'Los corruptos deben devolver por ley todo lo que se llevaron'

Entrevista a Ángel Camacho, abogado y periodista

10 junio 2017 18:57 | Actualizado a 10 junio 2017 19:05
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Ángel Camacho Huerta (Madrid  1939) reside en Reus desde 1962. Cursó Periodismo y Derecho y también estudió Economía. El Colegio de Abogados de Tarragona le acaba de distinguir por sus 50 años de trayectoria profesional ‘sin mácula’. También sigue cultivando el periodismo y es articulista habitual del Diari.

 50 años en el ejercicio de la abogacía, ¿no son muchos años?¿No está cansado de tantos tribunales?
- No, solamente me cansan los jueces superficiales (son pocos) y los funcionarios sin vocación (solo algunos). La lentitud de los procedimientos también puede llegar a abrumar.

- Y en medio siglo de profesión, usted tiene un expediente “sine màcula”, como acaba de reconocerle el Colegio de Abogados de Tarragona
- He procurado ser directo, claro, comunicativo y sobre todo honrado con el cliente. Aunque he cometido algún error o despiste, como cualquier ser humano. Ese expediente limpio demuestra que no ha habido entrebancs en la carrera.

- Entonces, no es cierto aquel dicho catalán que asegura que advocats i procuradors a l´infern de dos en dos.
- Es un dicho del siglo XIX, pasado de moda y de realidad. Ahora hay asuntos en que no se precisa abogado ni procurador, al menos en las fases iniciales, como los monitorios. Debió inventarlo un cliente despechado porque no se le hizo la justicia que él quería. Nosotros, en medio, recibimos las reclamaciones, casi siempre injustas.

"Me tocó defender al cabecilla del motín de la prisión de Tarragona"

- Por cierto, el reconocimiento ha sido sin medalla y sin diploma porque usted reside en Reus, ¿cómo se explica?
- Tengo medallas y diplomas de los Colegios de Reus, Tortosa y Barcelona. Creo recordar que fue el Decano Huber quien hizo ese protocolo, a lo que protesté en su día, como también al Decano Vives. Me parecía una postura de campanaret, pueblerina, inadecuada para un Colegio que lleva el apelativo de provincial. Máxime cuando he participado intensamente años atrás en tareas colegiales, sin que se me pidiera ningún certificado de empadronamiento.

- ¿Cree que el Colegio de Abogados de Tarragona debería actualizar su protocolo colegial?
- Debe haber generosidad, aggiornamento : es un honor para el colegiado ser homenajeado y para el Colegio por  tener a letrados implicados en sus tareas.

- En medio siglo de ejercicio profesional, ¿cuál es el caso que más le ha dejado huella., que más recuerda por algún motivo especial?
- Llenaría varias páginas… quizás la emoción del primer preso del que logré la libertad, la defensa del cabecilla del motín de la prisión de Tarragona en 1972, la primera vez que informé en la Sala 1ª del Tribunal Supremo, conseguir – como hace poco – que a una pobre viuda se le concediera una pensión justa… he incoado más de 10.000 expedientes en mi despacho, comprenda lo difícil que es señalar los más destacados…

- ¿Alguna vez ha defendido a alguien a disgusto, a sabiendas de que era culpable?...
- Si es cliente particular, cuando he encontrado atenuantes para su defensa y no me ha mentido o me ha ocultado algo; si es de oficio, por obligación. Pero siempre para conseguir que fuese condenado dentro de los límites que la Ley establece.

"Pagamos muchos impuestos para que haya más y mejores jueces y fiscales"

- Además de abogado, usted también es periodista, ¿cuál es el peor de los oficios?
- El de parado es el peor. Los dos me han dado disgustos (pocos) y grandes satisfacciones (bastantes). La vocación supera los obstáculos. Después de la tempestad siempre llega la calma.

- También dirigió varias revistas, semanarios e incluso un diario, ¿es duro ser abogado y periodista y saber guardar secretos?
- Alguna vez, sí. Desde que en 1957 comencé a escribir en diarios y desde 1963 a trabajar en un despacho de abogados, he tenido muchas responsabilidades. A veces he sabido cosas que he tenido que guardar en mi almario, cuando podían haber sido titulares. En resumen, ha sido gratificante defender a quien pide justicia y también servir como espejo para lo que ocurre en la calle.

-  La Justicia es lenta, ¿cómo podremos arreglar este eterno problema?
- No debía ser eterno. Los señores Ruiz-Gallardón y Català han dado según vemos la receta del ajo, agua y paciencia , inadmisible en el siglo XXI. Pagamos muchos impuestos para que la solución  se alcance: más y mejores jueces, fiscales y medios. Por cierto, señores políticos, ¿para cuándo una reforma legal que haga efectiva la devolución de lo que se han llevado los condenados corruptos? ¿O es que le interesa al poder seguir como hasta ahora? 

- Desde la autoridad que le confiere medio siglo de abogado, ¿qué consejo daría a los que ahora empiezan en el oficio?
- Sin autoridad, pero sí con  cariño, les aconsejo dedicación, honradez, cortesía con el letrado contrario. No somos enemigos, sino que defendemos a nuestros clientes. Como ya dije en otra ocasión : recordad que cuando se acaba la partida, todas las piezas, reyes, reinas, alfiles, peones… todos van al mismo cajoncito. O, más vulgarmente, el que la hace la paga.

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