Patrullas vecinales y videovigilancia en el Llevant de Tarragona 

Los vecinos de Boscos recuperarán la figura del somatén, La Móra estudia contratar vigilancia privada y Solimar se organiza por whatsapp ante el incremento de la sensación de fragilidad

06 febrero 2019 09:12 | Actualizado a 13 febrero 2019 12:47
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Las asociaciones de vecinos de la zona de Llevant exigen al Ayuntamiento de Tarragona la instalación de cámaras de videovigilancia después de que, a lo largo de las últimas semanas, se haya disparado la sensación de inseguridad en las urbanizaciones más cercanas al litoral. Las entidades ciudadanas consultadas por el Diari denuncian un incremento del número de robos desde la pasada Navidad y, por ello, la mayoría de ellas ya han empezado a organizarse para frenar los hechos delictivos que han sufrido desde que empezó 2019. 

La primera asociación que ha tomado cartas en el asunto es la de Solimar-Monnars, que ha creado una comisión de seguridad. «La gente está en estado de alerta, de crispación y de nervios, después de que hayamos sufrido más de veinte robos en las últimas semanas», asegura la presidenta de la entidad, Elvira Vidal, quien considera que la implantación de las cámaras «tendría un efecto disuasorio» frente a los posibles hechos delictivos. 

De momento, en esta urbanización se ha puesto en marcha un grupo de whatsapp, que está formado por 108 vecinos, que sirve para vigilar el entorno de todo el barrio. «Es un sistema muy efectivo. Cuando vemos a alguien sospechoso avisamos de inmediato, hacemos fotografías –o vídeos– y todos los vecinos vigilan su entorno», afirma Vidal. 

El pasado miércoles se reunió la comisión vecinal creada por parte de los residentes del entorno. En ella, los asistentes acordaron pedir también al Consistorio que arregle la luz de las farolas que no funcionan. «Las calles están muy oscuras por la noche, muchos vecinos tenemos que abrir las luces de nuestros porches», criticaba Carmen, víctima de varios episodios durante los últimos meses. Los vecinos también piden que se recupere la figura del concejal de barrio. «Con él había una interlocución mucho más directa con el Ayuntamiento», resaltan los vecinos, que a lo largo de los últimos días reconocen que ha aumentado la presencia policial en el entorno. «Aunque vengan seis veces al día, hay muchas horas que la urbanización está sin vigilancia», advierten.  

«Buscamos soluciones»
De manera muy parecida se expresan desde La Móra-Tamarit. El presidente de la asociación vecinal, Francesc Garcia, confirma que en esta zona residencial «también se ha notado un incremento» de los hechos delictivos. «Hay muchos robos cuando las casas están vacías. Estamos buscando soluciones», indica Garcia. 

Una de las cuestiones que está sobre la mesa es la posibilidad de contratar vigilancia privada. «Tenemos muchas comunidades de propietarios. Hemos acordado que cada una lo hable y, entonces, lo tiraremos hacia adelante. Debe ser una decisión consensuada», afirma Francesc Garcia, quien asegura que la posibilidad de tener vigilancia propia «sería viable y posible» porque «debemos encontrar alguna alternativas ya». 

«Más presencia policial»
Cala Romana es otra de las urbanizaciones más afectadas por la delincuencia. «Los hechos delictivos se han incrementado desde mediados de diciembre. Hace poco robaron una moto en el aparcamiento que hay frente al Club de Tennis», relata el presidente de la entidad deportiva y miembro de la Associació de Veïns, Pere Lluís Bergadà, quien reclama «una mayor presencia policial» en la zona.  

De hecho, la Policía Local deja una furgoneta aparcada en el párking del Tennis desde hace días. «Últimamente hay mucho movimiento, por lo que necesitamos una presencia continua», afirma Bergadà, quien considera que la colocación de la videovigilancia «sería una solución ideal», por su «efecto disuasorio». Asimismo, en Cala Romana también cuentan con un sistema vecinal de whatsapp que «ha servido para frenar algún robo», según detalla el presidente del Club Tennis Cala Romana. 

«Estamos desamparados»
Especialmente críticos se muestran desde la Associació de Veïns Mas Vilà de Boscos de Tarragona. Esta entidad elaboró recientemente un manifiesto en el que sus miembros aprobaron, por unanimidad, recuperar el somatén «teniendo en cuenta la situación de desamparo en la que nos encontramo». «No ignoramos que esta figura no está regulada legalmente, pero ante la inacción clamorosa de las administraciones públicas, no nos queda otro remedio. Su puesta en marcha será inmediata», se afirma en el documento.

El vicepresidente de la asociación de vecinos, Alberto Martín, confirma al Diari que la voluntad es que el nuevo sistema de seguridad, que será ejecutado por los 2.000 vecinos del barrio, sea una realidad el 1 de marzo. «La Guàrdia Urbana y los Mossos nos dicen que no tienen suficiente personal. Cuando la administración no es capaz de proteger la seguridad de sus ciudadanos, a estos no les queda otro remedio que autoprotegerse», recalca Martín para justificar la puesta en marcha del somatén.     

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