Los alcaldes piden mejorar el protocolo a seguir en casos de crisis como ayer

Reclaman que la ciudadanía esté bien informada. La Generalitat destaca la buena coordinación de las instituciones

15 enero 2020 07:20 | Actualizado a 15 enero 2020 10:35
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Los alcaldes de La Canonja y de Vila-seca piden que se mejoren los protocolos de seguridad en casos de crisis como el ocurrido ayer durante la explosión en la empresa Iqoxe. Aseguran que parte de la población no contaba con la información necesaria para actuar con responsabilidad ante un incidente de tal magnitud. Y es que las sirenas que alertaban del confinamiento no sonaron en ningún momento, a pesar de que a través de las redes sociales, Protecció Civil avisaba de que nadie saliera de sus casas.

Por su parte, el edil tarraconense, Pau Ricomà, destacó la buena coordinación entre instituciones y servicios de emergencia, pero no quiso pronunciarse sobre si el sistema de información fue el mejor. «Entiendo la preocupación de la ciudadanía al no saber qué estaba ocurriendo, pero la decisión de confinar era de los bomberos, quienes estaban analizando el grado de toxicidad del aire. Para los que tienen que dar información, el tiempo pasa rápido, pero para los que esperan ser informados, lento», apuntaba Ricomà.

Por su parte, Roc Muñoz, alcalde de La Canonja, opinaba que «todo es mejorable». El edil pedirá una reunión urgente con Protecció Civil y con los representantes de la Generalitat, para trasladarles su descontento con la gestión, sobre todo, en materia de comunicación. «Si tenemos que confinar a la población, deben sonar las sirenas, sino es difícil que la población lo sepa», apuntaba ayer Muñoz.

En esta misma línea, Pere Segura, alcalde de Vila-seca, aseguraba que el incidente se ha vivido con cierta «preocupación» por parte de la población y, a pesar de destacar el trabajo bien hecho de los servicios de emergencia, Segura añadía que «es una cuestión más interna, de comunicación seguramente. La ciudadanía debe estar informada de manera rápida, para aportarles seguridad en todos los casos». El alcalde concluyó asegurando que «no sé si ha sonado o no las sirenas, lo que si sé es que ha habido un momento en el que el aviso no ha sido como tenía que ser».

La Generalitat en el 112

Una importante representación de la Generalitat se desplazaron hasta el edificio 112 de Reus para seguir minuto a minuto lo que estaba ocurriendo en la empresa accidentada de La Canonja. El presidente del ente autonómico, Quim Torra, quiso enviar un mensaje de tranquilidad a la población y de apoyo a los familiares del vecino fallecido en Torreforta y del trabajador desaparecido. El vicepresidente del Govern, Pere Aragonés, destacó la «excelente» coordinación entre las administraciones.

Por su parte, la consellera de Salut, Alba Vergés, explicó el estado de los heridos. Los dos más graves fueron trasladados hasta el hospital de la Vall d’Hebron de Barcelona y un herido menos grave en el Joan XXIII de Tarragona. Además, fruto de la explosión había cinco heridos leves, dos de ellos atendidos en el Hospital Sant Joan de Reus y los otros tres dados de alta in situ en el lugar de los hechos. Vergés destacó la activación de psicólogos para dar apoyo a la empresa.

El conseller de Interior de la Generalitat, Miquel Buch, explicó que algunos vecinos oyeron una segunda explosión, procedente de una estación de transformación de la misma empresa, «producido seguramente por el primer incidente». Además, Buch aseguró que, en un primer momento, se activó el confinamiento preventivo a la espera de que los bomberos analizaran el estado del aire. «Cuando ya habíamos decidido activar las sirenas, unos segundo antes, el informe de los bomberos confirmaba que no era necesario», se justificaba ayer Buch, quien añadía que «podemos decir a la gente que esté tranquila, que puede salir a la calle y respirar sin ningún problema. Pero recomendamos a la población que esta noche se quede en su casa». Una declaración que dejó a todos los presentes un tanto estupefactos por su contradicción.

Albert Ventosa, jefe de la Regió d’Emergències de Tarragona, destacó que la actuación de los servicios fue «inmediata». La intervención de los bomberos se centró en tres objetivos tácticos, así lo explicó Ventosa. El primero era atender a las víctimas, tanto internas como externas, y buscar al trabajador desaparecido. «Las estructuras que envuelven el tanque reactor que han sufrido el accidente han quedado muy dañadas y, por lo tanto, la búsqueda del operario está siendo muy compleja por la falta de seguridad de los bomberos que hay en el interior», explica Ventosa. El segundo objetivo fue identificar la afectación exterior del aire, y la tercera, extinguir el incendio en uno de los depósitos. «Sigue quemando por un tema de seguridad», añade.

Ventosa explicó que hay 40 bomberos trabajando en el interior y 40 más en el exterior de la planta, para garantizar sus condiciones de estrés y de fatiga. Los servicios trabajaron durante toda la noche.

Por último, el jefe de la Regió d’Emergències de Tarragona aseguró que la situación estaba «estable», pero no «controlada», al cierre de esta edición.

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