«Los 3.000 folios de la causa de Iqoxe son mucha opinión sin pruebas»

Entrevista al portavoz de Iqoxe, Javier Fontcuberta

01 diciembre 2020 20:10 | Actualizado a 08 enero 2021 20:23
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La empresa Iqoxe concede al Diari la primera entrevista a un medio de comunicación tarraconense tras la explosión del pasado 14 de enero, que acabó con la vida de tres personas: dos trabajadores y otra, vecina de Torreforta, que se encontraba a 2,4 kilómetros del polígono sur. 322 días después del trágico accidente, la compañía reivindica su actuación, y asegura que la causa de la explosión «no fue por un error humano», sino por «una concatenación de sucesos imprevisibles».

Han pasado diez meses y aún no se sabe qué es lo que pasó. ¿Entienden que la ciudadanía esté nerviosa?

Sí, claro. Lo que sucedió es muy grave, entendemos que haya miedo. Es normal.

Hay diferentes hipótesis: un incendio, una fuga, un sobrecalentamiento debido a una menor producción...

Estamos estudiando los dos informes, no son contradictorios. La principal diferencia es que el nuestro –elaborado por el Institut Químic de Sarrià (IQS)– considera que dentro del rector había MPEG500, mientras que el trabajo del Departament d’Empresa cree que la causa fue el óxido de etileno. Los dos, sin embargo, coinciden en que fue una concatenación de circunstancias ni detectables ni conocidas.

¿Qué es, pues, lo que explotó? ¿Óxido de etileno o MPEG500?

La hipótesis del informe del Departament de empresa no es acurada. Sabemos de declaraciones en el juzgado de los trabajadores que estaban allí el día del accidente que, por la temperatura y presión, dentro del reactor había necesariamente MPEG500, no óxido de etileno. Además, analizado el abasto de la explosión, el óxido de etileno no reacciona con esta violencia.

¿La explosión fue por un error humano o industrial?

Estamos absolutamente convencidos de que no fue por un error humano.

¿Fue industrial, pues?

Sí. El estado de la técnica no permitía anticipar una concatenación de circunstancias de esta naturaleza. Y los sistemas más avanzados de control que había no fueron capaces de detectarlo y actuar con antelación.

¿Qué hizo mal Iqoxe para que ocurriera la explosión?

Toda la información que tenemos es que los empleados de Iqoxe se comportaron en todo momento con la más estricta profesionalidad. Las personas que estaban allí durante el accidente eran las de máxima responsabilidad dentro de la planta de derivados. Es gente con muchísima experiencia, con más de veinte años de recorrido. No tenemos duda de su profesionalidad

¿Si pudieran volver atrás, qué cambiarían de su actuación sobre la explosión?

Nos hubiera gustado poder explicar desde el primer día lo que estábamos haciendo a partir de la explosión. Desgraciadamente, esto no fue posible.

¿Y del 14 de enero, antes del accidente, cambiarían algo de lo que hicieron?

No, los procedimientos fueron los correctos.

¿Por qué tardaron tanto en comunicar la explosión?

Debe reflexionarse qué es lo que pasa cuando hay un accidente de esta magnitud, en el que el propio afectado queda inhabilitado para poder comunicar. Esto sí, los Bombers estaban en la planta solo nueve minutos después. Quien debía estar, estaba, con independencia de que el accidente incapacitó a la propia compañía. Debe recordarse que la explosión dejó muy tocadas todas las comunicaciones y, además, estábamos gestionando el accidente in situ.

La jueza investiga vertidos de aguas contaminantes. ¿Se vertieron?

Es una pieza que se ha construido solo con opiniones. No hay ni un solo dato que justifique que ha habido vertidos. Es imposible que los hubiera.

¿Por qué?

Tanto en la zona de vertido común como en la zona de vertidos al mar hay sensores, y ninguno alertó nada. Además, si hubieran vertidos ilegales en el mar, la Autoritat Portuària los habría visto. No hay un solo indicio ni prueba de ello. El ACA también ha hecho pruebas, y salieron negativas. Parece que tengamos que demostrar nuestra inocencia.

Los sindicatos denuncian falta de personal y alertan de conflictos laborales.

Esto se aleja mucho de la realidad. Desde que Iqoxe compró la planta en 2014, la plantilla se ha incrementado en un 10%, y en la de derivados, más de un 20%.

¿El día del accidente habían los trabajadores suficientes?

Sí, había más de los que exigía el convenio colectivo. Hasta las 17.30 horas había ocho personas, cuando el convenio exige 5. Y en el momento del accidente había 6, cuando el convenio exige cinco.

Se aumentó personal, pero también la producción según la jueza. ¿En cuánto?

No, al revés. En los 3.000 folios de la causa hay mucha opinión sin pruebas. Se ha disminuido en 15.000 toneladas. De las 430.000 autorizadas, estamos escasamente en la mitad.

¿Existe la ‘sombra’?

No lo sé. En cualquier empresa es normal empujar a los empleados a ser más productivos y querer saber qué hacen los trabajadores. Somos una empresa sin conflictividad laboral, no hay despidos, la remuneración está por encima de la media del sector... La gente se quiere jubilar en Iqoxe.

