'Los Països Catalans hubieran quedado sextos en el medallero de los Juegos'

Gerard Figueras es el Secretari General de l’Esport de la Generalitat de Catalunya, institución que más ha invertido en los Juegos Mediterráneos. Figueras ha pasado casi los diez días que ha durado el acontecimiento deportivo entre estadios y actos institucionales.

¿Los Juegos han sido un éxito o un cúmulo de despropósitos?
Son unos Juegos que han ido de menos a más. Se llama trayectoria ascendente. Durante los primeros días había cosas que no acababan de funcionar, pero en las últimas horas, el deporte ha centrado el debate. Por lo tanto, me decanto hacia el éxito. Pero no absoluto. Estaríamos faltando a la evidencia. 

¿Está satisfecho con la organización?
Nosotros hemos cumplido con los compromisos. Estoy tranquilo y, aunque hemos contado con las mismas dificultades que el resto de administraciones, hemos cumplido en tiempo y forma. El resto de asuntos no era cosa nuestra. Ni el contenido de las ceremonias ni la distribución de las entradas. Lo he visto como mero espectador.

¿Le gustó la ceremonia inaugural?
Me gustó más la de clausura.

¿Por qué?
La Generalitat no conocía el contenido de ninguna de las dos. Pero en la ceremonia de clausura vi más elementos útiles para explicar qué es Tarragona y Catalunya. Creo que los organizadores tuvieron en cuenta las críticas y, con muy buen criterio, se introdujeron elementos característicos de la ciudad. ¿Qué tenía que ver el ejército con la inauguración de los Juegos? Fue un acierto cambiar el rumbo.

¿Esperaba el abucheo al presidente de la Generalitat?
No, sinceramente no. 

¿Y él, cómo lo vivió?
Con mucha deportividad. Creemos en la libertad de expresión, sea cual sea. Respetamos los silbidos al presidente de la Generalitat, igual como los del jefe de estado. 

¿Es positivo mezclar deporte y política?
De hecho es recomendable. El deporte no puede ir desligado de la situación política del país. Es normal y positivo que acontecimientos de repercusión internacional sean escenarios donde se expresen las ideas políticas. 

¿Los Juegos han significado el punto de partida para el diálogo entre Torra y Sánchez?
Sí. La prueba es que la primera foto pública de los dos gobiernos se produjo en la inauguración de los Juegos Mediterráneos de Tarragona. Esto quedará para siempre. Insisto en que el deporte es un espacio en el que se crean puentes de diálogo, aunque sea desde la discrepancia política, como en este caso. 

¿Ha sido complicado gestionar los últimos detalles sin la presencia de un gobierno efectivo?
No fue fácil hacer nuestro trabajo sabiendo que el conseller estaba en prisión. Había dos opciones: parar máquinas y no mover un dedo hasta que se restituyera el Govern o cumplir con nuestros compromisos. La decisión política fue seguir adelante, aunque nos planteamos plantarnos.

Algunos estadios han estado vacíos…
La Secretaria General de l’Esport no tenía la responsabilidad de la distribución de las entradas. De hecho, me preocupé porque, una semana antes de los Juegos, pedí invitaciones para el tejido deportivo –federaciones– del país y me dijeron que no estaba previsto la invitación. Por suerte, la organización rectificó y puso a disposición de las entidades y federaciones entradas.

¿Las puertas del Palau d’Esports estuvieron abiertas durante la competición?
Había instrucciones de que una vez iniciado un partido, la gente podía entrar sin entrada.

¿Cree que la inversión hecha desde la Generalitat es proporcional con el impacto del acontecimiento?
Sí. Sobretodo teniendo en cuenta el déficit de equipamientos que tenía la ciudad de Tarragona.

¿Cómo ha sido su relación con el alcalde Ballesteros y el concejal encargado de los Juegos, Javier Villamayor?
De cordialidad. El camino ha sido muy complicado, ha estado lleno de obstáculos. Justamente esto ha generado relaciones de complicidad entre nosotros, que en otras situaciones no hubieran tenido lugar. Siempre desde la discrepancia política, claro.

Algunos partidos y entidades independentistas han reivindicado la participación de las selecciones catalanas en los Juegos.
Hago mía la protesta. Además, celebro que hayan explicado en que situación de anormalidad se hacen estos Juegos, con políticos en prisión y al exilio. Muchos deportistas catalanes se han visto obligados a participar bajo la bandera española. De hecho, si Catalunya hubiera participado, habría quedado en sexto lugar del medallero, según dice una revista.

¿Y ahora qué?
No contamos con un calendario concreto, porque hemos gestionado todos nuestros esfuerzos en la finalización de los equipamientos. Pero ahora toca sentarse con el Ayuntamiento y diseñar la forma jurídica de gestionar el Anillo Mediterráneo. Calculo que el encuentro tendrá lugar en septiembre.

Los Juegos en una frase.
Pondrán Tarragona en el mapa como destino turístico deportivo, en el ámbito internacional.