Los pescadores se saltarán la veda si Europa no paga sus deudas

Los armadores del sector del arrastre de la Confraria se reunieron ayer para decidir si acatan la parada biológica

19 mayo 2017 23:45 | Actualizado a 22 mayo 2017 11:27
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Los pescadores del arrastre de Tarragona acordaron en la reunión que tuvo lugar durante la tarde de ayer que si no cobran la veda del pasado año 2014, las embarcaciones del Serrallo saldrán a pescar el día 1 de mayo, es decir, no respetarán la parada biológica impuesta por parte de las administraciones. El ambiente crispado de la Confraria de Pescadors de Tarragona está llegando a su límite. Esteve Ortiz, presidente de la institución, sentenció que «desafiaremos los decretos de veda elaborados por parte del Estado».

Desde hace muchos años, durante los meses de mayo y junio, las embarcaciones de Tarragona que pescan a través de la técnica del arrastre no encienden sus motores con la finalidad de que se regenere el fondo marino. Durante estos dos meses, los marineros cobran del paro, pero los armadores –los patrones de las embarcaciones– recibían una ayuda por parte de la Unión Europea. «Esta subvención es necesaria para poder mantener la empresa», asegura Ramon Budesca, propietario de la embarcación Nova Tortosina. El problema llegó en el año 2013, cuando la administración dejó de pagar algunas ayudas. El pasado año 2014, el problema fue más grande: ninguna embarcación recibió la subvención.

El presidente de la Confraria ya tiene concertadas distintas entrevistas durante esta semana y la siguiente para transmitir el malestar de los pescadores. Este jueves Esteve Ortiz tendrá un encuentro con el Director General d’Agricultura, Pesca i Ramaderia de la Generalitat, Josep Maria Pelegrí. La semana que viene será el turno de las administraciones del Estado. Por otro lado, Ortiz reivindica el derecho a decidir de la Confraria de Pescadors de Tarragona, ya que «la regeneración del fondo marino es distinta en cada parte del territorio».

«No nos podemos permitir el lujo de no trabajar durante dos meses. Si no nos pagan la ayuda del año pasado, este año no haremos la parada biológica», aseguraba Joan Anton Amores, armador de la embarcación Ivaratxa. Los pescadores aseguran que reivindican sus derechos, primero por la dignidad de los trabajadores, y en segundo lugar por filosofía de la empresa. «Nos sentimos humillados y olvidados», aseguran. Gerard Pons, propietario de la embarcación Tomàs de Castellano, concluyó durante la reunión que «si me obligan a parar, tendré que cerrar la empresa». Él tiene claro que el día 1 de mayo su embarcación encenderá sus motores.

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