Los CAP de Tarragona, desbordados

Salut admite saturación en la primaria provincial. Las PCR y el rastreo sobrecargan de trabajo ya que el virus, a diferencia de lo que se previó, no ha dado tregua en verano. Médicos y enfermeros están exhaustos

17 septiembre 2020 19:30 | Actualizado a 19 septiembre 2020 15:31
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Calma tensa en los hospitales de Tarragona y saturación en los centros de primaria. La vuelta al cole pero, sobre todo, el incremento de casos en las últimas semanas y la presión en labores de rastreo de positivos de Covid-19 están desbordando los CAP del Camp de Tarragona y de las Terres de l’Ebre.

El reciente grito de auxilio de las sociedades científicas ha quedado reforzado por la alerta del Col·legi Oficial de Metges de Tarragona (COMT) y el Col·legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Tarragona (Codita). El diagnóstico del panorama laboral de estos días es el mismo y habla de profesionales desbordados. «En la atención primaria estamos muy saturados, se están haciendo muchas visitas al día, combinando la asistencia general con la atención a la Covid-19 y el seguimiento. En los hospitales la presión va subiendo poco a poco, pero el problema ahora está en la primaria», reconoce Fernando Vizcarro, presidente del COMT.

«La situación actual es de desborde, porque falta gente. Los hospitales más o menos se están manteniendo, mientras haya camas en intensivos. Hay más casos pero no están siendo tan graves. En primaria estamos esperando a ver qué pasa en los colegios y eso va a ser otra labor añadida, porque va a haber brotes seguro», explica Lluïsa Brull, presidenta de Codita, que añade: «Toda la tarea de hacer test PCR y la detección y el seguimiento de contactos supone mucho volumen de trabajo». Sobre primaria recae, por ejemplo, el número de pruebas PCR, que han experimentado un gran incremento. Actualmente oscilan entre 8.000 y 9.000 a la semana, aunque incluso se ha llegado a las 10.000 en la provincia, cifras muy por encima de las 3.000 que se realizaban en julio o de las 2.000 de la primera oleada del SARS-CoV-2, sobre el mes de abril.

Ramon Descarrega, gerente de la región sanitaria del Camp de Tarragona, admite la complejidad del momento: «Somos conscientes de esta situación, de que este verano el peso de la evolución de la pandemia iba a recaer en la primaria». Sin embargo, la previsión ha fallado por el propio proceso del virus: «Preveíamos un verano tranquilo, que nos permitiera prepararnos para el otoño, y eso quería decir tener a los equipos con menos personal, entre otras cosas porque tampoco tenemos profesionales para contratar». Como afirma Descarrega, «los niveles de afectación y de incidencia del coronavirus han ido en aumento, afortunadamente con casos leves o asintomáticos, pero con un peso cayendo sobre la primaria, mientras los hospitales han estado menos tensionados». Ramon Descarrega no habla de segunda ola pero, sí, «continuando con un símil de terminología marítima, una marea muy alta», que ha provocado que la atención en los ambulatorios diste mucho de ser la ideal, con colas y largas espera de pacientes.

«Vamos a potenciar la primaria»

A la situación contribuyen las vacaciones de verano de parte de los sanitarios, que aún se prolongan, sobre todo porque el Departament pidió intentar consumir los días de asueto antes del 30 de septiembre, en previsión de que el otoño se complicara. La previsión, pues, es que la reincorporación de empleados alivie la situación, que debe mejorar también con contrataciones. «Queremos potenciar la primaria en términos de enfermería y médicos, pero también con la incorporación de nuevos roles de profesionales destinados a gestionar de la mejor manera posible esta situación», cuenta Descarrega.

Salut ha presentado su plan de fortalecimiento de la primaria, que cuenta con una inversión total de unos 300 millones de euros hasta 2022. La consellera de Salut, Alba Vergés, afirmó que «era urgente y prioritario otorgar a la atención primaria el rol de eje vertebrador de todo el sistema». La máxima representante de la Generalitat en materia de sanidad explicó que el plan tiene dos velocidades: a corto plazo, con la gestión de la Covid y, a largo plazo, «con la construcción de unos pilares sólidos» que permitan adaptarse a los cambios sociales y dar una mejor asistencia. «En cuanto se apruebe por el Consell de Direcció, podremos comenzar a incorporar perfiles en la medida en que se pueda, porque a veces no es fácil encontrar de un día a para otro», indica Descarrega.

Mientras esas soluciones se concretan, los sanitarios tarraconenses siguen soportando un día a día de gran desgaste. «Estamos desbordados, con muchísimo trabajo», desgrana Jordi Daniel, médico en el CAP de Salou y miembro de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFiC). «Se hace seguimiento de pacientes con Covid-19 y se toman decisiones en función de lo que se sabe. Es un trabajo muy importante, porque hablamos de perfiles que aparentemente están bien, pero pueden surgir complicaciones rápidamente y pueden empeorar de un momento a otro, por lo que hay que tener mucho control», cuenta Daniel.

«El usuario ya no tiene paciencia»

Una comparativa de su labor en la consulta ilustra la situación: «Hace un año, antes de la pandemia, una agenda normal pactada eran 30 visitas de pacientes al día y una o dos a domicilio. Ahora estamos hablando de 50 o 60 llamadas al día y cinco o seis visitas a casas. Y lo que haga falta después, porque hay que tener en cuenta que algunas personas a las que llamas por teléfono tienen que acudir a tu consulta para acabar de ver o solucionar el problema, así que la situación de estrés es muy alta». A todo eso, cunde un cierto ambiente de crispación y hasta de enfado por parte de los usuarios, obligados a soportar esperas. «Notamos que la paciencia ha desaparecido, que la gente no termina de entender que no estamos en una situación normal, aunque ya no haya confinamientos. Nos sentimos presionados», añade Jordi Daniel.

Esta semana, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) alertó de que las urgencias se encuentran «tensionadas» porque deben atender a todo tipo de pacientes, «tanto a los de Covid-19 como al resto». Estos facultativos mantienen que España se encuentra ya ante «la segunda ola» y las urgencias «al borde de la saturación».

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