Los Juegos Mediterráneos dejan un impacto de 140 millones en el territorio

La oposición cargó contra el acontecimiento por la poca venta de entradas, exigió al detalle lo que ha gastado la ciudad y recriminó que el 80% de las subvenciones hayan sido públicas

05 octubre 2018 19:24 | Actualizado a 31 octubre 2018 11:43
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Los Juegos Mediterráneos han dejado 140 millones de euros en el Camp de Tarragona. Así lo apunta un informe de la URV sobre el impacto económico del evento deportivo, que cifra en 107 millones el beneficio total generado en la ciudad de Tarragona. Los partidos de la oposición recibieron este documento diez minutos antes de la celebración del pleno que tuvo lugar ayer, lo que provocó cierto desconcierto entre los portavoces. A pesar de ello, el debate sobre las cuentas de los Juegos vivió algunos momentos llenos de tensión, como por ejemplo cuando se preguntó sobre las entradas regaladas para la ceremonia de inauguración.

Los Juegos contaron con 3.500 voluntarios, de los cuales 2.200 recibieron formaciones específicas. El 57% fueron mujeres y el 62% eran de la demarcación. Solamente en el Anillo Mediterráneo se crearon 975 puestos de trabajo –entre operarios y administrativos–. En el resto de sedes, se ha dado trabajo a 300 personas. 13 de las empresas que han trabajado en torno a los Juegos son de Tarragona, 18 del territorio y 22 de Catalunya. Estas y otras son algunas de las cifras que ayer vieron la luz por primera vez y que explican el impacto económico del evento deportivo. 

Pero para los grupos de la oposición, estos datos no son suficientes para incluir la palabra éxito en el discurso. El gobierno municipal parece satisfecho con los números, pero lo cierto es que quedan muy lejos de las expectativas iniciales. «¿Por qué el porcentaje proyectado no se ajusta a la realidad?», se preguntaba la portavoz de ICV-EUiA, Arga Sentís. El alcalde de la ciudad, Josep Fèlix Ballesteros, responsabilizó a la «complicada situación política del momento».

La oposición destacó en el pleno que la mayor parte del presupuesto operativo se ha conseguido gracias a las subvenciones de administraciones, es decir, a las arcas públicas. Y esta no era la intención inicial por parte de los organizadores. «La Fundació –ente que ha gestionado los Juegos– ha sido un agujero negro que en un 80% se ha nutrido de dinero público», aseguraba la portavoz de la CUP, Laia Estrada.

El líder del PDeCAT, Dídac Nadal, acusó al gobierno de poca transparencia y aseguró que el problema es que «los Juegos se han celebrado de espaldas a la ciudadanía». El portavoz de Ciutadans, Rubén Viñuales, insistió en saber en qué se ha gastado el crédito de 12 millones de euros que pidió el Ayuntamiento para los Juegos. Pau Ricomà, portavoz de ERC, acusó a Ballesteros de «engañar a la gente con sus aspiraciones dignas de trabajo». 

Entradas fotocopiadas

Se vendieron casi 29.000 entradas, que significaron una inyección de poco más de medio millón de euros, un 15% de lo que se había previsto. No podía faltar este punto en el debate. El concejal responsable de los Juegos, Javier Villamayor, reconoció la poca afluencia en algunas competiciones y se justificó con la falta de puntos de venta físicos en las sedes, la poca promoción y la coincidencia con el Mundial de Fútbol. 

La CUP exigió respuestas sobre los testigos que aseguran que se regalaron cerca de 2.000 entradas en el entorno de VOX y de Societat Civil Catalana. Villamayor no sabía nada, decía. Por su parte, el portavoz del PDeCAT, Dídac Nadal, aseguraba que se habían fotocopiado entradas y criticó que el control de asistencia en la entrada de los estadios fuera visual. 

10.000 noticias

Los Juegos Mediterráneos generaron 10.000 noticias. De estas, 5.500 fueron en medios nacionales y más de 4.300 en locales. Estos datos también contribuyen en el cálculo del impacto económico, ya que los expertos se fijan en qué dirección iban los textos. La mayor cobertura se hizo a través de medios digitales, después en papel y, por último, a través del audiovisual. La mayor parte de las noticias fueron de carácter neutro. De los 10.000 textos, sólo 900 eran de carácter negativo. «Esta promoción hubiera costado 19,5 millones», aseguraba Villamayor. Nadal recriminó que el estudio no tenía en cuenta las redes sociales y Ricomà leyó algunos titulares malos. «Siempre negativo, nunca positivo», decía el alcalde.

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