Las redes que han retenido 3,6 toneladas de residuos en Tarragona

El sistema se instaló hace un año en el Miracle y evita que mucha basura llegue al mar. Ematsa quiere ponerlo también en el Francolí

08 septiembre 2021 19:10 | Actualizado a 09 septiembre 2021 05:24
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Las redes que Ematsa instaló en uno de los aliviaderos de la playa del Miracle ya han evitado que 3,6 toneladas de residuos acaben en el mar durante su primer año de funcionamiento. Se trata de un sistema que retiene la basura que circula por las cloacas de la ciudad con el objetivo de que no acaben en el medio ambiente. Lo hace en episodios de fuertes lluvias, cuando el alcantarillado no es capaz de contener las grandes cantidades de agua y, por lo tanto, esta sale por los diferentes aliviaderos de Tarragona.

Después de ver el éxito de lo que ha sido una prueba piloto, la empresa municipal de aguas ya ha decidido instalar este mismo sistema en dos puntos más: en el río Francolí, en alguna playa, o una en cada sitio. Por ahora los técnicos todavía están estudiando las ubicaciones exactas donde colocar las redes, pero, según ha afirmado el presidente de Ematsa, Jordi Fortuny, es muy probable que una de ellas se instale en algún aliviadero del río Francolí, puesto que se trata de uno de los puntos negros en cuanto a residuos abocados durante las tormentas.

En total, han sido varios los episodios de lluvias torrenciales en los que las redes del aliviadero del Miracle ha tenido que actuar durante este año y los operarios de Ematsa han realizado un total de seis actuaciones de retirada y vaciado de las mallas. De hecho, la última vez que las redes han llevado a cabo su función fue el 31 julio, después de una fuerte tormenta, evitando que 600 kilos de residuos acabaran en el Mediterráneo.

Por otro lado, durante este año Ematsa ha instalado en las redes de retención del Miracle un sistema complementario. Este consiste en unas guías para trasladar el punto de recogida hacia el interior de la galería del aliviadero, lo que evita que las mallas queden soterradas por la arena cuando se producen temporales marítimos. En este sentido, durante los últimos meses se han hecho pruebas y se han analizado las problemáticas de este sistema durante los trabajos de retirada de las redes.

Con todo, Fortuny asegura que se trata de un sistema que «es parte de la solución, aunque no es la solución total porque llega hasta donde puede llegar». Añade que «es un gran paliativo importante y ayuda a retener varias toneladas de plásticos, que no hay manera que se deshagan y se eliminen, que no acaban en el mar. Es una solución sostenible, que sabemos que funciona y que podemos afrontar económicamente». Además de las redes, en septiembre de 2020 la compañía de aguas de Tarragona también instaló una placa en 17 sumideros de la ciudad con el mensaje «Vigila que tiras. El mar empieza aquí». El objetivo de esta acción era sensibilizar a la población sobre el hecho de que tirar residuos a las cloacas a través de los sumideros acaba provocando que estos acaben en el mar. Sobre esto, Fortuny apunta que «es difícil de saber si ha funcionado pero la intención es apelar a la responsabilidad personal y seguro que ha servido para algo, restar no resta».

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