Los discapacitados tendrán voz en Tarragona

Un nuevo plan municipal permitirá a las entidades que agrupan a colectivos con diversidad funcional que participen activamente para poder diagnosticar cada situación

21 octubre 2021 18:30 | Actualizado a 22 octubre 2021 10:24
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Cuando se piensa en cómo deberían ser una ciudad y sus servicios para resultar accesibles a todos sus ciudadanos, es fácil pensar en tener aceras por donde pueda pasar una silla de ruedas. Pero lo cierto es que la discapacidad tiene múltiples caras (discapacidad motriz, sensorial, cognitiva, psíquica...) y las necesidades de las personas son variadísimas.

Justamente con la intención de hacer un diagnóstico de cuáles son esas necesidades la ciudad pondrá en marcha los próximos meses su Pla local de capacitats diverses.

La intención, explica Elvira Vidal, concejala del área, es realizar un diagnóstico a partir de la experiencia de las diferentes entidades que trabajan en la ciudad que son muchas y muy diferentes. La intención es agruparlas en función del ámbito en el que trabajan, porque si bien es cierto que algunas cuentan con una gran masa social y trabajan a nivel estatal, hay otras que representan a colectivos mucho más pequeños.

Diagnóstico y prioridades

La intención, explica Vidal, es contar con un diagnóstico de las necesidades del sector dando voz a los propios protagonistas. El primer paso fue la reunión, recientemente, del Consell Municipal de la Discapacitat, que llevaba dos años sin convocarse debido a la pandemia.

Las entidades, que se organizarán por mesas sectoriales, se reunirán cada tres meses. «La idea es que nos expliquen lo que falta, pero también que nos señalen cuales son las acciones prioritarias para acometer con los recursos que tenemos. Todo lo que salga de estas mesas será público y transparente», señala Vidal.

Se prestará además especial atención la perspectiva de género «ya que el 60% de las personas que sufren discapacidad son mujeres y frecuentemente padecen una doble discriminación».

La consellera reconoce que hay mucho trabajo por hacer y dice que una muestra son los recientes presupuestos participativos donde muchas de las propuestas vecinales estaban dirigidas a solucionar problemas de accesibilidad en equipamientos y espacios públicos.

Gestos de inclusión

Mientras se realiza un diagnóstico ya hay en marcha acciones para conseguir que los servicios municipales sean más accesibles. En este sentido se ha incorporado la traducción al lenguaje de signos de algunos eventos. También se está trabajando en la accesibilidad de todas las páginas webs y apps municipales. En este sentido se creará un buzón de correo especial para resolver solicitudes relacionadas con la discapacidad.

Además comenzará a formar tanto a los miembros de la Guàrdia Urbana como a los trabajadores de la OMAC para que sepan cómo actuar en diferentes casos, como por ejemplo cuáles son las reacciones que puede presentar una persona con autismo.

El otro objetivo es conseguir que la ciudadanía visualice, sin estigmatizarlas, a las personas con discapacidad. «Hay que entender que la discapacidad nos concierne a todos. Que cualquiera de tenga alguna discapacidad es solo cuestión de tiempo».

Una historia de retrasos

No hay que confundir, no obstante, este plan de capacidades diversas con el plan de accesibilidad que la ciudad debería tener desde hace años y que todavía no se ha acometido. Desde 1991 diferentes leyes estatales y autonómicas instan a los municipios de más de 5.000 habitantes, como Tarragona, a tener uno. Otros municipios vecinos, como Reus, sí que lo tienen.

Se trata de un plan ambicioso en el que se contempla la accesibilidad en sentido amplio (espacio y servicios públicos, redes, sociales, movilidad, vivienda...) Hasta ahora lo más aproximado con lo que se cuenta es un Pla Municipal d’Actuació per a la Millora de l’Accesibilitat a Tarragona, PAMAT, encargado por el anterior consistorio y entregado en noviembre 2018.

El plan, encomendado a la Fundació COATT (Colegio Oficial de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Tarragona) se encargó de analizar la accesibilidad en algunas de las aceras más céntricas de la ciudad, algunos edificios públicos y paradas de autobús.

Ahora, tres años más tarde, el plan comienza a desempolvarse. En lo que se refiere a las obras que hay que hacer en el espacio urbano desde el ayuntamiento recuerdan que este año hay 200.000 euros para algunas de las obras más prioritarias. Actualmente se está en fase de redacción de los trabajos para sacarlos a licitación y que se lleven a término «en los próximos meses». Además, la intención es contar también con una partida en los presupuestos del año que viene.

En el diagnóstico de 2018 los resultados fueron elocuentes. Se analizaron 167 tramos de las 16 aceras más céntricas de la ciudad. De ellos solo el 5% se consideró completamente accesible.

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