Los Bombers de la Generalitat siguen con las tareas de control del tanque de etileno que comenzó a quemar después de la primera explosión. Inicialmente todo apuntaba a que las labores iban por buen camino. Concretamente, indicaron que la situación estaba «estable» pero no «controlada».
Además, desde las once y media de la noche se decidió ampliar lo que se denomina «zona caliente», un espacio de seguridad donde sólo pueden estar aquellas personas que participan en las labores de extinción.
Los efectivos de bomberos retrasaron su línea de intervención ante el temor de un derrame y posterior incendio del líquido.