Leyendas, rosas y libros en una diada inclusiva en Tarragona

Los tarraconenses celebraron la festividad de forma masiva, en una jornada en la que rosas rojas y amarillas compartieron protagonismo y destacaron las obras de índole política

23 abril 2019 21:30 | Actualizado a 23 abril 2019 21:36
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El día aguantó. El sol se dignó finalmente a aparecer a media mañana para acompañar a los tarraconenses en una jornada que a primera hora echaba a andar con paradas resguardadas con plásticos y la vista puesta en las nubes.

Amenazaba lluvia. Pero aguantó y la mejora del clima animó a ciudadanos y turistas a celebrar la diada cultural por excelencia, que ayer también fue política.

Porque estamos en campaña y porque algunos de los libros que más tirada tuvieron fueron los relacionados con la actualidad de España y de Catalunya. Contes des de la presó, de Oriol Junqueras, Y ahí lo dejo. Crónica de un proceso, de Gonzalo Boye y Tres dies a la presó, de Gemma Nierga y Jordi Cuixart.

Sant Jordi se palpa, se vive, se siente y la ciudad respira diada en sus calles y rincones, con la Rambla Nova como epicentro de la fiesta con más de 160 paradas entre las que en algún momento del día era difícil caminar. En ella las tradicionales rosas rojas rivalizaban en poder con las amarillas, con quienes desde el pasado año comparten protagonismo. Sin embargo, la pasión de las primeras las colocaba a la cabeza de las ventas. 

Rosas de todos los colores y materiales, también eternas, como el amor que profesan. Flores de papel, de madera, de caramelo o fondant y también artesanas, que son las que ofrecía la Fundació Estela per a la Discapacitat, «450 flores de fieltro elaboradas a mano por usuarios del Taller Ocupacional» y otros tantos puntos de  libro, «realizados por alumnos de la Escola d’Educació Especial», como explicó Carme Juárez en el estand de la Rambla.

Cáritas, Oxfam Intermón, Creu Roja, Amnistía Internacional o Mans Unides eran otras de las entidades que apelaban a la solidaridad de los paseantes. 

Letras del territorio

A pesar de que los libreros son poco amantes de los ránkings, es inevitable preguntar sobre los títulos más vendidos. Así, ayer a media mañana destacaban, además de los políticos, El fill de l’italià, de Rafel Nadal, Sakura, de Matilde Asensi y En el cielo está escrito, del tarraconense Santiago Canillas, como apuntó Dani Díaz, de la Llibreria Adserà.

Por su parte, Ricard Espinosa, de la Llibreria la Capona, también señaló de entre los locales El Nen de Prades, el guerriller de la terra roja, de Robert Vallverdú y Tarragona desapareguda, de Jordi Piqué, un «libro que gusta tanto a las personas que leen como a las que no lo hacen, ya que disfrutan de las fotografías», manifestó Espinosa.

Como es tradicional, los establecimientos de la ciudad apostaron por los escritores del territorio. En este sentido, Robert Vallverdú fue uno de los autores que estuvo presente en la cita literaria firmando ejemplares. Junto a él, Santiago Canillas, Margarida Aritzeta, Gustavo Hernández, Óscar Palazón, Sergi Xirinacs o Xavi Fernández, periodista del ‘Diari de Tarragona’ y coordinador de Pelacanyes, ganxets i altres personatges. Por lo que respecta al libro infantil, triunfaban los cómics y la propia leyenda de Sant Jordi.

Y es que las novedades compartían espacio con los clásicos y los destacados de otras ediciones. El universo Potter, juegos de rol de manos de la librería Drakkar, feminismo y novela negra se entremezclaban con lo último de Gerard Quintana o el Digues un desig de Jordi Cabré.

Los relatos nunca pasan de moda, como manifestaba una joven que buscaba las 50 sombras de Grey. Jornada para regalar y autorregalarse, para compartir y para hacer acopio de provisiones con vistas al buen tiempo. Mientras, entre los paseantes también había quien se estrenaba en Sant Jordi. Era el caso de una pareja de británicos que se mostraron gratamente sorprendidos con la celebración. 

Amics de la Gent Gran, por su parte, estuvieron presentes con su campaña Rosa contra l’oblit, por un Sant Jordi inclusivo con la gente mayor. En definitiva, una diada para todos, con photocall incluido, sugerencia de la Casa d’Oficis, del curso de monitors de lleure, con una princesa guerrera que no necesitaba al caballero para deshacerse del dragón.

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