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En una sola década, los nacimientos han caído un 38,6% en la provincia de Tarragona. Si ponemos como referencia el primer semestre del año -para poder comparar con las cifras con que cuenta el Instituto Nacional de Estadística (INE) del recién finalizado 2019-, veremos que mientras que en 2009 de enero a junio se habían producido 4.608 nacimientos, el año pasado sólo se contabilizaron 2.825. O, lo que es lo mismo, se ha producido un descenso de casi un 40% en los natalicios.
El panorama de fecundidad parece desolador. Las cifras así lo demuestran. La demarcación está envejeciendo y tiene cada vez más ancianos y menos niños. La base de la pirámide poblacional se está estrechando al tiempo que se agranda su extremo superior.
En términos globales, por ejemplo, se puede comprobar cómo de los 10.030 nacimientos de 2008 hemos ido bajando en los años sucesivos. Así, en 2009 hubo 9.496; en 2010, 9.369; en 2011, 8.781; en 2012, 8.363; en 2013, 7.671; en 2014, 7.656; en 2015, 7.566; en 2016, 7.223; en 2017, 7.006; y en 2018, 6.637. Las proyecciones de estas cifras apuntan a que la cifra total de nacimientos en la provincia ronde los 6.000, una vez finalizado el recuento de 2019. La natalidad del primer semestre de 2019 es la provincia es la peor en lo que va de siglo.
La tendencia en el resto del Estado sigue pautas similares. Entre enero y junio de 2019 en España solo nacieron 170.074 niños, lo que supone la cifra más baja registrada desde 1941, primer año del que hay datos.
Los primeros del año
Pero 2020 empezó ayer con buenas noticias. Ander Ribares Hoyo se convirtió en el primer tarraconense en nacer en la provincia. Nació a las 00.12 horas con un peso de 3,3 kilos en el Hospital de Sant Pau i Santa Tecla de Tarragona. La familia es de Albinyana y escogieron este hospital porque la hermana de la madre trabajó allí bastante tiempo. «Yo estaba más tranquila si nacía aquí ya que el hospital me transmitía más confianza», explico Judith Hoyo (33 años), la madre del bebé. El padre es Andrés Ribares (45 años). El seguimiento del embarazo fue en dos hospitales, en el de El Vendrell y en el de Tarragona, pero en los últimos meses las visitas ya eran solo en el Hospital de Sant Pau i Santa Tecla.
El nombre del pequeño tiene su explicación. «Viene del padre que se llama Andrés y Ander es de origen vasco», aseguran los padres ilusionados. Es el primer hijo de la pareja. El parto se avanzó ya que estaba previsto para el día 4 de este mes. «No nos lo esperábamos pero estamos muy contentos e ilusionados. El parto ha sido corto pero ha ido muy bien. Ingresamos en el hospital el día 31», dice Judith.
La pareja lleva juntos tres años y se conocieron en el mismo pueblo mediante un familiar que los presentó. Judith trabaja en el sector de la inmobiliaria y Andrés en el sector de la hostelería. Ander fue el segundo bebé más madrugador de Catalunya, tras Aleix, que vio la luz en Terrassa.
En Reus, el primer bebé nació en el Hospital Sant Joan a las 07.37 horas. Israe pesó al nacer 3,4 kilos y midió 49,5 centímetros. Tanto la madre, Souad, como la pequeña se encontraban perfectamente poco después del parto. Israe es el cuarto hijo de Rachid y Souad, vecinos de Reus.
Nil, el primer ebrense
El primer bebé ebrense de este 2020 fue el tortosino Nil Gendre Bosch. Nació a las 0.43 horas de la noche en el Hospital Verge de la Cinta de Tortosa, con un peso de 3.620 gramos. El pequeño tiene ya dos hermanos mayores de 8 años, gemelos, Jan y Biel.
Sus padres son Sandra Bosch Aubanell, de 38 años y natural de Bot, aunque vive en Tortosa desde hace 15 años, y David Gendre Jornet, de 40 años y de Tortosa. Llevan 23 años juntos. Ella es administrativa en el Ayuntamiento de Tortosa y él, instalador frigorista.
«Sabíamos que estaríamos por estas fechas en el hospital. Cumplía exactamente el día 31. Y justo. Ya nos lo habían dicho, pero la verdad es que no esperábamos que sería el día exacto», explicaban ayer los padres en la habitación del hospital, con el bebé en brazos, muy tranquilo, y los gemelos alrededor. «Estamos muy contentos, es una etapa un poco cargada de faena pero dulce, que se vive con mucha ilusión», decían.
Los padres llegaron al hospital a las 22.30 horas de la noche, al tener ella contracciones durante toda la tarde. «Por la noche fueron ya máximas… Fue todo muy rápido, de parto natural», detallan. Sandra se sentía bastante recuperada: «Claramente estoy teniendo mejor recuperación que cuando tuve a los gemelos: ya me he podido levantar esta mañana, ducharme… Con ellos estuve tres días sin moverme de la cama. Hoy ya estoy súper bien, de cine», afirmaba con una sonrisa.
La pareja explica que Nil no ha sido una sorpresa, que buscaban un tercer hijo. «Al llegar primero dos hijos de golpe, después nos quedamos con ganas de volver a vivir la experiencia. Una vez decidimos tener un tercero, llegó bastante rápido». Ahora, ya son familia numerosa. «Nos dará trabajo, pero Jan y Biel ya son mayores así que serán dos buenos ayudantes». Hoy visitará a la familia la alcaldesa de la ciudad, Meritxell Roigé.
