9%–, mientras que en todo el año pasado esta cifra fue de 5 –un 24%–. Esta tendencia, según Bodí, es muy positiva y refleja una mayor concienciación de las familias.

De hecho, ayer, los hospitales Joan XXIII y Verge de la Cinta conmemoraron el Día del Donante. Varios trasplantados actuaron de voluntarios en mesas informativas para aclarar a los usuarios cuáles son los pasos a seguir para ser donante y en qué consiste el proceso. Los responsables sanitarios recomiendan manifestar en vida la voluntad de ser o no donante de órganos y tejidos, ya sea a la administración de forma oficial o poniéndolo en conocimiento de la familia o el entorno personal.

Joan Jordi, un paciente trasplantado de hígado hace casi siete años, es uno de los voluntarios que proporcionaba información sobre la donación de órganos a los usuarios del Joan XXIII. «En noviembre hará siete años de mi segunda vida y el trasplante me ha hecho sentir que he vuelto a nacer», explicó. Joan Jordi recuerda que, en su caso, tenía pocas perspectivas de vivir si no recibía un nuevo hígado y afrontó la noticia con «moral», con la esperanza de mejorar su calidad de vida.

El 31 de diciembre de 2014, había 135 pacientes del Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre que esperaban un trasplante de órgano, diez más que un año antes. De estos, 114 esperaban un riñón, 8 un hígado, 10 un pulmón y 3 un páncreas.

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