Los contratos por horas se extienden entre los médicos

Falsos autónomos, contratos de una jornada, guardias acordadas a última hora y el ´burnout´ marcan el día a día del colectivo sanitario. Uno de cada dos médicos jóvenes está en precario

19 mayo 2017 15:40 | Actualizado a 19 mayo 2017 15:40
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«No se cubren las vacantes, el trabajo se reparte entre los que quedan y eso hace que un paciente sea visto cada vez por un médico distinto en Primaria», explica Jordi Mestres, médico reusense y miembro de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària. «En nuestro ámbito no hay un problema de paro importante, pero sí de pérdida de contratación digna. Vamos cada vez a peor», asume Mestres, y habla de esa nueva categoría acuñada de ‘médico fast food’.

Tarragona no escapa a esa realidad denunciada por en el mismo Parlament por el presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós. El representante médico alerta de un «cóctel explosivo» de la precariedad laboral que afecta a los médicos jóvenes, con salarios bajos y temporalidad, y a los facultativos séniors, desgastados y desencantados por la mayor carga asistencial derivada de la crisis.

El documento ‘Conclusions de l’informe sobre la precarietat laboral al sector mèdic’ es contundente. Uno de cada tres médicos trabaja en condiciones de inestabilidad (sin contrato indefinido). En el caso de menores de 45 años, esa situación de precariedad afecta a uno de cada dos. Más del 15% de los facultativos jóvenes tienen un salario igual o por debajo de los 1.500 euros al mes.

Profesionales al extranjero

«En la provincia de Tarragona los porcentajes son similares. Entre los jóvenes, la mitad no tienen una plaza fija. Lo que ocurre es que muchos profesionales, en lugar de trabajar interinamente y con un sueldo reducido, lo que hacen es irse fuera, al extranjero. Cuando hay una baja no se sustituye para ahorrar», comenta Javier Martínez Madrigal, presidente de la asamblea provincial de Metges de Catalunya, una entidad batalladora por las condiciones del colectivo médico. De hecho, las conversaciones con el Departament, que reaccionó ayer mismo con una serie de medidas, se llevan prolongando semanas.

La casuística de la precariedad es variada: contratos por días, con altas y bajas de la Seguridad Social, contratos de lunes a viernes, existencia de falsos autónomos y guardias que se contratan sin ninguna planificación, en esa condición de ‘médico ‘fast food’.

El Col·legi Oficial de Metges de Tarragona ha puesto en alguna ocasión el grito en el cielo por la situación de los facultativos. En un comunicado del año pasado el ente hablaba de condiciones «durísimas» para los empleados, y de una «sobrecarga de trabajo para el médico que complica su labor» y aumenta los riesgos.

Según algunas voces, la situación no afecta sólo a los facultativos, sino también a gremios como el de enfermería. «La situación va a peor. Incluso se llegan a hacer contratos de cuatro horas. Vas un día, trabajas cuatro horas y a la calle», cuenta Cristina Plaza, responsable de UGT en la Primaria del Institut Català de la Salut (ICS).

Un contrato cada 15 días

La temporalidad se enquista. «Hay gente que está firmando un contrato cada 15 días. Hoy estás cuatro horas en un CAP, mañana te vas a otro… Hay personas contratadas por un día y medio a la semana», reconoce Cristina Plaza.

Otras malas prácticas denunciadas por entidades sindicales:se hacen contratos de lunes a viernes y se dan de baja el fin de semana, proliferan los contratos de corta duración, renovables mes a mes y sin llegar a un año, y se contratan como becarios post MIR a personal que cubre vacantes de médicos adjuntos.

El Col·legi de Metges de Barcelona indica, en su informe, que los facultativos jóvenes han visto crecer la proporción de contratos por días y horas. Un tercio de los colegiados se han visto obligados a la pluriocupación, esto es, a tener varios trabajos para poder salir adelante. Son varias las fuentes que advierten del incremento de casos de ‘burnout’ dentro del mundo sanitario, esto es, cuadros de agotamiento y ansiedad constante, el llamado ‘síndrome del quemado’.

El 86,6% de los médicos han visto reducido su sueldo en la época de la crisis. El 38,1% han visto cómo se les recortaba su salario entre un 11 y un 20%, mientras que el 27,6% ha sufrido una reducción de más del 20%. Los ajustes presupuestarios en el sector público y concertado y la guerra de precios entre las aseguradoras, en el ámbito de la privada, han reducido los ingresos de los profesionales sanitarios. Ante la situación, el Departament promete actuar para revertir algunos de los efectos de los recortes.

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