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Dentro de dos semanas se cumplirá un año de la firma del pacto de gobierno que el pasado 2 de febrero firmaron en Casa Canals PSC, PP y Unió Democràtica. Y en cinco meses el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros (PSC), celebrará una década como máximo representante municipal. Por ello, el Diari ha preguntado a varios expertos en diferentes materias sobre su impresión del modelo de ciudad que tiene actualmente Tarragona sobre la mesa.
Haciendo una visión general, el abogado Anton Vives considera que «el equipo de gobierno es un guión sin escribir» que «por suerte, ya llega al último acto de su obra». A juicio del letrado, «Tarragona tiene ahora la misma ageda que hace diez años: con proyectos sin hacer y reformas sin realizar».
En materia urbanística, el presidente de los arquitectos, Joan Tous, cree que «debe impulsarse la rehabilitación de edificios y revisar el Pla Especial de la Part Alta». Asimismo, el técnico considera que «debe dejarse de ver al Riu Francolí como una amenaza y convertirlo en una nueva centralidad» y «transformar la antigua N-340 en una vía completamente urbana».
En turismo, el presidente de los hoteleros y restauradores, Xavier Jornet, cree que Tarragona «debe ser la referencia en la explicación del patrimonio» y que esto pasa por «cambiar del modelo actual de pasividad a dar un nuevo valor para generar recursos». Según Jornet, Tarraco Viva «es el ejemplo a seguir» y afirma que «si tenemos claro esto encontraremos salidas para la Tabacalera, la Savinosa o el Banco de España».
En materia cultural, Rosa Maria Codines (Òmnium) destaca que la conexión con el sector privado y el Institut Municipal d’Educació han sido dos grandes aciertos de Ballesteros, si bien exige que se apueste «por el mantenimiento de los edificios, tanto culturales como educativos». Por ello, propone «colaborar con las otras administraciones» e impulsar «la esperada Llei de Mecenatge».
Finalmente, otro de los deberes a Ballesteros es la agilidad administrativa. La presidenta de las Dones Empresàries, Laura Roigé, considera que ésta debería mejorar, ya que «el Ayuntamiento no va al mismo ritmo que el sector privado».
