Las farmacias y las ópticas siguen al pie del cañón

Las farmacias también están viviendo con preocupación la pandemia del coronavirus. En la farmacia Mireia Valls-Cristina Lobaco de Cambrils se han adoptado una serie de medidas para proteger a sus trabajadores y a sus clientes. La más notable es la instalación de mamparas en las cajas para que las farmacéuticas puedan trabajar con mayor comodidad y atender con seguridad a los usuarios. «Teníamos claro que somos parte del sistema sanitario y que teníamos que llevar mascarillas que nos protegieran para atender. Las usamos durante dos días pero nos dimos cuenta que trabajar con la mascarilla puesta durante doce horas era muy difícil. Por ello decidimos colocar esta estructura», explica al Diari Cristina Lobaco.

Los empleados, que también usan guantes y gel hidroalcohólico constantemente, se han dividido en dos grupos.

Antes de abrir por la mañana, la primera tarea es desinfectar todo el local, un trabajo que se realiza varias veces al día. Otra medida es la de poner a disposición de los clientes unos guantes de un solo uso que deben usar cuando entran en el establecimiento y cogen algunos de los productos expuestos en las estanterías.

«A través de WhatsApp nos pueden encargar los medicamentos», explica Cristina Lobaco de la Farmacia Mireia Valls-Cristina Lobaco de Cambrils

Asimismo, aquellos clientes que quieran evitar las colas o no deseen salir a la calle tienen a su disposición la compra online y el servicio a domicilio. «A través de WhatsApp nos pueden encargar los medicamentos y tienen dos vías para obtenerlo, mediante el método de recogida rápida o bien lo enviamos a casa. Esto último lo hemos hecho con mucha gente mayor», apunta Lobaco. Si son medicamentos con receta el cliente debe adjuntar en el mensaje la receta electrónica para hacer el trámite.

Como afirman desde la farmacia cambrilense, una de las peticiones que más inquieta a sus clientes es la compra de mascarillas. Vienen muchas personas a diario a buscarlas, así como guantes y geles desinfectantes de manos», explica. Ante esta demanda, se abrió una primera lista de espera y ahora ya van por la tercera. «Lo que hacemos es vender una mascarilla por persona. Hemos intentado que por lo menos un miembro de una familia tenga una por si tiene que salir a comprar», argumenta. En cuanto a los geles, Lobaco dice que les llegan pedidos cada 4 o 5 días.

En estos días de confinamiento la farmacéutica dice que ha notado que muchos clientes habituales están inquietos por la expansión de la pandemia, sobre todo aquellos que tienen alguna patología asociada. «Vienen preocupados porque buscan material para protegerse», afirma.

Las ópticas también siguen abiertas. Aún así, desde Òptica Activa Reus explican que lo que están haciendo es dar servicios mínimos. La semana pasada por ejemplo, le repararon las gafas a un mosso d’esquadra. Miguel Àngel Martínez, asegura que los clientes habituales están entendiendo perfectamente el servicio que han decidido ofrecer a raíz de la emergencia sanitaria.

«Tan solo hacemos reparaciones, entregas, lentes y líquidos (…) Hacer nuevos cristales rotos ya es más complicado porque para graduar a los clientes no podemos estar a un metro de distancia», explica Martínez.

Entregas en horas concretas

Los empleados trabajan con mascarilla y guantes y los clientes no entran en la tienda. Quedan con los clientes en horas concretas para hacer las entregas y evitar que se encuentren entre ellos. Para que no tengan problemas con los agentes, antes de realizar las visitas les envían un SMS en con la hora acordada para que puedan justificar su desplazamiento.