Los pisos turísticos disparan los alquileres en la Part Alta de Tarragona

Las inmobiliarias reconocen que es «misión imposible» encontrar piso en el casco antiguo de la ciudad, y los expertos alertan de la llegada del fenómeno de gentrificación

03 mayo 2018 09:40 | Actualizado a 03 mayo 2018 09:50
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Hace unos años, los jóvenes buscaban piso de alquiler en la Part Alta de Tarragona. Era la primera opción, ya que el precio era bajo comparado con el resto de la ciudad. Oscilaba entre los 300 y 400 euros al mes. Actualmente, no hay rastro de estos precios. Vivir de alquiler en el casco antiguo de la ciudad cuesta ahora entre 500 y 700 euros. Los motivos de la subida de precio son varios, pero entre ellos se encuentra la proliferación de pisos turísticos en la Part Alta.

Los propietarios de los inmuebles han descubierto que es más rentable comercializar su piso por días, como turístico, que alquilarlo a una familia. Esto ha supuesto un incremento de la demanda de pisos de alquiler y, a la vez, menos oferta que hasta ahora. Llega el verano, y la situación se acentúa aún más. «Actualmente es imposible encontrar pisos de alquiler en la Part Alta». Así de contundente se muestra Adrià Olivé, vecino de Tarragona y que, hace unos meses, buscaba piso por el caso antiguo. 

La Part Alta concentra aproximadamente el 20% de los pisos turísticos de la ciudad, unos 180 de los 725 que hay en total. Los vecinos temen que el barrio se vacíe de residentes y se convierta en un «parque turístico, como ya ha pasado en otros núcleos urbanos, como Ciutat Vella o La Barceloneta», opina Andreu Ximenis, miembro de la plataforma Farts de Soroll, quien añade que «la tendencia es que haya menos vecinos y más turistas».

No queremos que se convierta en un parque turístico, como ya ha pasado en otros núcleos urbanos, como Ciutat Vella o La Barceloneta.

En cambio, por parte de la Associació de Veïns de la Part Alta, su presidente, Manel Rovira, asegura que «los pisos turísticos están revitalizando el barrio, pero deben estar controlados».

La actualidad vuelve a poner en el punto de mira los pisos turísticos después de que el Ayuntamiento de Palma de Mallorca haya prohibido para este verano el alquiler turístico de pisos en todos los barrios de la ciudad. Además, el consistorio anunció multas de hasta 40.000 euros para el que promocione esta actividad.

La medida ha sorprendido y ha causado polémica entre los ciudadanos de Palma. Por su parte, el Ayuntamiento de Tarragona no contempla medidas de estas características, «ya que la cifra no es alarmante», según asegura la concejal de Turisme, Inma Rodríguez.

Por el momento, el consistorio está elaborando un estudio para «hacer la foto de la situación y registrar no solamente los pisos turísticos legales, sino también los que no son legales», explica Rodríguez. El estudio comparará Tarragona con otras ciudades y contará con alguna recomendación de expertos, «para saber si debemos actuar o no ante la situación», comenta la concejal.

El fenómeno de la gentrificación

Los expertos hablan del fenómeno de gentrificación en la Part Alta, que se encuentra en su etapa inicial. Se trata de una transformación del barrio, que implica un aumento del precio del alquiler, a partir de la reconstrucción de los edificios. «Esto suele pasar en zonas que se ponen de moda, que sustituyen el tipo de habitante. Es el caso de la Part Alta», explica Manuel Sosa, secretario general de la Cambra de la Propietat Urbana de Tarragona, quien añade que «tanto los particulares como las empresas han cambiado sus hábitos. Prefieren explotar el inmueble como piso turístico que a una familia, por ejemplo». 

La gentrificación suele pasar en zonas de moda, donde se sustituyen residentes, por turistas

No opina igual Joan Calvet, presidente de la Associació d’Apartaments Turístics Costa Daurada i Terres de l’Ebre, quien asegura que «la Part Alta no es un punto conflictivo en este aspecto». Calvet defiende que los Ayuntamientos que impiden las licencias salen perdiendo y «es una medida contraproducente, ya que provoca que la gente alquile el piso de manera ilegal», asegura.

El calvario de encontrar piso

Es casi imposible encontrar piso de alquiler en la Part Alta. En esta situación se encontró Adrià Olivé, vecino de Tarragona. «Primero por el precio, y después, porque las inmobiliarias ya te dicen que no hay pisos de alquiler, la mayoría se han transformado para acoger turistas», explica Olivé.

Para el sector de la restauración y del comercio, el asunto no es tan dramático. «El aumento de pisos turísticos nos ha permitido trabajar durante todo el año, no solamente en verano. Antes, en invierno, no había nadie por estas calles», explica Francesc Blázquez, propietario del Frankfurt Catedral, ubicado en la calle Major.

Otra vecina del casco antiguo, Gina Junco, asegura que «tengo amigos que buscan vivienda en esta zona y no hay manera. Las inmobiliaria les dicen que todos los pisos están en plataformas de Internet que ponen en contacto a personas que quieren ofrecer sus viviendas en alquiler, como Airbnb». 

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