Los humillados vs. los felices

Vive, Ama, Ríe... Lee 
Los límites del amor.
La prolífica y premiada Marta Sanz da a luz, por segunda vez ‘Amor fou’, sobre el amor consumido que se transforma en obsesión. Un libro por el que estuvo a punto de dejar de escribir

12 febrero 2019 19:53 | Actualizado a 13 febrero 2019 12:30
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Las recomendaciones son siempre bienvenidas, además de una buena opción. Sorprendente y gratificante me pareció que una lectora se pusiese en contacto conmigo para hablarme de esta obra. Seguidora de su autora, me describió maravillas de la pluma de Marta Sanz, así como el impacto que había causado esta obra en ella. Ante agasajo y delicadeza, ¿cómo no iba a interesarme yo por ‘Amor fou’? 

Disfrazada de una novela de amor a tres bandas, para mí la novela narra la obsesiva historia de amor y odio de Raymond hacia Lala. Un amor obsesivo, perturbado e insano al que sólo le faltaba un ingrediente más para llegar a ser una bomba de relojería. Un ingrediente que lleva nombre propio: Elisa. 

Escrita en dos voces, la de Lala y la de Raymond, diferenciadas también gráficamente (Raymond ‘habla’ en cursiva) podemos constatar el amor desquiciado y maníaco de Raymond y su odio condescendiente hacia Lala, contra un amor más seductor que  ahora más bien roza el desprecio de Lala hacia Raymond. En ella no vislumbramos odio hacia él, pero sí sentimos crecer, capítulo a capítulo, el miedo. 

Como reza Isaac Rosa en su prólogo, es ‘una historia de humillados y ofendidos, frente a felices que pretenden disfrutar gratis del amor (...); felices que intentan construir una felicidad conyugal cuya luz y calor de invernadero es un insulto para quienes pasan frío en el exterior. (...) Y si es novela de amor, tiene que doler.’ Entrevemos ya la ironía del título de la obra. 

Raymond y Lala fueron pareja hace tiempo, pero él no logró superar su separación. Adrián tuvo una relación personal con Elisa y su hija Esther, años atrás. 

Cuando Lala, en su época de final de juventud rebelde, insurrecta, contestataria, insurgente y okupa conoció al responsable Adrián el amor fue creciendo poco a poco entre los dos, creciendo tal forma que culminó en boda. 

Raymond nunca lo superó.

Elisa, tampoco su separación con Adrián. Su hija Esther, quien de muy pequeña, más que como a un posible padre, veía en Adrián a su ‘novio’, tampoco superó esa separación... ni controló la insalubre mente y corazón de su madre.

Raymond se disfrazó con una barba postiza y se dedicó a espiar la felicidad conyugal de Lala y Adrián. A diario. Controlando el piso del matrimonio con prismáticos y otros objetos de precisión. Siguiendo (y persiguiendo) a Lala. El peligro se intensifica con la reaparición de Elisa y su cicatriz. 

Marta Sanz ha sabido crear un ambiente que sentimos tan asfixiante como lo respira Lala en su propio mundo cuando se sabe observada y perseguida por Raymond. Tan ponzoñoso y perturbador que hacen que tengas ganas de saltar una página cuando Raymond describe sus vigilancias a Lala o cuando Elisa trama sus atrocidades. 

Un libro por el que Marta estuvo a punto de dejar de escribir, como reza en la contra de Anagrama. Tres editoriales compraron los derechos de ‘Amor Fou’ en 2004 y ninguna llegó a publicarlo. La escritora, que no comprendía qué pasaba, confesó hace poco en una entrevista para El Cultural que se hizo ‘una autocrítica salvaje, me destrocé’. 

Años después, Marta regaló el texto a La pereza, una editorial estadounidense que lo publicó en 2013. El pasado marzo, Anagrama reeditó esta obra llena de despecho, de violencia y venganza. Una obra que sin el tesón de dos editoriales nos hubiésemos perdido. Una obra que sin la confianza y admiración de una lectora no hubiese conocido. 

 

 

Amor fou

  • Autor: Marta Sanz
  • Editorial:  Anagrama
  • Páginas:  197

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