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Los mercados municipales de Tarragona repartieron más de mil kilos de alimentos para entidades sociales en los dos primeros meses de la recogida solidaria. La iniciativa se ponía en marcha prácticamente de imprevisto en plena pandemia sanitaria. Sin embargo, la Empresa de Seveis i Promocions d’Iniciatives Empresarials SA (Espimsa) ha seguido potenciando esta línea de actividad en estos meses posteriores, en los que podría decirse que la Covid-19 ha dado un pequeño respiro.
«En los mercados se sigue haciendo la recogida de alimentos y no tan solo sigue adelante, sino que se ha potenciado, ya que hemos ampliado el equipo», asegura el presidente de Espimsa, Dídac Nadal. Los puntos de recogida están ubicados en el propio Mercat Central (miércoles y sábados) y en Torreforta (sábados). También se han sumado negocios particulares como Can Vicenç, la pastelería Mil·lenni, la frutería de la Avinguda Catalunya y el mayorista de frutas y verduras Cabré, entre otros. Gracias a estas aportaciones puede continuarse con la ayuda a entidades asistenciales del tercer sector como Càritas, en El Serrallo, la parroquia de Sant Egidi y Taula Amiga, que está en la calle Cervantes. Puntualmente también colaboraron con el pabellón de los sin techo que Creu Roja instaló en El Serrallo y los comedores sociales de Bonavista y Campclar.
Los martes y jueves la furgoneta de Espimsa descarga los alimentos recogidos para la Comunitat de Sant Egidi. Hace diez años que Hermán Puig empezó a repartir la sopa solidaria entre las personas sin techo que había en la estación de autobuses y sus inmediaciones. Poco a poco, fue sumando un pequeño colectivo de voluntarios que cocina una vez a la semana para unas 50 personas en la Part Alta, además de repartir bolsas de alimentos para otros sesenta usuarios. «Con la pandemia nos pusimos en contacto con Espimsa para hacer alguna cosa y también se sumaron los restauradores. Ahora nos siguen trayendo el excedente de fruta y verduras, además de pollo, que lo ponemos en las bolsas para repartir o lo cocinamos», explica Quico Marsal. Esta entidad ha sobrevivido gracias a estas aportaciones, a las que hay que sumar las donaciones del Banc dels Aliments y de pequeños benefactores que puntualmente hacen sus donativos. De hecho, algunos paradistas del mercado también han podido comprobar en sus propias carnes esta solidaridad altruista. «Un barco de la marina dejó dinero a una frutería del mercado para pagar cuarenta melones para hacer una entrega de alimentos», explica Nadal.
Entregas sostenibles
La experiencia de estos últimos meses ha sentado las bases para que la empresa de mercados siga trabajando con estas entidades. «Todas las actividades y colectivos sin ánimo de lucro que quieran hacer algo solidario para Tarragona tendrán las puertas de los mercados abiertas», afirma su presidente. Y, en este sentido, la propia empresa municipal está ultimando algunos proyectos que ahora van a acabar de definirse. Es el caso de las entregas a domicilio. En este sentido, se está preparando un concurso que contemple una sublínea para los servicios de proximidad. «Estamos intentando hacerlo con un centro especial de trabajo, ya que nuestro objetivo es que si tengo que hacer una entrega a Els Pallaresos se haga con una furgoneta. Sin embargo, si estamos hablando de un radio sostenible puede hacerse con bicicletas», avanza Dídac Nadal.
Durante la pandemia, Espimsa ligó este servicio de reparto a domicilio con una empresa para dar una respuesta a la fuerte demanda puntual del momento. Asimismo, Fundació i Treball asumía el reparto de proximidad en el centro de Tarragona, que se hace con bicicletas y vehículos eléctricos. Pasada la urgencia del momento, la empresa de mercados abrirá un concurso que permitirá sacar a licitación este contrato que se encargará de las entregas en los ámbitos de la Part Baixa, Part Alta y el Eixample. «Si podemos hacerlo extensivo a Torreforta sería maravilloso, pero hay que valorarlo», afirma el responsable de esta empresa pública.
En esta misma línea quiere sacarse una bolsa de compra sostenible de los mercados, de forma que esta se confeccione en un centro especial de trabajo. «Buscamos una acción y le damos todo el carácter solidario, hasta donde podemos llegar», sigue explicando Nadal. La empresa de mercados quiere formar parte del día a día de la ciudad. Y ahora, cuando Tarragona se está preparando para una Santa Tecla atípica, los mercados Central y de Torreforta son dos de los puestos fijos en los que puede comprarse el merchandaje de las fiestas. En este caso, el proyecto se ha impulsado con la Fundació Topromi, una entidad que trabaja para la integración social y laboral de las personas con diversidad funcional y para la inserción sociolaboral de personas con riesgo de exclusión social.
