Los carteristas se ceban con los cruceristas en la Part Alta

Los hurtos se cometen durante los meses de verano en lugares donde hay grandes aglomeraciones, como por ejemplo en los monumentos y en los centros comerciales

08 agosto 2018 19:47 | Actualizado a 04 septiembre 2018 11:05
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El último episodio tuvo lugar ayer por la tarde en una tienda de la calle Major. Tres chicas se dieron cuenta de que alguien les había abierto la mochila. Pero ellas tuvieron suerte, porque su caso quedó en intento. El ladrón no encontró nada.

Y así, día tras día, se va repitiendo. Los carteristas hacen el agosto en las principales calles de la Part Alta, aprovechando, en ocasiones, el despiste de los turistas. Según los cuerpos de seguridad, la mayoría de víctimas son cruceristas, que visitan la ciudad unos días. Seguramente, después de robarles la cartera, los visitantesno se van con un buen sabor de boca. 

Tanto comerciantes como policía aseguran que este año el número de carteristas se ha reducido respeto a otros años. No obstante, sigue ocurriendo con frecuencia en algunos puntos de la ciudad, como en la Part Alta, en los alrededores de los principales monumentos, en los centros comerciales y en los mercados y mercadillos.

El modus operandi es siempre el mismo. La mayor parte de las veces los ladrones van en grupo de dos y vestidos como si fueran turistas. Llevan gorra, cámara de fotos, un mapa que les tapa las manos y, en ocasiones, bolsas de ropa de marcas conocidas, como Zara o Massimo Dutti. Por norma general, los carteristas actúan donde hay grandes aglomeraciones de gente, para así pasar desapercibidos. 

«Normalmente, la víctima no se da cuenta de que le han robado la cartera hasta que debe sacarla para pagar alguna compra», explica el cabo de los Mossos d’Esquadra, encargado del Grup de Delinqüència Urbana, una unidad llamada Fura. Así se explica que muchos comerciantes de la calle Major aseguran que son testigos del enfado de turistas al ver que no tienen la cartera.

Según fuentes de la Guàrdia Urbana, los días que hay crucero en Tarragona se ha detectado un incremento de los hurtos, motivo por el cual ambos cuerpos policiales –Guàrdia Urbana y Mossos d’Esquadra– preparan un dispositivo especial conjunto con agentes de paisano por la zona del Balcó del Mediterrani, Amfiteatre Romà y Passeig de les Palmeres.

El cabo de los Mossos d’Esquadra explica al Diari que normalmente los carteristas escogen como víctimas a los turistas que están de paso por la ciudad, ya que en la mayoría de los casos no denuncian, y si lo hacen, el día del juicio no están en la ciudad. «Hay veces que pillamos in fraganti al carterista entre la aglomeración, pero perdemos de vista a la víctima», relata el cabo.

La policía asegura que tiene identificados a parte de los carteristas, aunque muchos actúan en diferentes municipios de la demarcación y van moviéndose de un lado al otro.

Irene, guía turística que trabaja en Àgora Tarraco, explica una de sus vivencias. «Visitábamos la ciudad con un grupo de japoneses, cuando de repente dos personas que parecían guiris, robaron la cartera a uno del grupo. Dos chicas, que salieron de la nada, empezaron a correr en busca de los carteristas. Les encontraron y les quitaron la cartera de la mano. Había la documentación, pero el dinero ya no. Fue entonces cuando entró en acción un agente de los Mossos d’Esquadra de paisano, quien les enseñó la placa y recuperó el dinero», relata Irene.

Los propietarios de comercios de la calle Major lo tienen claro. Piden al Ayuntamiento instalar carteles que avisen a los turistas que protejan sus pertenencias. Una dependienta de la tienda Allehop de la calle Major asegura que los tienen identificados y no les dejan entrar en el comercio. «Van vestidos como si fueran turistas, y se les nota las intenciones porque observan si las mochilas son fáciles de abrir», explica la dependienta. 

Montse Maján, de la tienda de souvenirs Picnic de la calle Major, relata que «algunas veces nos hemos encontrado con que el turista va a pagar y no encuentra la cartera. Entonces, le ayudamos a hacer los trámites para poner la denuncia. La mayoría de ellos tiene dificultades con el idioma». 

Por otro lado, la propietaria de una tienda de bolsos de la Part Alta asegura que «los carteristas son descarados, no tienen miramientos». Según explica, lo último que se lleva es cambiar de complementos. «Hay una mujer que lleva una pamela y debajo una gorra. Durante el día va con la pamela, pero cuando comete el delito, se la quita y queda con la gorra», asegura la comerciante, quien está harta de llamar a la Guàrdia Urbana.

Grandes aglomeraciones

La Part Alta no es el único sitio donde hay carteristas. El Mercat Central se ha convertido también en un punto caliente para los ladrones. «No sabemos si les roban la cartera aquí o a fuera, pero en las paradas es donde los turistas se dan cuenta que no llevan sus pertenencias», asegura Anna, una trabajadora del Mercat Central, quien relata que hace pocas semana tuvo que alertar a los vigilantes porque dos hombres intentaron introducir su mano en el bolso de una clienta. «Utilizaron la técnica de acercarse al mostrador para ver bien el género. Menos mal que se dieron cuenta de que les estaba mirando y decidieron irse con las manos vacías», explica Anna.

También los grandes centros comerciales o los mercadillos, tanto el de Tarragona como el de Bonavista, cuentan con carteristas. Los vigilantes alertan a los clientes que protejan sus bolsos y aconsejan llevar la mochila delante cuando hay grandes aglomeraciones. Algunos bares del entorno del Mercat Central aseguran que en ocasiones se han encontrado carteras vacías en los lavabos.

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