Libertad a la creatividad

Confinamiento. Los ilustradores comparten a través de
las redes sus creaciones para superar el aislamiento social

26 marzo 2020 11:20 | Actualizado a 26 marzo 2020 16:00
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«Por suerte, también vemos cada día muestras de solidaridad, de creatividad e incluso de buen humor». Estas palabras son de la reusense Laia Arriols, conocida como Apanona. Y es que el confinamiento no ha coartado la creatividad. Los ilustradores se han inspirado en el momento para alentar a las familias a quedarse en casa. «Ya veis a que dedico gran parte de mi confinamiento, a dibujar y a poner lavadoras», termina, bromeando, el mensaje de la ilustradora.

La ilustradora tarraconense Bet Díez es conocida con el nombre artístico Anduluplandu. En cuanto a porqué ha decidido dar rienda suelta a la creatividad durante estos días comenta que «estamos encerrados 24 horas en casa, tengo un niño pequeño y me está dando mucho juego lo que estoy viviendo con él». Sobre cómo es su día a día afirma que «yo y mi compañero nos turnamos para trabajar, porque por suerte los dos tenemos empleos estables y el confinamiento nos permite, además del teletrabajo, tener tiempo para dedicarnos a nosotros mismos, por lo que yo aprovecho para dibujar».

Desde hace un tiempo –explica Bet Díez– «me dedico a la faceta más creativa del dibujo y estas ilustraciones me permiten seguir aprendiendo a dibujar, desarrollar mi estilo de ilustración y disfrutar de lo que más me gusta hacer».

Es en las redes sociales como Instagram (@anduluplandu), donde comparte sus trabajos. «Es una forma de mantener el contacto con los seguidores, de estar activa y de seguir pensado, creando y no caer en la desidia», afirma la ilustradora. Además, aprovecha este tiempo para publicar, según dice, «trabajos que tenía hechos y que no sé si verán la luz». Bet Díez también es profesora en la Escola d’Art i Disseny de Tarragona y en estos días, además de dibujar, también se encarga de las redes sociales y asiste a los alumnos enviándoles recursos para repasar y seguir trabajando.

Sobre si el confinamiento es un buen momento para reencontrarse con la inspiración, Anduluplandu responde que «es un buen momento para centrarte, conocerte a ti mismo y pararte a pensar en aquellas cosas que por la vida que llevamos no he podido hacerlas».

La reusense Laia Arriols (@apanona) ha plasmado la convivencia. «Los personajes representan cómo una familia de padre, madre, hijo e hija conviven durante el confinamiento a través de una mirada a su interior: mientras la madre ordena la buhardilla, la niña pequeña duerme, el padre hace la colada y el hijo adolescente mira al infinito porque está agobiado», describe la ilustradora.

Y es que la vida continúa dentro de los millones de hogares, pese a no poder salir a la calle. Si bien, Apanona describe esta mirada como «idealizada, porque la mayoría de nosotros vivimos en pisos, no en casas». Laia Arriols asegura que después del confinamiento habrá un antes y un después a nivel personal y profesional.

«Como ilustradora, disponer de momentos de calma y reflexión son muy importantes y me ayudan creativamente a tener más ideas y pensar en otros puntos de vista», explica y confiesa que «este 2020 me lo había tomado para hacer un Marie Kondo de todo Apanona, es decir, ordenar archivos digitales y físicos, recuperar dibujos que he hecho en los últimos años para ordenarlos, clasificarlos y guardarlos; y por otro lado quería que fuera un año para reflexionar sobre el proceso creativo, sobre las técnicas que utilizo, las temáticas…».

Quien también ha querido contribuir a hacer más llevadero el confinamiento es la ilustradora reusense Raquel Córcoles, más conocida como Moderna de Pueblo (@modernadepueblo). «Me pareció curiosa la situación y tenía ganas de explicar lo que estamos viviendo», explica y reconoce que como ilustradora «normalmente debes hacer un esfuerzo y buscar los temas, pero esta vez ha llegado solo y es casi automático que te venga a la cabeza una manera de dejar constancia y que la gente comente, que pueda explicar cómo lo vive y conocer su reacción».

 

Después de unos días, dice que algunas de las viñetas ya han despertado controversia. «Mi objetivo es compartir contenido para entretener a la gente, pero lo que para una persona puede ser una broma a otra le puede sentar mal», explica y añade que «mucha gente se toma la cuarentena con buen rollo y otras personas están más agobiadas, pero también necesitamos el humor para sobrevivir». Ahora, sigue trabajando en la entrega de un libro. Sobre cómo le afecta el confinamiento explica que «al principio me pareció bien, pero el día a día es como una película de ciencia ficción y cuesta mantener el ritmo de sueño, trabajo y concentración». Pese a ello, afirma que «sigo trabajando para mantener el orden y la cordura, a pesar de que todo esté cambiando».

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