¿Dice que no fue un error humano, pero les consta que haya explotado algún otro reactor de la misma tecnología?

No. Por esto tenemos interés en que se sepa internacionalmente lo que ocurrió.

¿Han hablado con la empresa propietaria de la tecnología del reactor (HHT Services)?

Se ha contactado con todas las empresas afectadas.

En la comisión del Parlament de Catalunya ustedes anunciaron que no usarán más la tecnología de esa compañía. ¿Por qué?

Ni se usará más ni se fabricará la familia de productos del MPEG500. Si la tecnología es la que presenta algún tipo de riesgo asociado a esta familia de productos, que no se conocía, pues eliminamos completamente el riesgo para dar tranquilidad. Ni tecnología ni producto.

¿Pero cuándo adquirieron la tecnología en 2017 no les alertaron de que podía haber problemas con este producto?

No, la compañía no tenía información sobre esto. Ese reactor permitía, precisamente, fabricar la familia de los MPEG.

El hecho de que ustedes anuncien que no usarán más esta tecnología la apunta como la culpable de la explosión.

No me gusta llegar a esta conclusión tan directa. No hubo un error en el diseño de la tecnología del reactor, sino que hubo una serie de circunstancias que, encadenadas, provocaron un efecto completamente desconocido, por lo que el reactor no estaba preparado para ello. No hay, pues, un error en el diseño.

¿Denunciarán a HHT Services?

De momento lo que queremos es que se acaben todos los expedientes y los análisis en marcha para conocer la causa.

¿No lo descartan?

En estos momentos no está sobre la mesa. La prioridad ahora es atender a las familias y aportar tranquilidad al entorno social más directo y trabajar para la reapertura de las fábricas.

Una de las causas del sobrecalentamiento del eyector fue que ese día se fabricó un 20% menos de producto. ¿Les alertaron de que esto podía suceder?

No.

¿Les faltaba información?

No teníamos limitaciones del uso, lo que hicimos fue producir dentro del rango que se podía. También le diré que tampoco era la primera vez que se hacía menos producto, incluso habíamos hecho un 25% menos. Este era el séptimo lote del MPEG 500, pero hay de diversos tipos, Iqoxe ha hecho centenares e incluso MPEG750 y MPEG1000.

¿Había notado alguna irregularidad en el reactor hasta el día del accidente?

No teníamos ningún indicio de que esto, remotamente, pudiera pasar. Ni uno, ni tan solo el día del accidente.

¿Ese día todo fue con normalidad?

No hubo ni un solo indicio de que pudiera pasar. Prueba de ello es que minutos antes del accidente consta que las personas que estaban en la sala de control estaban conversando de lo que habían hecho el fin de semana y de lo que harían los próximos días, en un ambiente absolutamente tranquilo, normal y desenfadado. Incluso alguno de ellos envió algún correo electrónico poco antes de la explosión.

¿La planta estaba pensada para producir el MPEG500 que explotó? El informe del IQS reconoce que su producción generaba «inestabilidad»

independientemente de lo estable o inestable que pueda ser el producto, el reactor estaba preparado para producirlo. No se utilizaba para nada que no estuviera diseñado.

La sala de control no estaba bunkerizada. ¿Fue un error?

La fábrica cumplía todos los requisitos legales para poder operar. La sala no estaba bunkerizada, pero sí que lo estaba el propio reactor para aguantar una explosión de óxido de etileno.

¿Bunkerizarán la otra sala de control que tienen?

Sí. Queremos dar un nivel de cumplimiento mucho más allá de lo legalmente exigible. Las plantas son seguras.

En 2017 tramitaron la nueva planta como un «cambio no sustancial». ¿Implantar una nueva tecnología no es un cambio «sustancial»?

Los procedimientos seguidos han sido los ordinarios marcados por la Generalitat. No ha habido ninguna intención de sortear el contenido de la ley, siempre hemos trabajado mano a mano con la Generalitat.

¿El 14 de enero tenían todos los planes y licencias en regla?

Sí. El día del accidente teníamos vigente desde noviembre de 2019 el Pla d’Autoprotecció. El Govern lo ha reconocido. Cada vez que hay alguna modificación en la estructura de la fábrica debe actualizarse. Lo renovamos el 30 de marzo.

El conseller El Homrani dijo la pasada semana que Inspecció de Treball ha actuado en 35 ocasiones en Iqoxe este año.

Antes del accidente no había expedientes relevantes, y la actividad inspectora se ha acentuado, también porque la Generalitat está comisionada por el juzgado.

¿Se plantearon irse de Tarragona?

No le ocultaré que las semanas después de la explosión hubo un replanteamiento de la situación. El juicio público fue muy contundente. Ahora, sin embargo, la voluntad es la de seguir apostando por Tarragona.

¿Qué les pareció la gestión de la emergencia exterior? No sonaron las sirenas.

Según el Plaseqcat, no debían sonar. Está claro que hay cosas que deberán mejorarse.

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