Las mezquitas hacen colectas de agua, leche y billetes de bus

Las comunidades islámicas de la provincia socorren puntualmente a los jóvenes que se dirigen a pedir ayuda a los centros

28 noviembre 2018 07:09 | Actualizado a 28 noviembre 2018 07:11
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No sólo la mezquita de Reus del polígono Granja-Vila ha admitido en las últimas semanas un incremento de las personas recién llegadas que piden algún tipo de ayuda en el centro. La problemática se ceba con diferentes comunidades islámicas de toda la provincia, que les socorren en la medida de lo posible. «Es algo que notamos. Está relacionado con el desarrollo económico. La gente empieza a venir más de lo habitual», explica Mohamed Ben Abderrahim, imán y educador del Centro Islámico de Campclar. 

El paso de estos chicos por la comunidad es casi siempre efímero, en busca de apoyo puntual. «Son menores de 14, 15, 16 o 17 años. Es gente que ha pasado mucho tiempo en la calle, viviendo incluso sin un techo. La situación es muy preocupante y hacen falta muchos más recursos», cuenta el imán, que contribuye a improvisar la colaboración: «No es nada organizado, sino algo que sale de la solidaridad de los demás. Disponemos de pocas ayudas y hacemos lo que podemos. Cuando viene alguien así, explicamos el caso a la comunidad. La gente hace donaciones de leche, agua, algunos dátiles... Les dan algo de dinero o les ayudan con dinero para el alojamiento». 

La colaboración no es organizada. Se improvisa por la propia comunidad

Muchas veces son chicos que no se quedan establecidos sino que siguen camino hacia otros lugares: «Les facilitamos billetes para el bus o para el tren». 

La mezquita de Cambrils también ha notado un incremento de estas situaciones, como explica Mohammed Ouadi, el imán: «Nos llega gente necesitada. Es un fenómeno real, aunque no sea una cosa diaria, pero sí que se percibe. Es una realidad que no se puede negar». 

Ouadi relata el cambio de perfil: «Antes nos venían casos de familias que no podían pagar el recibo de la luz o del agua. Ahora, además del padre de familia, nos llama la atención que sean menores». Como es habitual en las mezquitas, ante casos de este tipo se procura una recolecta entre los presentes. «Generalmente vienen por la tarde o por la noche. Se les da algo de dinero, que luego suelen utilizar para buscar alojamiento en algún hotel o pensión», cuenta Mohammed Ouadi desde Cambrils. 

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