Le roban el coche hace 25 años y ahora le llega el tributo

Caos en el impuesto del CO2. Un error en la base de datos obliga a algunos conductores a pagar, a pesar de no tener el vehículo

09 noviembre 2021 20:00 | Actualizado a 10 noviembre 2021 05:53
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A Carmen Sanromà, una vecina de Tarragona, le robaron el coche en Cala Romana hace más de 25 años. Ahora la Generalitat quiere cobrarle el nuevo impuesto de emisiones de ese vehículo. Sanromà se muestra indignada con los hechos y se queja de la poca eficiencia que han demostrado las administraciones. No es la única víctima de este sinsentido. Son muchas las personas que han denunciado esta situación a través de las redes sociales, sobre todo, con coches robados. Tanto la Agència Tributària de Catalunya como la Dirección General de Tráfico (DGT) asumen que ha habido un error y ahora buscan posibles soluciones para perjudicar lo mínimo posible al contribuyente.

La historia de Carmen se remonta a hace más de 25 años, cuando vivía en la urbanización de Cala Romana. Carmen aparcaba el coche en la Travessera del Pi y, un buen día, el coche ya no estaba. Alguien lo había robado. Era un Renault 5 de color rojo. La protagonista de la historia denunció los hechos, dio de baja el coche y el seguro le abonó la totalidad del vehículo. Hasta aquí todo normal.

La sorpresa llegó el pasado lunes, cuando Carmen y su marido Julio recibieron una carta con remitente de la Agència Tributària de Catalunya. «En la misiva decía que estábamos obligados a pagar el nuevo impuesto de emisiones de CO2. En un primer momento nos pensábamos que hablaba del coche que tenemos actualmente, pero al leer la matrícula, vimos que algo no cuadraba», relata Julio Español, marido de la protagonista. «Entonces me di cuenta que era el impuesto de R5 que me robaron hace más de 25 años. No me lo podía creer», explica Carmen.

El matrimonio tiene ahora 15 días para pagar los 45,51 euros del tributo. Primero deben hacerse cargo del gasto y después será el momento de efectuar el recurso. Si no lo pagan, podrían tener problemas en un futuro. «Es surrealista lo que está pasando. Por eso no pienso pagar lo que me piden. Si no saben hacer su trabajo, no es nuestro problema», dice Carmen. El matrimonio está muy enfadado. «No se entiende que en pleno siglo XXI, y con la tecnología que tenemos, las administraciones no puedan conectarse de manera correcta para evitar estos problemas y dolores de cabeza a los contribuyentes», opina Julio, quien añade que «nos sentimos totalmente indefensos». El matrimonio se lamenta porque «de no habernos fijado bien, hubiéramos pagado y nadie se hubiera dado cuenta», explica Carmen.

Tanto la Agència Tributària de Catalunya como la Dirección General de Tráfico reconocen que han recibido un número importante de reclamaciones. Una administración se pasa la pelota a otra, pero lo que realmente ha sucedido es un error de comunicación con la lista de vehículos dados de alta. Empecemos por el principio.

Un error en el registro de coches

El pasado 15 de septiembre, la Generalitat empezó a recaudar el nuevo impuesto sobre las emisiones de CO2. Este tributo, que se enmarca dentro de las políticas medioambientales, afecta a los propietarios de los vehículos que generen más de 120 gramos de CO2 por quilómetro. De modo que, quien más contamina, más paga. A lo largo del mes de octubre, la Agència Tributària de Catalunya ya empezó a notificar la cantidad que debe pagar cada conductor. El aviso ha llegado a titulares de vehículos que ya no existen. De ahí, las reclamaciones y quejas.

¿De quién es culpa? El primer paso que hizo la Agència Tributària de Catalunya es pedir a la DGT la base de datos con el registro de todos los vehículos que cumplen con los criterios necesarios para pagar el tributo. En esta lista también estaban los coches con bajas temporales por sustracción –robo– y por exportación al extranjero. «No podíamos borrarlos del registro por si acaso algún día aparecen», explican al Diari fuentes consultadas de la DGT, quienes utilizan unos códigos propios que la Agència Tributària no ha sabido descifrar correctamente. Y aquí surge la confusión.

Ahora, Carmen y Julio, y el resto de afectados, se ven obligados a pagar el impuesto. Después podrán presentar el recurso. La DGT y la Agència Tributària han mantenido reuniones en los últimos días para facilitar la solución al contribuyente. «En lugar de ser el mismo perjudicado el que deba buscar el informe que demuestre que ya no dispone el vehículo, será la propia administración la que se pondrá en contacto con la DGT para comprobar la situación. El contribuyente solo deberá presentar el recurso a través de nuestra página web», explican fuentes de la Agència Tributària de Catalunya, quienes recomiendan a los afectados pagar primero y luego presentar la reclamación, para evitar los intereses en caso de que el recurso quede revocado. «Ahora mismo, lo único que podemos hacer es agilizar al máximo la devolución del impuesto», explican desde la Agència Tributària, quienes aprovechan este artículo para pedir disculpas a las personas afectadas.

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