Llevar al perro sin atar, principal infracción en Tarragona de los dueños de canes

Han puesto catorce denuncias por este concepto, que van de los 100 a los 500 euros, según sea peligroso o no

19 mayo 2017 22:32 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:01
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Un total de 19 multas ha impuesto la Guàrdia Urbana de Tarragona durante la campaña de control de perros, que se ha prolongado durante aproximadamente un mes. Uno de los aspectos que se ha detectado es que todavía hay propietarios que llevan a los canes sin atar, algunos conscientemente y otros porque creen que no se trata de una infracción administrativa. Sin embargo, fuentes municipales reconocen que cada vez hay más dueños que conocen la obligatoriedad de llevar a su mascota atada, aunque no sea de una especie peligrosa. «No muerde», señalan algunos dueños cuando los agentes de la Unitat de Medi Ambient (UMA) –encargada de realizar esta campaña– les multan, haciendo ver que descocen la normativa.

Precisamente, muchas de las personas que no recogen las deposiciones de su perro es porque lo han dejado suelto. Algunos se hacen el despistado, otros no ven el excremento en el suelo porque el can lo ha depositado lejos de donde se encuentra su dueño.

La mayoría de multas se han puesto en los barrios. De todas maneras, la campaña de control se ha extendido por todo el municipio: de La Móra –principalmente en la playa y calle Ripollès– hasta Bonavista, pasando por Torreforta –plaza Primer de Maig, calles Balaguer, Tortosa y Penedès–, playas de la Arrabassada y Savinosa, Sant Salvador –avenida Dels Pallaresos y calle Mas dels Cups–, zona centro –Zamenhoff, Sevilla, Caputxins, Vapor, etc–, Sant Pere i Sant Pau –parques infantiles–, entre otros.

El llevar el perro sin atar ha supuesto 14 sanciones. Los multados tendrán que pagar 500 euros en el caso de que su perro sea peligroso y cien para el resto. Dos multas más fueron por no recoger los excrementos –que conlleva pagar 100 euros– y tres por otro tipo de infracciones –como no llevar el bozal en el caso de las razas peligrosas, también sancionado con 100 euros–.

Además del parque infantil que hay en la confluencia de las calles Dotze y Vint-i-dos, otra de las zonas que acapara más quejas es el parque situado en la calle Zamenhoff. Allí, un joven extranjero fue multado en dos ocasiones –el 6 y 13 de mayo– por llevar desatado a su perro. La primera vez también fue multado por no llevar el bozal. El joven fue citado a comisaría para comprobar si el can tiene su cartilla sanitaria, el chip, el seguro obligatorio y la licencia municipal.

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