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El sector de la enseñanza artística ha protestado este jueves en Tarragona para reclamar la reapertura de las escuelas de danza y ayudas directas para afrontar el cierre de los centros a raíz de las restricciones aprobadas por el Govern. Cerca de un centenar de profesores y propietarios de escuelas se han reunido en el Balcó del Mediterráni de Tarragona donde han leído un manifiesto reivindicativo. El gremio avisa que si el cierre se alarga los centros acabarán perdiendo alumnos y se verán abocados a bajar la persiana. "No podemos permitir que el tejido artístico de nuestras comarcas se rompa", denunció la presidenta de la Associació de Professors de Dansa de Tarragona, Teresa Aguadé. La acción ha terminado al grito de "la danza es segura".
El sector defiende que las escuelas de danza son seguras y señala que han cumplido con todas las medidas de seguridad y sanitarias requeridas por la Generalitat, tales como reducir aforos y adaptar los horarios de los centros. El colectivo también lamenta que les ha servido de poco la inversión económica que tuvieron que hacer para reabrir en la primera ola del coronavirus. Además, destacan que hacer las clases en línea les resulta muy dificultoso porque los alumnos no tienen el espacio suficiente para poder bailar desde sus casa, pueden sufrir lesiones y a menudo se producen problemas de conexión.
"Hay muchas escuelas regladas abiertas donde hay muchos más alumnos de los que nosotros tenemos. Nuestros alumnos no llegan todos a la misma hora y no tenemos 200 como en una escuela normal. No entendemos la decisión del cierre", ha valorado la presidenta de la Associació de Professors de Dansa de Tarragona, que reúne unos 25 asociados. Además, ha apuntado que si el cierre se prolonga mucho más tiempo, muchas familias decidirán desapuntar sus hijos de los centros de danza. "Hay muchas escuelas que han tenido que cerrar, no lo podemos permitir", ha dicho.
En paralelo, Aguadé ha asegurado que necesitan reabrir inmediatamente porque no pueden afrontar los gastos de alquiler, agua, luz o IBI que generan sus negocios. "No podemos hacer descuentos, estamos limitados, tras tantos gastos y pocas ayudas. No podemos aguantar más", ha denunciado. Por esta razón, enviarán cartas a los ayuntamientos para pedir ayuda y no descartan nuevas protestas.
En la acción de este mediodía los manifestantes se han sentado en el Balcó del Mediterráni mientras se leía un manifiesto. El texto ha defendido que la danza es un "bien esencial para la comunidad" que "proporciona a los niños y jóvenes una salud emocional y física", y ha criticado que el hecho de no poder hacer clases presenciales pone "en riesgo el derecho a la educación "de los alumnos. La movilización ha terminado al grito de la "danza es segura" y con los zapatos de bailar alturas para mostrar el enojo del sector.
