Los impagos del alquiler se disparan en Tarragona

El 30% de contratos en la Cambra de la Propietat Urbana de Tarragona son morosos, a pesar de las mediaciones para moratorias y condonaciones. Las ayudas previstas no llegan al hogar

01 mayo 2020 18:40 | Actualizado a 06 mayo 2020 08:38
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La morosidad se dispara en los alquileres en Tarragona. La dura realidad económica se impone en los hogares y locales comerciales, después de un periodo marcado por la solidaridad y las negociaciones entre propietarios e inquilinos, que han acordado rebajas al 50%, condonaciones o diferentes moratorias. Pero no siempre ha sido así. «Hemos pasado de una etapa de peticiones de condonaciones a la fase de gestión de los impagos, que se han disparado. Aproximadamente el 30% de los contratos que gestionamos incurren en impagos debido a la situación. Es un índice muy por encima de lo que sería habitual, que rondaría el 10%», indica Hèctor Ruana, gerente de la Cambra de la Propietat Urbana de Tarragona.

La casuística es muy diversa. «Hay de todo, ha habido mucha negociación, pero también gente que no ha pagado y no ha comunicado nada, tanto en locales de negocio como en la parte del parque inmobiliario de gama baja, con rentas más reducidas y viviendas más humildes», agrega Ruana.

«En muchos casos se ha llegado a acuerdos, cuando se trataba de propietarios individuales e inquilinos particulares, sin muchos problema, pero la morosidad se está incrementando», cuenta Fabián Huguet, presidente del Col·legi d’Administradors de Finques de Tarragona.

La situación se agrava con el paso de los días debido al descenso de ingresos, tanto de autónomos que regentan locales como de familias afectadas por ERTE que han visto cómo bajaba la liquidez disponible. De momento, las ayudas previstas no están llegando a la población de forma regular. «El Real Decreto que salió daba soluciones para acudir a los créditos ICO pero aún no han sido implementadas por las entidades financieras y todavía no tienen claros los procedimientos para otorgar estas líneas de crédito», cuenta Ruana, que añade: «Son las entidades financieras las que tienen que hacer todo el trabajo y, en principio, no tiene que haber un coste financiero para el cliente, por eso puede ser que no sea muy atractivo para ellos, pero lo que está claro es que esta línea de ayudas no puesta en práctica redunda en un perjuicio para el inquilino y en última instancia para el dueño también. Tendría que ponerse en marcha una cierta celeridad para que el dinero llegue al destinatario».

Desde que se decretó el estado de alarma, la Cambra de la Propietat Urbana de Tarragona puso en marcha un rol de mediador para fomentar el entendimiento entre las partes. «La situación de no pronunciarse y simplemente dejar de pagar no conviene a nadie. Hay que poner de manifiesto que se está en una coyuntura delicada, pero tomar decisiones de forma unilateral no es adecuado», indica Ruana.

«Las ayudas no están llegando con fluidez», admite Manel Sosa, abogado y experto inmobiliario, que recalca: «Los propietarios no están obligados a perdonar la deuda, pero muchos lo están haciendo. Los arrendadores han sabido estrecharse el cinturón».

En ciudades como Tarragona, no impera el gran tenedor, sino que el arrendamiento tiene un formato distinto. «El caso más habitual es el de muchos pequeños propietarios, ahora jubilados, que ahorraron, se compraron una vivienda mejor y alquilaron la primera. Ahora necesitan de ese alquiler mensual para complementar su exigua pensión», cuenta Sosa. En otras ocasiones, algunos compraron una vivienda mejor y alquilan la vieja para poder pagar la hipoteca de la nueva, de ahí que las urgencias por cobrar también sean grandes.

Un panorama desfavorable

Cobratis, compañía dedicada al coro de deudas, ya percibe este incremento de la morosidad en Tarragona. Los impagos en arrendamientos urbanos han crecido un 7,65% en la provincia en relación al año pasado, mientras que el ámbito más afectado es el de la distribución y los suministros hoteleros, con una subida de un 11,217% más.

Juan Martínez, CEO de Cobratis, indica que «se puede pronosticar durante el próximo semestre un escenario bastante desfavorable en términos de morosidad, que también pasará por sus propias curvas y mesetas». Para Martínez, el momento actual de impagados «es ascendente y en efecto dominó, dado que las cadenas de pagos y suministros van asociadas de forma directa o indirecta en sectores que a priori no tenían vínculo».

Esta entidad cree que habrá que esperar a una «estabilización de los mercados, a la reapertura de comercios y a la vuelta a la pseudonormalidad de las actividades mercantiles para plantear una bajada de los índices de morosidad, tanto en Tarragona como en España».

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