Lista de espera de hasta once meses para tratar el dolor crónico

La presión asistencial genera demoras y crea desequilibrios. En cinco hospitales de la provincia se superan los 100 días de espera. El de Móra (35) es el que mejor está; Valls, el peor

23 junio 2017 07:34 | Actualizado a 17 noviembre 2017 17:04
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

Ni el dolor se libra de hacer cola en la sanidad catalana. No sólo hay que tirar de paciencia aguardando a una operación o una prueba diagnóstica. Mitigar o combatir el dolor crónico en el enfermo, asociado muchas veces a patologías graves y sin solución, también es cuestión de tiempo. Y tal y como pasa con el resto de intervenciones, hay desequilibrios y diferencias en función del territorio y del centro

Las unidades especializadas en el tratamiento del dolor que existen dentro de la red pública tienen una lista de espera de hasta once meses para visitas ordinarias. El dato, el más negativo en toda Catalunya, se registra en la provincia, en concreto en el Pius Hospital de Valls. Los pacientes deben esperar una media de 330 días para recibir tratamiento contra el dolor agudo

Otros 16 centros hospitalarios catalanes, del total de 50 que tratan el dolor, superan los cien días de espera, según se desgrana de una pregunta parlamentaría contestada recientemente por el conseller de Salut, Antoni Comín. 

En la región sanitaria del Camp de Tarragona, prácticamente todos los hospitales superan los cien días excepto el Joan XXIII de Tarragona (75 días), que es el que mejor datos muestra. 

Tarragona, mejor que Reus

El Pius Hospital de Valls el que registra el récord de espera tanto de la provincia como de Catalunya y casi llega al año (330 días), seguido del de Sant Pau y Santa Tecla (150); el Sant Joan de Reus (entre 120 y 150) y el del Vendrell (120 días). En total, en cinco centros del Camp de Tarragona se atienden a pacientes con dolor. En el Sant Joan de Reus la demora es más del doble que en el Joan XXIII, los dos centros sanitarios de referencia en la provincia. 
La clínica del dolor de Joan XXIII, vinculada al servicio de anestesiología y reanimación desde 1981, atendió a 4.918 personas el año pasado. Durante 2016 realizó 1.462 primeras visitas y 3.456 sucesivas. Es un ejemplo de cómo ha podido reducir la lista de espera en los últimos años. 

Salut defiende que ha implantado mejoras para reducir los tiempos de espera

En las Terres de l’Ebre hay dos de esas unidades, que exhiben una enorme descompensación. Si uno acude al Hospital Verge de la Cinta de Tortosa a tratarse el dolor cronificado por alguna patología, debe armarse de paciencia y esperar, de media, 212 días, es decir, prácticamente siete meses justos. En cambio, en el Hospital Comarcal de Móra d’Ebre la espera va un poco más allá del mes: es de 35 días, y convierte al centro en el mejor de toda la provincia en cuanto a demoras. 

Descompensaciones

La región sanitaria de Lleida tiene dos unidades especializadas en tratamiento del dolor, una en el Hospital Universitari Arnau de Vilanova, en Lleida capital, y otra en el Centro de Atención Primaria de Mollerussa. En ambos centros el tiempo de espera es de 117 días para la primera visita y otros 180 días para la segunda.

Estos dos centros se complementan con los existentes en la Región Sanitaria Alt Pirineu i Aran: el Espitau Val d’Aran, el Hospital Comarcal del Pallars, la Fundació Sant Hospital y el Hospital de la Cerdanya, donde la espera es de entre tres y 15 días, según la agenda del profesional que se ocupa de los casos de dolor agudo en estas zonas, ya que no se visita cada día, según indica en su respuesta el conseller de Salut. 

En Girona, los hospitales Santa Caterina y de Campdevànol arrastran una dilación de 92 y 30 días. Superan los cien días de espera los hospitales de Palamós (100 días), de Figueres (120) y Corporación de Salud del Maresme y la Selva (178), mientras la unidad del hospital Doctor Josep Trueta padece 85 días de media de retraso y el de Olot y Comarcal de la Garrotxa, entre 30 y 60 días. En la Catalunya Central, los hospitales de Vic, Sant Joan de Déu de Manresa y Sant Bernabé de Berga tienen 231, 105 y 104 días de espera y sólo baja de los cien días el de Igualada (63 días).

En Barcelona las esperas para ser atendidos del dolor también son largas. En Vall d’Hebron la media es de 185 días; en el de Mataró 168; de Mollet 188; Sant Pau 70; General de Granollers 152; Mútua de Terrassa 270; Sabadell 74, y los concertados Sagrat Cor, 16, y Plató, 74 días. En Catalunya hay 149 profesionales que trabajan en estas unidades, de los que 89 lo hacen en Barcelona.

En algunos casos, el Departament de Salut, a través de su conseller, admite la demora y desglosa algunas de las intervenciones para mejorar. La coordinación con atención primaria, la renovación de protocolos asistenciales y la creación de nuevos equipos funcionales son algunas de las mejoras aplicadas.  

Comentarios
Multimedia Diari