Los planes urbanísticos en marcha prevén la construcción de unas 3.000 viviendas en Tarragona

El POUM incluye un total de 88 planes, la inmensa mayoría de los cuales está por desarrollar. El Ayuntamiento estudia cómo priorizar aquellas actuaciones que cohesionen la ciudad

06 enero 2020 20:20 | Actualizado a 09 enero 2020 11:42
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La ciudad gruyère. La expresión empezó a popularizarse durante la pasada campaña para las elecciones municipales, de la mano de En Comú Podem, y hace referencia a un modelo urbanístico fragmentado, con «agujeros» en los que simplemente no hay nada y que representa todo lo contrario al modelo de ciudad compacta y cohesionada, que aspira a ser algún día Tarragona. Así lo dibuja el POUM, un plan general que algunas voces consideran que debería revisarse, e incluso redactarse de nuevo, y que, sin embargo, presenta oportunidades de crecimiento más allá de los grandes  sectores como son La Budellera y la Vall del Llorito. Es la apuesta que hace la administración local, que quiere dejar atrás las grandes urbanizaciones, potenciando aquellos ámbito

s más próximos a las zonas urbanas, para empezar a coser y a superar algunas barreras que ahora mismo parecen infranqueables.
«Es evidente que hay posibilidades de crecimiento firme en el ámbito de la ciudad consolidada, a partir de sectores urbanísticos que podrían seguir adelante en situaciones estratégicas», apunta Joan Tous, presidente del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya en Tarragona. Algunos de estos sectores ya están en marcha. En un estado más o menos avanzado en estos momentos hay un total de nueve planes parciales y de mejora urbana en los que se construirá alrededor de 3.000 viviendas. 


El más grande es el PP10, los terrenos en los que está previsto que se construya el nuevo Ten Brinke, y se están ubicados en las inmediaciones de la T-11. «Aunque no era nuestra prioridad crecer hacia aquel entorno, si nos lo miramos a largo plazo este eje es muy relevante. Es un ámbito de desarrollo metropolitano de máxima importancia», apunta el concejal de Territori, Xavier Puig.
En total se construirán en esta zona un total de 1.257 viviendas, de las cuales unas 400 serán de protección oficial. Un ámbito que, por otro lado, permitirá cohesionar este entorno, junto el barrio de Campclar, con el Anillo Mediterráneo.


En cambio, sí que es una prioridad del Ejecutivo local el PMU 14 que, ubicado delante de la Escola Sant Pau ocupa los terrenos entre el Torroja, la autovía y hacia el barrio de Els Músics. Hasta el momento, este proyecto se había mantenido en stand by. Ahora, el Consistorio ya ha empezado a hablar con los propietarios de los terrenos para que siga adelante. 


No es el único plan que hay en este entorno. «Los terrenos junto al cementerio forman parte de otro polígono de actuación que también sería muy interesante desarrollar, ya que esto nos permitiría arreglar esta entrada a la ciudad desde la autovía, que ahora está completamente desordenada y es muy caótica», manifiesta el responsable de urbanismo.


Hay un segundo ámbito que debe permitir arreglar otra de las entradas a la ciudad y que, por tanto, lleva la etiqueta de prioritario. Es el conocido como Quatre Garrofers, que consta en el POUM como PP1. En esta zona se construirán 232 viviendas. «Se está tramitando y le estamos dando toda la celeridad que podemos ya que ahora mismo hay una carretera nacional en estado de abandono total, por la que la gente pasa por allí de forma peligrosa y no adecuada. En cambio, debe permitirnos tener una acera en todo un costado de la carretera», manifiesta Puig. 


El edil republicano señala que éste es un sector que ayudará a «muscular el centro» y que esto lo hace «imprescindible» y «necesario». «Tampoco estamos inventando nada. Es lo que prevé la nueva Llei de Territori, que defiende crecer por dentro antes de hacerlo en extensión», añade. 


El Culubret, con 140 viviendas, el Turó de la Budellera Sur (144), el PMU 34, junto al Nou Estadi (522), Parcel·les Iborra (50) y Mas d’en Sorder (237) son otros de los sectores que ahora mismo están en un estado más o menos avanzado de tramitación.
 Entre planes parciales, planes de mejora urbana y polígonos de actuación, el POUM suma un total de 88 sectores. Esto supone la cifra de 31.601 viviendas nuevas y el nivel de ejecución desde que se aprobó en 2013 ha sido muy bajo. De los grandes planes que contemplaba el primer sexenio no se ha acabado ninguno. «Si le restamos las 5.969 que prevé el PP24 hay un montón de figuras a desarrollar», asegura Puig, quien añade que «se crecerá de forma razonable, pero estamos repartiendo juego ya que si lo centramos todo en un mismo espacio, y teniendo en cuenta que a nivel demográfico vamos a estar estancados durante un muchos años, quién se interesará para desarrollar el resto de planes».


En medio de esta ciudad gruyere se encuentra el Francolí, junto al cual se diseñó otro de los grandes sectores de crecimiento como es Horta Gran. «Su tamaño más que razonable hace que sea complicado, ya que es un plan sobre el que se cargaron muchas externalidades y hace que sea inviable económicamente y pueda provocar ciertos desequilibrios», afirma Tous. Este arquitecto defiende que «los sectores urbanos de tamaño más pequeño, permiten rellenar agujeros urbanos y unos crecimientos más sostenidos». 
Es una vía que también defiende que debería potenciarse el arquitecto Arnau Tiñena. «Soy partidario de que, en lugar de seguir creciendo, se consoliden los vacíos que tenemos ahora mismo», manifiesta. Apostar por una ciudad más sostenible, que preserve el territorio, afirma que debería ser la prioridad. «Debemos dejar atrás el modelo propio del pasado, que para cualquier cosa te obliga a coger el coche, y avanzar hacia crecimientos que te permitan hacer menos desplazamientos, que la ciudad esté viva», apunta este arquitecto.

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