Lleno en el primer fin de semana de Tarraco Viva

Nuevos espacios. El festival ofrece visitas guiadas en espacios como el Teatre Romà y reflexiona sobre el patriarcado en la antigüedad 

21 mayo 2018 08:36 | Actualizado a 23 mayo 2018 17:54
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Estamos en el siglo I dC. En el Anfiteatro de Tarraco, dos gladiadores luchan hasta llegar al momento culminante. El público, que es quien debe decidir la suerte del perdedor en la contienda, estalla en gritos. Vita, exclaman los asistentes al acto.

Con esta expresión, el auditorio expresa su respeto por el luchador que ha dado todo su esfuerzo y le dignifica, a pesar del resultado del encuentro. 

Dos milenios más tarde, el mismo espacio vuelve a congregar a centenares de asistentes que, ante el sol de justicia de finales de mayo, despliegan un ejército de abanicos improvisados y conforman una estampa de tiempos pasados.

A pesar de que esta es una de las estampas habituales del festival de reconstrucción histórica Tarraco Viva, la imagen que forman centenares de personas atentas a las explicaciones del grupo Tarraco Lvudus –que se suman a las miradas de los curiosos desde fuera del monumento– certifica el creciente interés por el festival no solo de los expertos y los tarraconenses fieles, sino también de visitantes y turistas que se han interesado por adquirir sus entradas a última hora.

El primer fin de semana de esta XX edición se ha cerrado con un muy buen nivel de asistencia, que se ha visto alimentado por las buenas temperaturas  y por el puente festivo de este lunes en algunas localidades de Catalunya, factores que han favorecido que muchas de las actividades programadas hayan colgado durante estos días el cartel de entradas agotadas. 

Primeras visitas al Teatre Romà

Una de las grandes novedades de los primeros días de festival ha sido la posibilidad de poder pisar, en vivo y en directo, la estructura metálica de hierro oxidado que recrea las instalaciones del Teatre Romà, ubicado en la Part Baixa.

La instalación encargada por la Generalitat suma una inversión de 750.000 euros y ha generado polémica en los últimos meses por el material que la compone y su encaje con los elementos que se mantienen del monumento original.

El responsable del proyecto es el arquitecto Toni Gironès, especialista en este tipo de material y que ha visto dignificado su trabajo en certámenes como la Bienal de Venecia.

Tras las especulaciones, los primeros visitantes han podido comprobar en primera persona cómo es transitar por este enjambre metálico.

«Al principio, cuando hemos visto la estructura desde fuera, nos ha parecido muy extraña y confusa», comentaban ayer domingo Marta y Ester, ambas visitantes de diferentes grupos que, estos días, han optado por disfrutar en familia de la ciudad y de Tarraco Viva en este fin de semana largo.

Una vez completada la visita, las dos apuntaban que «visto desde cerca, la estructura nos ha gustado más, ya que permite imaginar cómo era el Teatre sin tener que intervenir en los restos que todavía hay. Es una idea que es ingeniosa». También los responsables de mostrar y explicar la función del Teatre coinciden en esta apreciación.

«Vemos que la sensación de extrañeza que produce el armazón desaparece cuando los visitantes suben la escalera y pueden contemplar con sus propios pasos la recreación de la cávea», destaca la guía del monumento, Carme Brey

Las primeras experiencias con público –que permiten conocer qué tipo de representaciones se organizaban en este espacio y cómo ha sido su relación con la ciudad con el paso de los siglos– se han organizado este fin de semana y se repetirán el siguiente, con motivo de Tarraco Viva.

De ahora en adelante, según confirman los responsables de mostrar este espacio, la intención es que se organicen más visitas guiadas durante este verano, con el objetivo de dar a conocer y acercar la estructura metálica al máximo número posible de ciudadanos. 

En un futuro más lejano, la intención es que el espacio del Teatre Romà cuente con una intervención arqueológica, un punto de información y unos lavabos, que permitan la visita del mayor número de personas posible, a la espera de que se ponga en valor el conjunto de los restos arqueológicos anexos.

De momento, estos días parece que la intervención ha sumado algunos puntos a favor por parte del público. 

Las mujeres de Tarraco Viva 

Otra de las novedades de este primer fin de semana de festival es el gran número de actos programados con nombre de mujer, que confirman la tendencia de la organización de aportar a esta XX edición un punto de vista más femenino.

A las conferencias y charlas que se han programado con el eje central del papel de las mujeres en la antigüedad –empresarias, trabajadoras, sirvientas, divinidades y reinas guerreras– se suman aquellos formatos con nombre propio que, a partir del detalle, nos permiten observar la cultura y tradiciones de la época. 

Este es el caso de uno de los monólogos que es novedad este 2018, en el que la actriz Mercè Rovira se pone en la piel de la maestra de oratoria Aspasia de Mileto, que murió en el año 400 aC y que ha pasado a la historia por ser la amante de Pericles, un hombre de estado de la sociedad ateniense de la época.

El monólogo añade color y contraste a este mito. «Mi intención fue crear una escuela de mujeres libres, a la que vinieron también hombres», cuenta Aspasia en su intervención, que se ubica en uno de los rincones del Passeig Arqueològic, mientras detalla que «con Pericles podíamos hablar de todo, nos completábamos y nos entendíamos y esto no se entendió bien en la sociedad de la época».

Este nuevo monólogo –que habla de la injusticia del trato social entre hombres y mujeres, muy a menudo alimentado también por las últimas– se suma al de otras mujeres de la antigüedad que se pueden disfrutar estos días en Tarragona, como el de Iras, esclava de Cleopatra; la prostituta Friné, que estuvo al servicio del emperador Augusto; Víbia Sabina Augusta, esposa de Adriano, o Teodora, que nació en un entorno muy humilde pero que acabaría siendo la esposa de Justiniano I. 

De este modo, Tarraco Viva propone un retrato del patriarcado como hilo conductor transversal, a través de actividades que se sumergen en la sociedad del antiguo Egipto, la Grecia clásica o la Roma imperial y que nos demuestran que las diferencias entre hombres y mujeres eran, a nivel de sociedad, a menudo profundas e insalvables en todas las clases y estamentos sociales. 

Parte de la programación de esta XX edición va dedicada a profundizar en este retrato, a través de varias propuestas que auguran un festival lleno de contrastes y que obligan a marcar varias citas en el programa de cara a los próximos días, que se prevén los más intensos. 

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