Los nuevos directivos municipales de Tarragona tendrán contratos de cinco años

Los nuevos directivos del Ayuntamiento de Tarragona tendrán contrato por cinco años, una tercera parte de su sueldo dependerá del cumplimiento de objetivos y no tendrán derecho a indemnización en caso de que sean cesados. Así se establece en las fichas de los puestos de trabajo de los dos altos cargos que el pleno municipal de la Plaça de la Font aprobará este martes para iniciar el proceso para cubrir las plazas de director de Recursos Humans y del Institut Municipal d’Educació (IMET).

En el documento, al que ha tenido acceso este periódico, se especifica que la provisión de estas dos plazas directivas se realizará mediante un procedimiento «que garantice los principios de mérito y capacidad», en base a procesos que respeten la «publicidad y la libre concurrencia». En este sentido, pese a que se indica que para participar en la selección «será requisito ser funcionario de carrera o laboral de las administraciones públicas», se abre la puerta para que el personal escogido sea «un profesional del sector privado» que acredite «cinco años de ejercicio». En ambos casos, esto sí, se exigirá que los aspirantes –a diferencia de los que no se pedía para el puesto de Coordinador de Cultura– «sean titulados superiores». Sobre ello, y a instancias de la CUP, el acuerdo es que, en caso de empate, se resuelva a favor de los que ya son trabajadores públicos. Por esto, las cupaires apoyarán el texto en el pleno de pasado mañana, pese a que inicialmente se habían desmarcado en la comisión informativa.

En la documentación se descubre que, una vez nombrado al nuevo directivo, la vinculación de este con la corporación local será mediante un contrato de cinco años, que podrá ser renovado por periodos de otros cinco años. El ejercicio de estos altos cargos –que tendrán dedicación en exclusiva al Consistorio, a excepción de que estos sean profesores asociados a alguna universidad durante menos de cinco horas semanales sin que ello les afecte a su jornada laboral– será evaluado anualmente por el alcalde o por el teniente de alcalde que tenga la competencia delegada.

«Dirección estratégica»

En el caso de la dirección de Recursos Humans –una plaza que es la gran prioridad a cubrir por parte del ejecutivo local– cabe destacar que el sueldo que se reserva es de 84.800 euros anuales, de los cuales un 32% –27.435,45– será variables, en función del cumplimiento de los objetivos.

En la ficha se indica que, entre las funciones que tendrá este nuevo alto cargo, será la «dirección estratégica de las gestión de personal del Ayuntamiento y sus organismos autónomos», así como «verificar y supervisar la administración de personal de la corporación, con la finalidad de que se cumpla con la normativa legal y presupuestaria».

Este nuevo director de RRHH deberá «dirigir el diseño y la gestión de los aspectos técnicos de la ocupación pública en materia de selección, provisión, retribución, formación y carrera para disponer de una plantilla adecuada y de calidad». También deberá «estudiar, asistir y asesorar a la corporación en materia de gestión de personas».

El nuevo director de Recursos Humans también deberá «implantar las herramientas necesarias para una correcta gestión de personal, con métodos que permitan su evaluación objetiva», y «atender, mediante comandos intermedios, al personal y su representación legal y sindical, con la finalidad de mantener unas relaciones laborales cooperativas impulsando la resolución negociada de los conflictos». Por lo que se refiere a la dirección del Institut Municipal d’Educació –que está vacante desde septiembre–, el sueldo que se propone es de 71.300 euros anuales, de los cuales un 31% –21.968– serán de carácter variable.

En la ficha de este puesto de trabajo se remarca que este alto cargo tendrá las funciones de «impulsar, dirigir y coordinar los programas y proyectos de la concejalía de Ensenyament», así como «planificar y programar los proyectos educativos» municipales. Asimismo, este cargo directivo se encargará también de «la relación con otras administraciones educativas» y «la representación en los organismos, comisiones, órganos o instituciones que se le requiera». Finalmente, el director del IMET tendrá la obligación de supervisar la gestión de los servicios educativos municipales de forma coordinada con los directivos de cada servicio», así como «controlar los contratos del mantenimiento de los centros escolares y planificar, elaborar y supervisar la ejecución del presupuesto».