Las obras en la estación de Tarragona están fuera de plazo y sin nuevo calendario

Adif asegura que ‘se intentarán agilizar los trabajos’ de instalación del ascensor para acabar ‘dentro de lo razonable’

19 mayo 2017 20:16 | Actualizado a 23 mayo 2017 09:34
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Las obras de mejora de la estación de ferrocarriles de Tarragona van camino de eternizarse. De acuerdo con los plazos que presentó el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif),  ya están fuera de calendario o deberían estar enfilando la recta final. No obstante, los trabajos se encuentran aún en una fase incipiente y sin una nueva fecha para su culminación.

Una de las actuaciones más destacadas es la instalación de un ascensor. Esta es la clave de un proyecto que debe hacer accesible esta estación a las personas con movilidad reducida. Pero, de momento, ni siquiera se intuye la forma. Tal y como puede verse en la imagen adjunta, aún se está trabajando en el agujero sobre el que se instalará esta estructura. 

Sí que ha habido cambios en la configuración de los andenes. A lo largo de estos meses se ha llevado a cabo el recrecimiento y pavimentación del andén central, que sigue cerrado a los viajeros, dado que se está llevando a cabo el montaje de la marquesina que lo cubrirá. Esto debe permitir un mayor confort para los viajeros en caso de inclemencias meteorológicas. También se ha ampliado el andén para las vías 3 y 5, que son las que quedan al costado derecho de la estación y las que utilizan los trenes del servicio de cercanías.

En ambos se ha llevado a cabo un recrecido de altura de unos 68 centímetros respecto a la cota de carril para facilitar un acceso más cómodo y seguro a los trenes, puesto que la diferencia de altura entre el andén y el vagón a menudo es excesiva.

Adif decía esta semana que se ha llevado a cabo una modificación del procedimiento constructivo para hacer los agujeros del ascensor y las escaleras mecánicas, por lo que, después de reforzar el terreno se están ejecutando las obras de micropilotaje. 

 

La empresa estatal responsable de la gestión de las infraestructuras apunta que los cambios no responden a una modificación en el proyecto, sino que tan solo afectan al orden. Pese a ello, no hay una fecha para su culminación. «No podemos dar un plazo», decía. Estas mismas fuentes aseguraron que «se intentará no perder mucho tiempo y agilizar los trabajos en la medida de lo posible para que las obras acaben dentro de un plazo razonable». 

Para los Juegos Mediterráneos
Las obras de la estación de Tarragona se adjudicaron el 15 de junio del año pasado, en medio de la campaña electoral para las elecciones estatales del 26 de junio. El plazo de ejecución se fijó en once meses, con el objetivo de que la actuación estuviera acabada coincidiendo con los Juegos Mediterráneos. 

La noticia que daba luz verde a la esperada segunda fase de de mejora fue bien recibida en la ciudad. Por fin, después del intenso lavado de cara que dignificaba el edificio ubicado en el Passeig d’Espanya, se procedía a la segunda etapa de la remodelación, centrada en la accesibilidad.

La adjudicación –que se llevó la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por las compañías CLM Infraestructuras y Servicios y Coymal– llevó sorpresa. Y es que el presupuesto finalmente quedó fijado en 3.165.406,4 euros (IVA incluido) cuando inicialmente el proyecto se había cuantificado en 15 millones de euros. La cifra quedaba lejos también de los 6,2 millones de euros que Fomento prometió al Ayuntamiento de Tarragona en febrero de 2015. En aquellos momentos se dijo que no se podían asumir los quince millones que faltaban, pero sí 6,2 para acometer lo más urgente.

El presupuesto aprobado apenas alcanzaba para «instalar en los andenes principal y segundo un ascensor y dos escaleras mecánicas por cada andén». La actuación de mínimos tiró adelante pensando en acabar con la imagen de pasajeros arrastrando maletas y carritos, subiendo y bajando las escaleras del andén principal, que es el que utilizan los viajeros que van a Barcelona. 

Las obras de la pasarela
En estos meses de obras, los usuarios tienen que convivir con las dificultades de un edificio que no cumple la normativa de accesibilidad, con el añadido de la molestia de las obras. Y esto hace que los paneles luminosos, por ejemplo, estén fuera de servicio.

Todo apunta a que, una vez acabada esta segunda fase, las intervenciones que no se acometerán por la reducción del presupuesto ya quedarán en un cajón. De hecho, una de las intervenciones que formaba parte del proyecto era la construcción de una pasarela elevada para cruzar la playa de vías, que permitiera superar la barrera y llegar al Miracle. Un proyecto que finalmente se está acometiendo fuera de las obras de mejora de la estación, ya que es el Port de Tarragona quien está financiando la obra. A mediados del pasado mes de abril, el presidente de este organismo, Josep Andreu, aseguró que los trabajos estaban en un 20% y que estaba a punto de finalizar la cimentación de la estructura, de forma que a finales de junio empezarán a colocarse las rampas de acceso. 

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